Agua Caliente. El viejo paraíso del azar en Tijuana
Como consecuencia de la Ley Volstead promulgada a principios de siglo en Estados Unidos (Ley seca que prohibía los juegos de azar y las bebidas alcohólicas), surgieron varios establecimientos turísticos para satisfacer esas “distracciones”. Uno de estos enclaves fue Agua Caliente.
Construido con el capital de cuatro socios (entre quienes se encontraba Abelardo L. Rodríguez) que construyeron en 1927 la Compañía Mexicana de Agua Caliente. A 3 km al sureste del entonces incipiente poblado de Tijuana, los accionistas eligieron un maravilloso lugar con un manantial de aguas termales (explotado desde el siglo XIX), donde desarrollaron un complejo turístico con todos los servicios e instalaciones necesarias para Ia diversión y entretenimiento.
Su ubicación geográfica y la atmósfera de sumo exotismo atrajo un creciente flujo de turismo, principalmente hollywoodense, que cruzaba la frontera para trasladarse a territorio mexicano y gozar de los pasatiempos prohibidos en su país. La intención fue crear un espejismo: ese lugar semiárido fue forestado con palma datilera, entre otras especies, y convertido en un verdadero oasis semejante a los sitios misionales de Mulegé y San Ignacio en Baja California Sur.
El estilo arquitectónico neocolonial de tipo ecléctico utilizado en el diseño del conjunto, respondió a la expectativa de los clientes estadounidenses por encontrar el legendario Old Mexico, indispensable como escenario para el desarrollo del turismo.
Agua Caliente jugó un papel decisivo en la conformación del sistema turístico Tijuana-San Diego, pues a partir de su construcción Tijuana quedó incluida en el recorrido de turistas por el sur de California, EUA. Así mismo, fue uno de los primeros complejos turísticos del país, que ofrecía al visitante servicios de hospedaje, recreación, espectáculo y juegos de azar (casino, hipódromo y galgódromo).
Se podía acceder a él por ferrocarril (línea San Diego-Arizona), con una estación de abordaje adyacente al galgódromo; por automóvil, accediendo al conjunto por una desviación del camino Tijuana-Tecate bacia una rampa de acceso para autos que terminaba en una glorieta central, alrededor de Ia cual se dispusieron los edificios deI hotel, casino y balneario; y por aeroplano, para lo cual contaba con una pista y una torre-faro.
Con un estilo misional californiano, la fachada frontal del hotel semejaba una espadaña; en el centro tenía un gran patio cuadrangular llamado «Patio de las Palmeras», rodeado de portales con arcos de medio punto. Los clientes podían hospedarse también en una serie de bungalows -cuyo diseño estaba basado en variantes del estilo neocolonial- dispuestos todos en forma de una «villa» en medio de sendas peatonales y frondosos jardines.
EI casino contaba con varios salones de juegos (como el Salón de Oro), salón de baile, de espectáculos, restaurantes y bar. En estos escenarios se inició Ia famosa actriz Rita Hayworth, con su nombre original de Rita Cancino y su gala de «Tarde Mexicana «. Agua Caliente se convirtió en el lugar predilecto de Ia creciente población relacionada con el boom hollywoodense, atrayendo a artistas de cine como Clark Gable, Hermanos Marx, Jean Harlow, Jimmy Durante, Bing Crosby, Dolores del Río y Lupe Vélez, entre otros, y fue escenario de algunos largometrajes (In Caliente con Dolores deI Río y The Champ).
Fue en el balneario de estilo neomudéjar donde mayormente se logró el mencionado efecto de espejismo mediante la presencia de palma datilera y el agua de la alberca proveniente deI manantial de aguas termales. Contaba con un vestíbulo de estilo neoislámico semejante a una mezquita, con arcos ojivales y artesonado de maderas ricamente decoradas con lacerías e intrincados diseños geométricos, dentro de Ia cual se encontraban tiendas de joyería y perfumería. El balneario incluía baños turco y ruso, al igual que una alberca recubierta con mosaicos de estilizados diseños, provista de asoleadero con bancas perimetrales estilo art déco. Acorde con el diseño deI balneario, la chimenea de las calderas tomó forma de alminar o minarete propio de Ias mezquitas islámicas, y fue decorada con mosaicos policromos, rematándose con herrerías forjadas que aún se aprecian en su altura.
