10 destinos mexicanos para descubrir ¡navegando!
Nuestra #ViajeraExpertaMD Constanza Posadas te presenta diez escenarios arqueológicos, naturales o pueblerinos, que puedes disfrutar después de navegar por ríos, lagos y mares.
Yaxchilán, Chiapas. Reencuentro con el pasado maya
Viajar a Yaxchilán es dejar que los ojos se inunden de color verde y la mente de sorpresas. Para llegar a esta zona arqueológica hay que navegar por el Usumacinta, y si una aventura empieza en el río más caudaloso del país, el viajero no puede esperar nada más que experiencias impresionantes. La selva alta, con sus árboles que parecen no tener fin y sus leyendas lacandonas, mantienen con vida esta pequeña aldea que se convirtió en una de las ciudades más importantes de la zona. Al más puro estilo explorador, visitar Yaxchilán es todo mitos y arte prehispánico, leyendas sobre dioses que regresarán para restaurar el orden del universo, lianas, cocodrilos y la maravillosa sensación de encontrarse cara a cara con el pasado.
Tip viajero
Lleva ropa cómoda, sombrero, repelente de mosquitos, binoculares, agua y disposición para hacer una larga caminata.
Islas del Mar de Cortés, Baja California Sur. Viaje al acuario del mundo
Lanchas a gran velocidad y luego un pacífico kayak. Montañas imponentes y un universo fascinante bajo el mar. Nuestro Mar de Cortés ha inspirado a muchos viajeros y seguro a ti te dejará impactado. Un recorrido por estas islas obliga a pisar la Isla Espíritu Santo y sentir bajo tus pies la fina y blanca arena que la cubre. Cactus gigantes, serpientes, aves y más de 90 especies de peces esperan al explorador que busca aventuras calurosas. Entre las cinco islas uno se topa con delfines, tiburones ballena, almejas, estrellas y erizos de mar. Tanto animal fuera y dentro del mar significa hacerse de postales inolvidables. Ya estando ahí, una visita al Fuerte de Loreto cierra la experiencia con un toque colonial.
Tip viajero
En el Mar de Cortés el avistamiento de ballenas es una actividad inolvidable, recurre a algún prestador de este servicio en la zona para vivir la experiencia.
Pantanos de Centla, Tabasco. Entre fascinantes humedales
Olvídate de todo lo que conoces como civilización. Una vez que te adentras en la espesa jungla tabasqueña, la vida cambia para siempre. Lejos de la luz de las ciudades y sobre las aguas de los manglares, lo más puro de la naturaleza se deja descubrir. Las estrellas se ven más, los sonidos de toda la fauna se magnifican y el espíritu se serena. Un paseo en cayuco –esas antiguas balsas creadas con troncos de caoba– es el mejor pretexto para ingresar a los laberínticos senderos de agua y esconderse del sol abrasador.
Tip viajero
Ve acompañado de un guía. La laguna y sus manglares requieren de ojos entrenados para poder hacer el recorrido sin perderse.
Isla Contoy, Quintana Roo. El gran secreto del caribe
La nada es el paraíso. En esta isla lo mejor para hacer es maravillarse con la paz de la naturaleza… no hay mucho más qué hacer. Aguas transparentes que parecen luz líquida, vida marina y el hogar de tres tortugas marinas que llegan a desovar son parte de la pacífica vida en esta isla casi deshabitada. Todo es calma y hechizo. Solo se permiten 200 visitantes al día para proteger su vastísima fauna y el delicado equilibrio que en ella se genera. Gracias a lo cual, este angosto pedazo de tierra es el hogar de más de 150 aves que cubren el cielo como estrellas durante el día. Por las noches, el faro ilumina ambas costas. Por el lado este revientan las olas del mar, mientras que el oeste es un paraíso de manglares y pacíficas playas para admirar las prístinas aguas de este pequeño secreto.
Tip viajero
Lleva traje de baño, toalla, sombrero y bloqueador biodegradable.
Yelapa, Jalisco. Un destino con alma pacífica
El que quiere azul celeste, que atraviese el mar abierto y llegará a Yelapa. Después de un recorrido sobre el hogar de tiburones, aparece esta playa de arena blanca coronada por algunas mesas. De un lado de la playa se ven mesas de madera oscura y del otro, mesas de latón. La comida es la pesca matutina y el servicio es como de familia. En Yelapa todo es abundancia, alegría y sorpresas en el camino. Por fuera del mar, si te adentras a los montes descubres agua dulce del río. La paz de la playa se enfrenta al rugido de las cascadas que están tierra adentro y la selva ofrece árboles de guanábanas, plátanos y maracuyá.
Tip viajero
Todo lo que llega a Yelapa viene en lancha, así que los precios suben mucho. Toma tus precauciones para no gastar de más en las misceláneas.
