Ya abrió Cencalli, el nuevo museo del maíz en el Complejo Cultural Los Pinos
Museo Cencalli, ubicado en el histórico Molino del Rey en Los Pinos, ya abrió sus puertas. Conoce este lugar que honra el maíz y a los pueblos originarios.
El pasado 29 de septiembre –fecha en que se celebra el Día Nacional del Maíz–, abrió sus puertas Cencalli, el nuevo museo dedicado al maíz en el
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» target=»_blank» rel=»noreferrer noopener»>Complejo Cultural Los Pinos. El recinto, cuyo nombre en español significa «casa del maíz» busca mostrar el arte, la cultura y biodiversidad que existe en torno al cereal base de la alimentación de los mexicanos.Asimismo, Cencalli se dedicará a proteger el patrimonio cultural, social e histórico en torno al maíz. Del mismo modo, se hace un homenaje a la gastronomía mexicana, la cual está registrada como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad por la UNESCO. También se retoma la visión de los pueblos originarios del maíz como una planta sagrada y fundamento de la humanidad, y se valora la labor en la milpa como eje del calendario ceremonial de diversos pueblos de mexico.
En entrevista para La Jornada, el poeta nahua Mardonio Carballo, quien funge como titular de la Dirección de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU), de la Secretaría de Cultura (SC), mencionó que Cencalli es un homenaje para las 68 culturas originarias del país.
“Cada cultura tiene su cocina; es de imaginar el enorme patrimonio gastronómico existente en el país al contar con 68 culturas y el mestizaje en que se han mezclado y se siguen mezclando los sabores que nos llegan día con día”, indicó. Todo ese conjunto de saberes y sabores se aglutina bajo una semilla: el maíz, la cual es tan importante para nosotros como el arroz para las culturas orientales, la papa para los pueblos al sur de América o la harina en Europa. El maíz forma parte de aquello que tendríamos que llamar las semillas que no dieron patria.», indicó.
Cencalli se encuentra ubicado en el edificio del Molino del Rey, el cual se construyó en el siglo XVI en honor al rey Carlos I de España. En sus albores el edificio fungió como molino de harina y posteriormente se adaptó para diversas funciones. Hasta el sexenio pasado venía fungiendo como oficinas del extinto Estado Mayor Presidencial.
Para la conversión del edificio en museo se invirtieron 60 millones de pesos. La curaduría estuvo a cargo de la investigadora Cristina Barros Valero, especialista y defensora del maíz nativo. Además de las exposiciones permanentes, en el recinto se realizarán talleres, investigaciones, foros conferencias y hasta un mercado agroecológico.
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