Rita Cetina: la gran maestra, poeta y feminista yucateca del siglo XIX
Durante las últimas décadas del siglo XIX, en Yucatán una brillante maestra y poeta revolucionaba la educación en México: se trataba de Rita Cetina ¡Descubre su vida!
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A menudo, el siglo XIX mexicano es imaginado como una centuria de hitos políticos y sociales, protagonizados por reformadores y militares. Sin embargo, también hubo maestras, periodistas, insurgentes y poetas que con su labor, dieron un rostro al país surgido de estos procesos históricos. Una de ellas fue la destacada poeta, ensayista, profesora y feminista Rita Cetina.
Origen de Rita Cetina y su trayectora poética
Rita Rosaura Cetina Gutiérrez nació en la ciudad de Mérida, Yucatán, el 22 de mayo de 1846. Fue hija de Pedro Cetina y Jacoba Gutiérrez. Sin embargo, su padre murió en medio de un combate durante la Guerra de Castas, dejándola sin un respaldo tan importante para esta época. Domingo Laureano fungió como su tutor, brindándole una instrucción privada para su formación como maestra. Otro de sus mentores fue el profesor cubano Félix Ramos Duarte, quien le impartió asignaturas de educación superior.
A los diecisiete años, Rita comenzó a escribir sus primeros ensayos poéticos, los cuales plasmó en un álbum personal. Más tarde, en 1866, tuvo un amplio reconocimiento como poeta, ya que presentó al público una composición dirigida al coronel Daniel Traconis, quien acababa de arrebatarle la localidad de Tihosuco a los mayas rebeldes. Este hecho, le permitió ingresar al ámbito de las letras y sobre todo, en los incipientes proyectos educativos de la época. Protagonizó las famosas Veladas Literarias de Yucatán, donde leía sus poemas. Esto le valió ir ganando popularidad y respeto en un ámbito que era hasta ese momento, exclusivamente masculino.
Rita Cetina educadora
1870 fue un año de suma importancia en la vida de Rita. Con el apoyo de otras mujeres y bajo el ideario liberal que recorría el país, fundó la Sociedad Literaria y Científica. Esto le permitió inaugurar una escuela de enseñanza laica de primeras letras para niñas y adolescentes yucatecas pobres. Allí se impartían clases gratuitas de literatura, música, declamación y dibujo natural.
Bajo la inercia de sus otros dos proyectos, Rita Cetina pudo crear una revista, la cual fue la primera en México en ser escrita por y para mujeres. En esta publicación fungió como redactora, gestora y editora. En todo este conjunto, se difundieron sus postulados y una discusión crítica de los problemas que aquejaban a las mujeres de la época, entre los cuales destacaban: la sexualidad femenina, el matrimonio, los hijos, el amor y la doble moral.
Las mencionadas escuela y revista recibieron el nombre de La Siempreviva. El 3 de mayo de 1870, se inauguró el centro educativo, y el día 7 del mismo mes, salía a la luz el primer número de la publicación.
Desavenencias políticas y legados
Sin embargo, para marzo de 1872, la falta de apoyo del gobierno yucateco, así como la incipiente conformación de un movimiento feminista que apenas podía apoyar económicamente a la revista, forzaron su cierre. Todo esto pasó en medio del fin de la administración del progresista gobernador de Yucatán, Manuel Cirerol y Canto, terminada abruptamente a causa de un golpe militar local. Los gobernadores interinos enviados por las autoridades federales para sofocar la insurrección, no simpatizaban con la publicación de La Siempreviva, lo que la hizo desaparecer definitivamente.
Por otro lado, su proyecto educativo siguió funcionando con éxito. En 1877, el gobierno yucateco nombró a Rita Cetina directora de la primera escuela primaria y normal femenina, el Instituto Literario de Niñas (hoy Escuela Normal Superior Rodolfo Menéndez de la Peña). Allí educó a las primeras generaciones de maestras de Yucatán. Entre otras cátedras, Rita impartió retórica. Para no variar, esto no fue del agrado del gobernador en turno, el general Francisco Cantón. Tampoco le gustaba la cátedra de biología, impartida por la maestra Luz Campos, ya que considerada que era demasiado atrevida para el bagaje de las futuras profesoras. Su administración las prohibió intermitentemente en medio de las protestas de la directora.
Rita Cetina falleció el 11 de octubre de 1908, en la capital yucateca. Sin embargo, su poderoso legado siguió vivo en el Primer Congreso Feminista de Yucatán, celebrado también en Mérida en 1916. Allí destacaron varias de sus antiguas alumnas.
Otra feminista que reivindicó el ideario de Rita, fue Elvia Carrillo Puerto. En 1919 fundó la liga feminista “Rita Cetina Gutiérrez”, en homenaje a la insigne maestra. Con alumnas de ésta y el respaldo del gobernador Felipe Carrillo Puerto, ese colectivo comenzó el duro proceso de formación de la mujer como sujeto político en Yucatán, cuya mayor conquista fue el derecho de facto al sufragio femenino.
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