Además, el complejo tenía lavandería, cochera, imprenta, una guardería con educación primaria para hijos de Ios trabajadores y una estación de radio propia, la XEBG, que generó la importante innovación de radiodifusión: el transmisor portátil. Posteriormente fueron construidos el Hipódromo de Agua Caliente (1 km hacia el sur) y el Club de Golf, ambos con un estilo arquitectónico acorde con el conjunto.
En el periodo presidencial del general Lázaro Cárdenas fueron prohibidos los juegos de azar en el país, y el casino de Agua Caliente fue clausurado y expropiados el predio e instalaciones, por lo que sus puertas fueron cerradas definitivamente.
En la década de los cuarenta los edificios del complejo Agua Caliente fueron reutilizados (previa expropiación del inmueble y entrega a la SEP) para instalación del Instituto Técnico Industrial, internado orientado a extender la educación a los sectores rurales desatendidos del estado. Los espacios se adaptaron perfectamente a su nueva función educativa: sólo se requirieron pequeños cambios que no alteraron el esquema original del conjunto arquitectónico.
Así, el hotel se convirtió en dormitorio para los alumnos; en los lujosos salones de juego y espectáculo se instalaron la biblioteca, sala de lectura, teatro y salón de actos deI planteI, y en Ia cochera, taIleres para el aprendizaje de carpintería, electricidad y mecánica; el balneario sirvió para prácticas de natación de los estudiantes, en cuyo vestíbulo se ubicaron las oficinas de Ia dirección deI Instituto; los terrenos deI galgódromo se transformaron en campos deportivos, y los bungalows se otorgaron como viviendas transitorias a los profesores deI plantel. Únicamente se construyeron aulas para las clases teóricas. El papel de Agua Caliente como centro escolar es de gran significado en la historia regional, pues fue pionero en la educación superior en el noroeste deI país.
Durante el periodo en que funcionó como internado, dio la bienvenida a un importante grupo de docentes refugiados de Ia guerra civil española, acogiéndolos dentro de su planta de maestros. Así mismo, en los edificios de Agua Caliente se instaló, durante Ia segunda guerra mundial, el primer Banco de Sangre de Latinoamérica, así como una base de actividades militares comandadas por el general Lázaro Cárdenas, en donde se firmaron acuerdos con representantes del ejército estadounidense.
Pero el sitio y su arquitectura fueron reutilizados por segunda ocasión a principios de los años sesenta cuando varias escuelas fueron instaladas en los antiguos edificios: en el exhotel, una secundaria técnica; en el exgalgódromo, una escuela primaria; en la cafetería del mismo, el jardín de niños «Carmen Moreno Corral», y en el balneario permaneció el uso de oficinas administrativas. De esta manera, sólo mediante una segunda reutilización de Ios inmuebles se garantizó su ulterior permanencia.
Se borran sus huellas
Alrededor de 1938, con la expropiación del completo turístico, se suscitó una falta de control que fue aprovechada para el saqueo de mobiliario, accesorios y otros objetos. En 1939, cuando las instalaciones fueron turnadas a la SEP para establecer el internado, se hicieron mínimas adaptaciones que no trastornaron la fisonomía original del conjunto. Tras dejar de funcionar el internado por falta de recursos, en la década de los cincuenta el sitio quedó temporalmente sin uso. Tiempo después, ya bajo Ia custodia de la Secretaría del Patrimonio Nacional, se destinó una de las secciones del área de bungalows para un destacamento del Ejército mexicano.
En la misma década, la torre-faro de Agua Caliente fue dañada por un incendio que orilló a su total demolición, pero fue reconstruida en los ochenta en un importante crucero de Ila ciudad, en un intento por recuperar la imagen de la famosa torre que marcaba el acceso al sitio. En 1967 se incendió el Salón de Oro del casino, perdiéndose una de las áreas más valiosas y ricamente decoradas. Este siniestro, junto con otros que igualmente ocasionaron cuantiosos daños, convirtió el complejo de Agua Caliente en minas, aunque hubo una etapa de actividad escolar en Ias instalaciones menos dañadas. En 1975 se demolió casi la totalidad de los edificios, decisión tomada por Ia SEPANAL, entonces responsable del inmueble. Sólo una mínima parte del conjunto no fue tocada.
Actualmente el área está ocupada por cinco planteles escolares oficiales y sus correspondientes aulas CAPFCE, ubicadas en los sitios de Ias antiguas construcciones ya demolidas, entre zonas verdes con diversas especies de vegetación.
De Ia arquitectura original sobreviven dos conjuntos de edificios y una serie de monumentos dispersos, enclavados en Ia traza urbana en torno a una glorieta central.