Tamtoc, San Luis Potosí. Por río para llegar a un lugar ancestral
El aullido de los coyotes es la forma de despedirse que tiene Tamtoc y la bienvenida son las garzas rosas que habitan la región. La vibra antigua de “el lugar de las nubes de agua” envuelve al visitante antes de ofrecerle la magia histórica de sus ruinas. Rodeado por el río Tampaón, se desarrolló este sitio arqueológicoque se conserva (casi) como hace más de 500 años. La Huasteca, con su humedad inclemente y su fantástico café, resguarda importantes monolitos y unos 70 edificios que hablan de nuestro pasado a través de esculturas y paredes. Este es un recorrido para turistas convencidos y optimistas que no le temen al bochorno, y que serán recompensados con impactantes y secretas pirámides en plena zona potosina.
Tip viajero
Debido a la humedad y al calor, es mejor empezar el recorrido antes del amanecer.
Isla Mexcaltitlán, Nayarit. Arribo a la Venecia mexicana
Bienvenidos a la Venecia de México. Así le llaman a Mexcaltitlán, esta pequeña isla de manglares flotantes y tierras bajas que, según cuenta la leyenda, fue origen de la civilización Azteca, pues de aquí partieron para fundar la legendaria Tenochtitlán. Durante la temporada de lluvias, el lago se desborda y la iglesia, la plaza central y un pequeño museo se convierten en destinos a los que llegar en lancha. Este lugar místico se tiene que recorrer en canoas para descubrir el pueblo con forma ovalada que es uno de los destinos más encantadores de la Riviera Nayarit. Los lugareños siguen haciendo de la pesca su principal producción, así que por producto fresco no se detienen y con esto, cumplen la promesa de satisfacer hasta al paladar más exigente.
Tip viajero
Toma tus precauciones pues el recorrido de Tepic hasta la isla puede durar más de dos horas.
Lagunas de Chacahua, Oaxaca. Joya oaxaqueña escondida
Clásico (pero no exclusivo) de mochileros, este lugar sigue siendo una joya oaxaqueña. Las aguas verdes que cambian de tonos bajo la sombra de las aves son parte de esta tierra que también es casa de cocodrilos, garzas y pelícanos. Además de la increíble biodiversidad que genera la mezcla de agua dulce y agua salada, sus playas son terreno perfecto para descansar y disfrutar de un pedazo de mar oaxaqueño en el que se puede nadar. También se organizan paseos en lancha, para esnorquelear y, en temporada, puedes ponerte en plan de turista consciente y ayudar a los locales con el monitoreo de tortugas marinas y su desove. La cereza en el pastel es que el plancton brilla por las noches, y ese, es un espectáculo caleidoscópico que uno tiene que vivir.
Tip viajero
Toma vitamina B una semana antes de llegar. Este repelente natural te ayudará contra los mosquitos.
Sobre el hospedaje, vale la pena decir que la realidad es que Chacahua no tiene hoteles. Lo más recomendable es llevar equipo para acampar. Algunos lugareños reciben a los visitantes en sus casas y les permiten usar las instalaciones.
Islas Marietas, Nayarit. Siempre mágicas
La roca se colapsó, el mar erosionó la roca y se formó la Playa Escondida. De secreto no le queda nada, por lo que entre más pronto visites este lugar mágico, mejor. Cada vez llegan más lanchas a este rincón que exige cierto grado de aventura, pues para poder llegar a ella, hay que nadar y si la marea está alta, esnorquelear. No dejes que lo “turístico” del lugar te desanime. Un vistazo, por más breve que sea, a esta paradisiaca playa, vale la vuelta en lancha y la nadada. Ya en plan de recorrer las islas, puedes hacer un paseo en lancha, esnorquelear por las aguas que conquistaron a Jacques Cousteau y relajarte en un paseo en panga. Los tour-operadores generalmente incluyen comidas y desayunos en el paquete, porque es un plan de todo el día.
Tip viajero
Nada entra ni sale de la isla. Solo puedes bajar tu chaleco, cámara de fotos a prueba de agua, toalla y dinero.
Isla Lobos, Veracruz. Entre arrecifes del golfo de méxico
Tu paciencia será recompensada en esta isla. Si bien hay que pedir un permiso a la marina para poder desembarcar, una vez estando allí, es como pisar el paraíso. Los atardeceres reflejados en las aguas de esta isla se graban a fuego en la memoria y cada sumergida en esta fiesta subacuática es una sorpresa. De un lado de la isla las aguas son salvajes y del otro lado, una paz caribeña con la esperada claridad de las aguas, hacen del lugar el destino ideal para buzos y para practicar pesca deportiva. Los paseos por los senderos alumbrados bajo la luz que arroja el faro despiertan el lado romántico hasta del más escéptico.
Tip viajero
El permiso para desembarcar en la isla requiere dos meses de anticipación.