Asalto y toma de la Alhóndiga de Granaditas, Guanajuato - México Desconocido
Buscador
Ver revista digital
Conoce México

Asalto y toma de la Alhóndiga de Granaditas, Guanajuato

Guanajuato
Asalto y toma de la Alhóndiga de Granaditas, Guanajuato fifu

Para conmemorar este importante episodio de la historia de México, los habitantes de Santa Rosa, Guanajuato, recrean aquellos combates librados entre insurgentes y españoles hace más de 200 años. ¡Descubre esta singular celebración!

En el Mineral de Santa Rosa de Lima, mejor conocido como Santa Rosa, enclavado en la sierra guanajuatense, cada año se realiza una pintoresca representación. Se trata de la batalla que culminó con el apoderamiento, en 1810, de la Alhóndiga de Granaditas por parte de las fuerzas insurgentes al mando del cura Miguel Hidalgo. El escenario es la calle principal de Santa Rosa, y acapara la atención de una gran cantidad de gente. Muchos la observan, incluso, desde la carretera que va de la ciudad de Guanajuato a Dolores Hidalgo.

El inico de la celebración

El simulacro se originó en 1864 con el propósito de conmemorar la batalla y mantener vivo este importante episodio de la historia de México. A partir de ese año, se celebró anualmente hasta 1912, cuando el movimiento revolucionario suspendió la festividad.

El punto de reunión, y de salida, es “La cruz grande”, a la orilla de la carretera. Allí se reúnen los “indios tejocoteros”, las mujeres, la banda que ameniza el recorrido, los “gachupines”, y algunos escolares que participan en la primera parte de la celebración.

Después de los músicos, y al son de sus melodías, comienzan a llegar los indios y las mujeres, quienes, para entrar en calor, le tupían duro al baile y al mezcal.

¡Descubre el México Auténtico a través de nuestro podcast!

Poco más tarde aparecen los integrantes del ejército “español” y, después, todos los demás participantes, hasta los ilustres “Hidalgo”, “Morelos” y “Allende”.

La primera parte de la festividad consiste en un desfile que va de “La cruz grande” hasta una ermita, al final de la población, conocida como “El Santo Niño”. En el desfile, además de indios y españoles, participan las reinas de belleza y algunos alumnos de las escuelas locales, quienes efectúan tablas gimnásticas. Al llegar al Santo Niño termina el desfile e inicia la representación de la primera batalla del día.

Los indios tejocoteros y sus líderes se colocan en un extremo de la ermita, y los “españoles” del otro lado. Los primeros en arrancar a todo galope son el cura Hidalgo y los demás jinetes que, tras un breve recorrido, regresan para notificar las posiciones de las fuerzas enemigas. Pocos minutos después, en terreno neutral, se reúne el cura de los “gachupines” con algunos de los indios tejocoteros para tratar de llegar a un acuerdo pacífico. Pero no lo logran, y ambos bandos regresan con los suyos entre gritos de ¡Viva España y la Virgen del Pilar!, y ¡Viva México y la Virgen de Guadalupe!, respectivamente.

La señal de ataque la dan sendos disparos de cañón que, aunque pequeños, emiten un ruido ensordecedor y, entre la gritería y los disparos de mosquetes y escopetas, cargados con pólvora real, se libra la batalla que deja “muertos y heridos” regados por todas partes. Al sonar la banda de música se repliegan las fuerzas combatientes y comienzan a desplazarse hasta el siguiente punto de la próxima pelea.

A lo largo del camino, donde fue el desfile, se suceden siete batallas similares a la descrita, en lugares previamente determinados, de modo que la última se realiza en “La cruz grande”.

La séptima batalla se lleva a cabo alrededor de las dos de la tarde. Después viene un pequeño receso para recuperar fuerzas y, hacia las 16:30 horas, se realiza la última gesta: la toma de la Alhóndiga de Granaditas.

En el extremo oriente de la población, en una pequeña explanada de terracería, se encuentra montada una plataforma sobre cuatro postes de madera que representa el edificio de la Alhóndiga. Sobre la plataforma se parapetan las fuerzas realistas, mientras que los indios tejocoteros, comandados por Hidalgo, Morelos y Allende, las atacan y rodean, pero siempre son repelidos por los españoles.

Tras sucesivos ataques, hace su aparición Juan José de los Reyes Martínez, mejor conocido como el “Pípila”, con una pesada laja de piedra sobre la espalda y una antorcha encendida en la mano. El “Pípila” se aproxima a la Alhóndiga y, una vez que llega le prende fuego a una serie de “cuetes”, atados alrededor de la construcción. Con esta señal todos los insurgentes toman en su poder la Alhóndiga y hacen prisioneros a los españoles. Una vez detenidos, son llevados hasta otra plataforma para ser juzgados y condenados a morir fusilados. Antes de ser pasados al ficticio paredón, los españoles son confesados por su propio cura y, al finalizar el sacramento, son fusilados entre gritos jubilosos de ¡Viva México!

Alrededor de las 18:30 horas, finaliza la conmemoración de la batalla que recuerda el papel protagónico de Guanajuato dentro del movimiento de Independencia de México. Un baile remata la jornada, “hasta que el cuerpo aguante”.

Si vas a Mineral de Santa Rosa de Lima

De la ciudad de Guanajuato se toma la carretera que va a Dolores Hidalgo; a 12 km, aproximadamente, se encuentra Santa Rosa.

En Mineral de Santa Rosa hay varios restaurantes, muy sabrosos y económicos. Los demás servicios turísticos se hallan en la ciudad de Guanajuato, a 15 minutos de distancia.

¿Te interesa el mundo del emprendimiento?
Conoce Emprendedor.com el medio lider en contenido de Ideas de Negocio, Startups, Finanzas, Noticias para emprendedores, Franquicias, Marketing, Inspiración, síguenos y proyecta lo que eres.

Comentarios