Tras las huellas de la Revolución Mexicana en Zacatecas
Uno de nuestros #ViajerosExpertosMD te presenta esta ruta para descubrir, en algunos edificios de la capital zacatecana, los impactos de las balas grabados tras la Toma de la ciudad en 1914.
Uno puede ver decenas de veces la bellísima catedral de Zacatecas y nunca verlos; pero ahí están. Afortunadamente no son muy notables en la portadas barrocas, pero sí lo son en la torre norte sobre el muro que mira a la Plaza de Armas. Algunos parecen agujeros naturales de la cantera y quizá lo sean; pero otros muchos tienen la forma inconfundible de la piedra estrellada por el impacto violento de un proyectil metálico. Sí: son agujeros de bala que cada 23 de junio cumplen años de haber sido hechos al fragor de la Toma de Zacatecas, la batalla más famosa de la Revolución Mexicana.
Lo más interesante de estos agujeros de bala es que son abundantes y subsisten en edificios muy destacados de todo el Centro Histórico de Zacatecas, desde el Cerro de la Bufa hasta el Santuario de Guadalupe. Siguiéndolos se puede hacer un muy rico recorrido que permite rememorar claramente cuán dramática fue la batalla de 1914.
La ruta de los balazos
El comienzo de esta peculiar ruta podría ser el Santuario de Guadalupe, mejor conocido como “Guadalupito” (no confundirlo con la iglesia del pueblo conurbado de Guadalupe). Ubicado en el extremo sur del Centro Histórico, casi en el cruce de las avenidas González Ortega y Morelos, este bello templo de estilo ecléctico tal vez sea el edificio con mayor número de agujeros de bala en toda la ciudad. Columnas, marcos, cornisas y muros están llenos de cicatrices de la batalla, pero curiosamente solo la portada las ostenta; la cúpula, erigida en 1940, y las torres que ya son de nuestro siglo están libres de ellas.
La avenida González Ortega se convierte más al norte en la elegante avenida Hidalgo. El cruce de esta vía con el callejón de Rosales, donde se extiende el Portal de Rosales, es un excelente punto para ejercitarse en el arte de reconocer agujeros de bala del 23 de junio de 1914. A primera vista uno suele pasarlos por alto; pero cuando uno se fija con detenimiento en el Portal, ahí están los hoyos en los arcos, en los pilares y aun en los muros del piso superior. El edificio a contraesquina (Sanborns) tuvo también infinidad de agujeros, solo que en años recientes estos fueron resanados. En el mismo cruce, pero en la esquina suroeste, se levanta otro que bien podría competir con Guadalupito como el más agujereado de Zacatecas. En su cara norte contamos dos docenas de hoyos fácilmente visibles. Pero lo llamativo del asunto es que únicamente se concentran en ese lado del edificio, lo cual sugiere que aquí la “lluvia de balas”, de la que hablan los relatos de la Toma de Zacatecas, vino sobre todo desde el norte.
Un sobreviviente improbable
Algo más al norte del Portal de Rosales, en Avenida Hidalgo 407 y 413, estuvo el Palacio Federal que estalló durante la Toma de Zacatecas. En su lugar hoy hay hoteles y locales comerciales. No lejos de ahí está la Iglesia de Santo Domingo, que es quizá la más hermosa de la ciudad después de la Catedral. Este templo barroco también conserva en su ancha portada un buen número de horadaciones que parecen haber sido hechas durante la contienda de 1914. También las hay en el vecino Museo Pedro Coronel, aunque aquí han subsistido las que están en la cantera de la vieja portada.
Otro sitio con presuntos agujeros de bala se sitúa junto a la estación inferior del Teleférico. Ahí junto al acceso al Hotel Baruk están Las Peñitas, un grupo de rocas que durante la batalla sirvieron como trinchera federal. Ahí hay muchos hoyos, aunque es difícil distinguir si son naturales o hechura humana.
Arriba del Cerro de la Bufa, no obstante, se encuentra uno de los más impresionantes monumentos balísticos de la batalla, que además funciona muy bien como broche de oro de esta ruta. Se trata de esa rara torrecita de remate colorado que se yergue en el extremo noroeste del cerro, no lejos de la estación del teleférico. Es el Observatorio Meteorológico instalado ahí desde 1906. Lo sorprendente de este simpático edificio es que haya sobrevivido del todo a la Toma de Zacatecas. Está en uno de los puntos más vulnerables de la ciudad, junto a donde los federales ubicaron una de sus más fuertes posiciones de artillería. ¿Por qué sobrevivió a la batalla? Quizá por la enorme pericia de los artilleros villistas dirigidos por el general Felipe Ángeles, que no destruyeron más de lo necesario y sabían que el observatorio carecía de valor militar. Los muros de ladrillos europeos, sin embargo, conservan muchos agujeros, lo cual parece indicar que, por el contrario, la infantería revolucionaria atacó con furia y sin respetar mucho a esta institución científica.
A cien años de que las fuerzas al mando del general Pancho Villa sellaran en Zacatecas el triunfo definitivo de la Revolución sobre el gobierno de Victoriano Huerta, muchos eventos conmemorativos tendrán lugar este 2014 en esta bella urbe. Como complemento de tales eventos esta “ruta de los balazos” puede ser una excusa maravillosa y peculiar para recorrer y disfrutar toda la belleza de la capital zacatecana.
Agujeros en Fresnillo
A 66 km al noroeste de Zacatecas, Fresnillo también tiene sus «balazos conmemorativos» de la Revolución en la torre de la Parroquia de la Purificación de Nuestra Señora (en el centro). Cuando Pánfilo Natera tomó la ciudad el 8 de mayo de 1913, los últimos soldados federales que resistieron se refugiaron en el templo y siguieron combatiendo desde el campanario. Los balazos para desalojarlos fueron muy nutridos, como se puede ver hasta hoy, pero no tuvieron el efecto deseado. Entonces Natera recurrió a otra táctica: ordenó quemar chile seco en la base de la torre. La humareda hizo bajar a los federales quienes finalmente se rindieron.
Otros sitios famosos de la Toma de Zacatecas
La ciudad tiene varios monumentos y espacios dedicados especialmente a conmemorar la famosa batalla de 1914. En lo alto del cerro de la Bufa está el recientemente remodelado Museo de la Toma de Zacatecas, donde se exhiben fotografías, documentos, objetos y armamento de esta contienda. En seguida, en la Plaza de la Revolución están las esculturas ecuestres de los tres generales vencedores de la batalla: Francisco Villa, Felipe Ángeles y Pánfilo Natera.
Sobre la salida a Fresnillo está el Obelisco conmemorativo de los 50 años de la Toma de Zacatecas, conocido popularmente como «La Jeringa». este monumento está en los carriles que corren de norte a sur de la carretera federal núm. 49, unos 18 km al noroeste del centro.
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