¡Valle de Bravo en familia! Un viaje lleno de sorpresas
Vivir Valle de Bravo en familia es una opción factible para quienes habitamos en la CDMX y EdoMex. Aquí te contamos las sorpresas que acompañaron este viaje.
Cuando no hay oportunidad de llegar hasta la costa, los 132 Pueblos Mágicos que presume México se transforman en la opción ideal para escapar del día a día. ¿Valle de Bravo en familia? ¡Súper sí!
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Esta vez elegimos Valle de Bravo, un rincón desconocido para todos que, por el clima propio de la temporada: húmedo y ligeramente frío, permitiría tener una perspectiva distinta al tradicional verano en el mar de la mayoría.
Y no nos equivocamos: fuimos de sorpresa en sorpresa en este viaje de tres días planeado entre semana para mantener más fácilmente la sana distancia.
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Día natural: cascadas
Apenas hicimos check in en el hotel Misión Grand Valle de Bravo, y descubrimos que teníamos vista exclusiva hacia la cascada Refugio del Salto, no sólo desde la terraza del restaurante, sino también desde el chalet en el que dormimos.
“¡Un hotel con cascada! ¡Eso sí está cool!”, exclamó el hijo mayor.
Para tener la mejor imagen de la caída de agua hay un sendero que conduce a través de un puente de madera y se extiende a lo largo del río El Molino hasta alcanzar la cascada del mismo nombre, justo a un costado de la carretera que conecta Valle con Avándaro.
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Se puede andar por ambas orillas del río el tiempo que se desee. En el sendero aprendimos que Velo de Novia es la cascada más famosa de Valle con 35 metros de altura y que estaba a escasos 10 minutos de distancia, así que acordamos verla en vivo al día siguiente.
La tarde transcurrió en el jacuzzi y la piscina climatizada (hay que reservar un horario por protocolos de Covid), rincones que votaban para convertirse los favoritos de los niños cuando, al regresar al chalet, una tienda india montada al centro de la sala les hizo abrir los ojos a lo más grande posible.
Pizzas, palomitas y una película proyectada sobre una de las paredes (en una experiencia que quedó bautizada como “tipicinema”) hicieron que fuera la mejor noche para todos.
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Día animal: Visitantes inesperados
A la mañana siguiente, el despertar llegó más tarde que de costumbre; dormir con una cascada al lado resultó de lo más relajante.
Era hora de recorrer este Pueblo Mágico mexiquense para conocer algunos de sus principales atractivos bajo la guía de Río Adventure.
Primera parada: la cascada Velo de Novia, cuyo nombre proviene de una leyenda.
“Una mujer a punto de contraer nupcias, descubrió que su novio le era infiel. En un acto de dolor y vergüenza se lanzó por el despeñadero de la cascada, pero nadie encontró su cuerpo, salvo su velo”, contó Daniel Flores.
Mientras el guía recordaba la historia, los niños hicieron un gran descubrimiento entre la hojarasca: un escarabajo verde brillante y dos inquietos gusanos, los cuales estudiaron con detalle.
De ahí seguimos al centro para conocer el Templo de Santa María Ahuacatlán, donde se honra al Cristo Negro y para visitar el área del muelle principal y admirar de cerca la presa (y no lago) de Valle de Bravo.
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Y para tener la mejor panorámica del pueblo, ascendimos hasta la parte más alta de la Calle de la Culebra para alcanzar el Mirador de la Cruz y, luego, continuamos hasta la Gran Stupa Bon para la Paz Mundial, un sitio en medio de la nada que invita al silencio y a la meditación.
Con niños, la misión de estar tranquilos resulta imposible, pero ellos disfrutaron explorar el bosque que rodea la construcción budista, mientras nosotros -uno por uno- nos adentramos descalzos en el interior. Con Buda al centro y un mandala en el techo, el tiempo ahí parece transcurrir a un ritmo distinto.
Hongos y tréboles, algunas orquídeas, más ardillas, mariposas y colibríes conformaron la expedición infantil.
De regreso al hotel, ya cansados y con hambre, otras nuevas sorpresas: un picnic con pasta y ensalada con una jarra de limonada a la hora de la comida y una fogata con brochetas de salchichas y bombones y un termo de chocolate caliente para cenar.
Después de la comida apareció una serpiente, afortunadamente de carácter afable que nos permitió una fotografía de lejos y después de la cena, de entre los árboles salió un diminuto y curioso cacomixtle, al que los niños pudieron mirar por unos cuantos minutos.
Antes de dormir, acordamos que había sido un “Día Animal”, pues nos topamos con estos otros residentes vallesanos a lo largo del camino.
Con broche de aire
Nadie puede partir de Valle de Bravo sin hacer alguna actividad en el agua. A bordo de un velero J24, el modelo más recurrente en las regatas, navegamos parte de la presa.
Durante dos horas el viento nos permitió mirar el Pueblo Mágico desde otra perspectiva, conocer las partes de un velero y gozar del día nublado.
Daniel nos sirvió de guía nuevamente y, además de compartir la serena vida en Valle, permitió que uno de los niños se sintiera capitán de la embarcación en varios momentos: la mejor despedida.
Una última sorpresa y, ahora sí, nos vamos
Ya dispuestos a regresar a la Ciudad de México, con equipaje incluso en el automóvil, y encontramos un pretexto para quedarnos un par de horas más: los chiles en nogada en el restaurante Del Pueblito. ¡Es la temporada (hasta el 30 de septiembre)!
Un chile capeado y otro sin capear, para no discutir en ese punto, y todos disfrutamos de los sabores que surgen de la carne mezclada con manzana, pera, uva pasa, almendra y acitrón, más la nogada hecha con vainilla, jerez y nuez de castilla.
El más pequeño conoció por primera vez la granada roja y, por su gesto, supusimos que ahora es una de sus frutas favoritas.
“¿Podemos regresar luego?”, exclamó el hijo mayor. Así que la promesa de una próxima visita queda pendiente.
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Haz cuentas para vivir Valle de Bravo en familia
- Cine en habitación: mil 500 pesos (incluye alimentos, montaje del tipi y decoración)
- Noche de fogata: 650 pesos (incluye una docena de brochetas)
- Picnic en jardín: mil 500 pesos (incluye alimentos, bebidas y dos juegos de mesa prestados)
- Recorrido City Full: 650 pesos por persona.
- Paseo en velero: mil 480 pesos por embarcación; caben hasta cinco personas contando a los menores de edad.