El mexicano Wenceslao, único humano que ha sobrevivido a un fusilamiento
Wenceslao Moguel fue fusilado recibiendo nueve impactos y el tiro de gracia, pero por alguna extraña razón libró la muerte
Wenceslao Moguel empezó a sudar frío cuando vio que una decena de fusiles le apuntaban directo al cuerpo para acabar con su vida como castigo por ser uno de los soldados de Pancho Villa en Yucatán.
Luego vinieron los disparos: “¡dzpum!, ¡tump!, ¡zpum!”, “¡pum!”. Nueve tiros impactaron en el ser de Wenceslao, tirándolo al suelo terregoso. Quienes lo «fusilaron» eran hombres de Salvador Alvarado, gente de confianza de Venustiano Carranza, enemigo del Centauro del Norte.
Nueve disparos más un tiro de gracia
Uno de los tiradores, por piedad o por zaña, no se sabe, asestó un disparo más en la cabeza de Wenceslao, el tiro de gracia, como se le dice en la jerga bélica. Aquella bala, se sabría después, entró por la nuca deshaciendo el mentón y lengua de la víctima.
Su cuerpo y el de otros fusilados fue llevado a un paraje cercano, formando una nauseabunda montaña de cadáveres que no tardaron en empezar a mosquearse. Después de este punto la historia se divide.
Todos dieron por muerto a Wenceslao Moguel
Unos dicen que el mismo Wenceslao se arrastró 300 metros hasta llegar a la iglesia de Santiago Apóstol, en donde una mujer pidió auxilio para que lo llevaran con los médicos. La otra es que alguien lo recogió de entre los muertos para trasladarlo con un doctor. Como fuera el fusilado fue salvado.
Pero como todos dieron por muerto a Wenceslao Moguel, con los años su vida y fusilamiento se fueron desvaneciendo de la memoría de la gente.
Wenceslao Moguel llega al Ripley Auditorium
Sin embargo el 15 de marzo de 1918 (es posible que haya sido alrededor de 1935), un ex compañero revolucionario, de nombre Julio Molina, quien paseaba tranquilamente por la calle 47 de Broadway, Estados Unidos, encontró a Wenceslao.
Bueno, propiamente no lo encontró a él, sino a una foto de él, la imagen de Wenceslao estaba dentro de un cartel a las puertas del Ripley Auditórium siendo exhibido como una atracción, un freak, “El fusilado”, le llamaban en el show.
Surge «el fusilado de Halachó»
Meses antes Robert L. Ripley lo había localizado y entrevistado para la Enciclopedia de lo insólito y una transmisión para la cadena NBC, nombrando al caso como “el primer hombre que sobrevivió a un fusilamiento” o “el fusilado de Halachó”.
Con lo años se supo que la razón por la que seguramente Wenceslao Moguel sobrevivió, fue porque ninguna de las nueve balas que entraron en su cuerpo pegó, milagrosamente, en ningún órgano vital. Ni tampoco el proyectil que entró por su nunca tocó el cerebro.
No obstante en México el caso parece no haber tenido mayor relevancia, siendo una de la muchas historias extrañas que se pierden con el tiempo.