Salsa habanera, un clásico en los restaurantes de mariscos
¿Aguantas su picor? La salsa habanera habita principalmente en los restaurantes de mariscos, pero se puede consumir con casi todo.
Escápate un fin de semana:
George de la Selva, balneario y cenote cerca de Mérida
Las salsas picosas son un distintivo mexicano, existiendo una gran diversidad de las mismas, casi una para cada ocasión y en diversas presentaciones. Una de ellas es la salsa habanera, que a diferencia de las caseras se produce de forma industrial y se comercial embotellada. Aunque es muy fácil adquirirla, es principalmente en los restaurantes de mariscos y pizzas donde se consume.
La salsa habanera recibe su nombre del chile con el que se realiza, el habanero, cuyo nombre científico es Capsicum chinense. En México este chile es muy popular debido a su nivel de picor, que hace que muchas personas tengan cautela al consumirlo. Asimismo, es un ingrediente indispensable en cocinas como la yucateca, donde se suele consumir fileteado y desflemado en vinagre. Dependiendo de la madurez, el chile puede ser verde o amarillo, siendo éste último el color con el que principalmente se le identifica.
Un aspecto importante es que sólo los chiles cosechados en la península de Yucatán reciben el nombre de chile habanero, pues existe un registro de denominación de origen. Debido a ello, la salsa habanera también está estrechamente ligada a la península y, de hecho, se trata de una receta originada ahí.
Con respecto a las versiones embotelladas, la receta no cambia mucho con respecto a las producidas de forma casera. Los ingredientes de la salsa natural son mínimos: chile habanero, cebolla, vinagre y naranja agria. Para la versión embotellada se agregan amashitos, especias y algunos conservadores.
Las salsa habanera, sabor hecho en México
De las versiones embotelladas existen algunas marcas populares, tales como la salsa Lol-Tun, que posee versiones de chiles verdes y amarillos, y que en la etiqueta conserva una estética que hace referencia a la cultura maya y yucateca.
Otra de las salsas embotelladas de mayor tradición es El Yucateco, fundada en 1963 o 1973 por Príamo Gamboa Ojeda en Mérida, Yucatán. Aunque inicialmente sólo se comerciaba en la Ciudad de México, hoy esta salsa se distribuye en todos los países de Norteamérica, existiendo una gran diversidad de productos.
Finalmente, otra marca importante, que suele acompañar a las anteriores en los restaurantes, es La Anita, fundada en 1913 por la yucateca Doña Ana Sosa de Méndez. Desde 1960 se realiza de forma industrial y desde 1990 comenzó su proyecto de importación.
Actualmente la salsa habanera tiene una gran cantidad de marcas, compitiendo con otras salsas extranjeras como la tabasco. Siendo un ícono del sabor, picor y cultura gastronómica de México y Yucatán.
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