Rodo Padilla, ceramista de Tlaquepaque y creador de ‘los gorditos’

Si visitas Tlaquepaque o algún destino donde se exhiban las obras de Rodo Padilla, no pierdas la oportunidad de conocer el gran legado del escultor.
Rodo Padilla es mucho más que un escultor; es un narrador de historias mexicanas a través del barro y las figuras voluminosas que lo han hecho famoso. Originario de Tlaquepaque, Jalisco, este talentoso artista combina tradición, creatividad y una visión única que ha conquistado tanto a su país como al mundo.
Origen de un artista mexicano único
Rodo Padilla creció en un taller lleno de cerámica y artesanías, donde aprendió de su padre los secretos del oficio. Aunque se graduó como ingeniero industrial en la Universidad de Guadalajara, su verdadera pasión lo llevó a especializarse en diseño y materiales cerámicos en Japón, Argentina e Italia.
Estas experiencias le dieron una perspectiva global, pero su esencia siempre estuvo enraizada en las tradiciones de su tierra natal. Al regresar a México, Padilla estableció su taller en Tlaquepaque, donde comenzó a esculpir figuras únicas que rápidamente captaron la atención de muchos.
Sus obras, conocidas como “los gorditos”, representan la vida cotidiana del mexicano con formas geométricas y orgánicas como la esfera, el óvalo y la pera.
‘Los gorditos’ de Rodo Padilla: una mirada alegre a lo cotidiano
Las esculturas de Rodo Padilla, mejor conocidas como ‘los gorditos’, no solo son visualmente atractivas; también transmiten emociones y características que definen al mexicano: alegría, amabilidad, amor y trabajo duro. Estas figuras con sobrepeso, hechas de cerámica de alta temperatura, enaltecen acciones comunes de manera divertida y entrañable.

El artista ha dicho que su proceso creativo inicia desde la selección de las arcillas, las cuales mezcla de forma artesanal para obtener resultados únicos. Cada pieza refleja no solo una técnica impecable, sino también el espíritu de quienes las inspiran.
El taller de Rodo Padilla en Tlaquepaque es un espacio donde la tradición se encuentra con la innovación. Aquí, un equipo de artesanos trabaja con dedicación en cada escultura, utilizando métodos ancestrales mezclados con herramientas modernas.
El resultado son piezas que, aunque elaboradas con máquinas en algunos pasos, llevan la esencia del trabajo manual en cada detalle. El artista también aprovecha materiales de todo México, seleccionando cuidadosamente las arcillas ideales para cada creación. Este enfoque lo conecta con la riqueza cultural y natural del país, algo que busca transmitir en cada una de sus obras.

Reconocimientos y alcance internacional
Rodo Padilla ha recibido numerosos premios por su talento, incluyendo cinco primeros lugares en el Premio Nacional de la Cerámica en Tlaquepaque y un Premio de Escultura en Art-Expo en Nueva York.
Sus obras también han sido exhibidas en espacios importantes, como el Instituto Cultural Cabañas en Guadalajara. Además, sus esculturas pueden encontrarse en galerías de Tlaquepaque, Puerto Vallarta y la Ciudad de México, así como en tiendas de aeropuertos y destinos turísticos como la Riviera Maya. Esta amplia presencia ha llevado el arte de “los gorditos” a públicos de todo el mundo.
A través de sus esculturas, Rodo Padilla no solo crea arte, sino también un puente entre la tradición y la modernidad, llevando consigo la identidad de México a donde quiera que vaya.
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