San Juan de Ulúa (Veracruz)
Hasta este lugar llegaron en 1663 las huestes del afamado pirata Lorencillo, causando estragos en las maltrechas instalaciones.
La presencia de este pirata motivó en el corto plazo la llegada de ingenieros y constructores que la convertirían en una verdadera fortaleza, dada la importancia que tenía ya el movimiento de carga y de personas que utilizaban la vía marítima que comunicaba a la Nueva España con el Caribe y Europa.
Ultimo bastión del imperio español y defensor también años después de la soberanía nacional, San Juan de Ulúa es para aquellos que lo visitan la posibilidad real de conocer el escenario en el que tuvieron lugar interesantes pasajes de nuestra historia.
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El fuerte de San Juan de Ulúa fue construido entre los siglos XVIII sobre un pequeño islote, para protección del puerto que en varias ocasiones fue atacado por piratas. El conjunto se construyó con piedra coralífera extraída del mar. Ha sido rodeado de fantásticas leyendas y entre los usos que se le dieron figuran el de lugar de comercio, cuartel y cárcel. La estructura conserva el foso, la rampa, cinco baluartes y algunos calabozos, en los que se ha adaptado una muestra museográfica que explica con maquetas y dibujos la historia y desarrollo del edificio. Frente a la bahía, Ciudad de Veracruz.
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