El Conjunto Minarete, cuyos monumentos formaron parte deI balneario, contiene Ia alberca con sus bancas perimetrales art déco, «el arco» ojival de una de Ias fachadas con su portada de mosaico de azulejo policromo, Ia escalera de ingreso con su fabulosa fuente de cerámica vidriada y Ia chimenea en forma de minarete, que sobresale del paisaje urbano del área. Este elemento fue fisurado recientemente por Ias compactaciones deI terreno de una construcción colindante.
El Conjunto de Bungalows persiste en su totalidad, debido a que han sido permanentemente utilizados y gracias a los inquilinos que han mantenido en gran medida las características originales de su arquitectura y jardinería, apoyando el ambiente frondoso. No obstante, son evidentes algunas alteraciones a la arquitectura original y adaptaciones a nuevos usos. Así mismo, recientemente se han instalado carteleras comerciales que dañan el paisaje y bloquean la vista. Si bien los monumentos existentes representan sólo una parte de lo que fue la totalidad del centro turístico, éstos son importantes testimonios significativos de la historia de esa parte del país.
EI recuerdo colectivo de este sitio -deI que derivaron también mitos y Ieyendas como el de «los túneles» o el de «La Faraona-, ha generado el brote de signos nostálgicos por el pasado de Agua Caliente, evidente en la construcción de la réplica de la famosa Torre de Agua Caliente y en la reproducción de su imagen en logotipos de organizaciones y comercios.
Esfuerzos por su conservación
Se ha señalado ya la falta de visión por parte de las autoridades para preservar el inmueble. En este caso, la actitud oficial no sólo fue de pasividad, sino que la propia autoridad fue la promotora de la demolición sistemática de los restos del complejo Agua Caliente en 1975. Indudablemente, en la decisión estuvo presente el prejuicio local que quería borra todo recuerdo de la propagación de bares y juego de azar, considerando que el complejo pertenecía a un periodo vergonzoso de la historia.
Fue de los sesenta cuando surgió la preocupación por la conservación del sitio y se reutilizaron los edificios, que estaban expuestos a los incendios, al deterioro y al vandalismo. A principios de los setenta, un grupo de estudiantes, profesores y personas interesadas integraron un comité pro-defensa y rescate de los monumentos, presentando un proyecto de conversión del sitio en Casa de la Cultura, iniciativa que desgraciadamente careció de resonancia.
En 1987, el sitio y los monumentos existentes fueron incluidos en el Catálogo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles del Estado de Baja California, Municipio de Tijuana, pero cabe señalar que este catálogo no constituye en sí un instrumento para la protección legal del sitio, por lo cual continúan las alteraciones a sus monumentos. En varias ocasiones, la conservación y rescate de los edificios de Agua Caliente ha surgido como tema de ponencias en algunos foros (como los de Preservación del Patrimonio Cultural Ilevados a cabo a nivel estatal), teniéndose nula respuesta por parte de la comunidad y autoridades.
Recientemente, fue desarrollado un proyecto de Ordenamiento Urbano Arquitectónico del Sitio Histórico «Agua Caliente» (como tesis de Arquitectura de Ia UNAM) y varias propuestas para el sitio (por parte de la agrupación Patrimonio Arquitectónico promotores) que fueron presentados ante autoridades e interesados. Una de ellas recomendaba proteger el ambiente forestado deI área y sus monumentos mediante un proyecto y su delimitación específica, pero esta propuesta no le interesó a la autoridad local. En cambio aprobó, a pesar de la gran controversia suscitada, la construcción de un almacén de membresía de comercio al semimayoreo; cuya presencia impactó negativamente las características paisajísticas deI entorno y su fisonomía tradicional.
Con la finalidad de lograr su protección legal, en 1993 la Comisión de Preservación deI Patrimonio Cultural de Tijuana y la agrupación Patrimonio Arquitectónico Promotores solicitaron al Centro INAH en Baja California el Decreto como Monumento del «Sitio Histórico Agua Caliente», petición que fue atendida positivamente por la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos donde fue elaborado el proyecto de Decreto, mismo que ba pasado ya a la SEP para su posterior aprobación y firma.
Dicha ratificación garantizaría la permanencia de estos edificios que ilustran dos episodios significativos de la vida de Tijuana: el periodo de transición hacia su integración económica con el boom del turismo y la época en que fue el alma máter de decenas de generaciones de bajacalifornianos.
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