Aguaselva, un verde paraíso por descubrir en Tabasco - México Desconocido
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Aguaselva, un verde paraíso por descubrir en Tabasco

Tabasco
Aguaselva, un verde paraíso por descubrir en Tabasco fifu

Más allá de las actividades recreativas, este lugar ofrece verdaderos santuarios naturales en donde los amantes de la aventura quedarán atrapados por el asombro.

Debido a su posición privilegiada en la zona ecuatorial, justo en el vértice que une a Veracruz con Chiapas, este oculto rincón de la geografía tabasqueña se ve beneficiado por abundantes lluvias, lo cual explica la existencia de una exuberante vegetación tropical, docenas de cascadas, ríos, cañones y un relieve abrupto, que fue el escenario donde se desarrolló la cultura zoque hace más de mil años.

Dispuestos a explorar sitios nunca antes vistos, llegamos al pueblo de Malpasito para quedarnos cuatro días. Ahí nos alojamos en una cómoda cabaña  y contratamos los servicios de Delfino, experto conocedor de la región que esa mañana nos guiaría a nuestro primer objetivo: el cerro de La Copa.

La Copa
Es una formación rocosa ubicada en la cima de un cerro, a 2 kilómetros al oriente del pueblo y a 500 metros de altura. Después de dos horas alcanzamos la cumbre, todo era espectacular: el cielo de intenso color azul salpicado de nubes blancas y la inmensa llanura verde que  se extiende hasta el horizonte con el río Grijalva y la presa Peñitas.

De cerca, este baluarte rocoso es mucho más grande de lo que aparenta. Calculamos que mide unos 17 metros de altura y pesa 400 toneladas, pero lo que nos sorprendió de verdad, además de su parecido a una copa, es que haya resistido sin desplomarse los embates del agua y del viento, movimientos sísmicos y erupciones volcánicas, sobre todo al considerar que se encuentra en precario equilibrio sobre el borde de un acantilado.

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La Pava
Esta cascada es una de las más bellas y accesibles, se encuentra a 20 minutos de Malpasito y toma su nombre del cerro de La Pava, una mole triangular coronada por una roca con la forma de este curioso animalito. Acalorados por la caminata, nos zambullimos en una de las pozas que se forman con el agua cristalina al caer desde 20 metros.

Las Flores y Las Gemelas también sorprenden
Al día siguiente partimos muy temprano al pueblo de Francisco J. Mújica, pero antes paramos en la cascada Las Flores, de más de 100 metros, visible desde kilómetros de distancia por el blanco de su caudal.  El nombre le viene por las orquídeas, helechos y plantas exóticas que abundan en los alrededores. Nuestro guía explicó que la mayor parte del año tiene agua, pero de septiembre a noviembre su volumen se incrementa y se forma un velo que ondea impulsado por el viento y que visto de lejos, parece caer en cámara lenta.
El trayecto no puede ser más grandioso, y es que Aguaselva ocupa una región montañosa de roca caliza e ígnea, hogar de profundos cañones y valles estrechos, con cumbres que van de los 500 a los 900 metros de altura, cuyo origen data de 40 a 65 millones de años.

Kilómetros después de Las Flores, en el lado izquierdo de la muralla de piedra que bordea la carretera, nos llamaron la atención dos caídas de agua con una altura de 70 metros, separadas la una de otra por una estrecha franja. Detuvimos el vehículo y no caminamos mucho, sólo 50 metros, hasta contemplar un escenario selvático que tiene por fondo la cascada Las Gemelas.

Señales de vida
A media mañana llegamos al pueblo zoque de Francisco J. Múgica, que concentra la mayor cantidad de piedras labradas de todo el estado. Para este día, el patriarca del pueblo, don Toño, nos propuso visitar los petrograbados y una cascada cercana.

Las piedras labradas están a la salida del pueblo, y conforme se avanza por el valle, aparecen cada vez más. Algunas son grandes rocas de hasta 7 metros de alto, con cinco, seis y hasta diez grabados que representan aves, monos, tortugas, serpientes y otros animales, figuras geométricas y seres humanos. Son más de 200, pero ninguno se compara con la magnificencia de El Abuelo, representa a un hombre con barba, que en posición sedente y actitud reverencial, bebe de una jícara.

La presencia de estas obras rupestres y 36 sitios arqueológicos, además de otros testimonios, han llevado a los arqueólogos a postular que Aguaselva estuvo habitada en épocas tempranas por un pueblo de cazadores–recolectores.

Cerca de ahí, después de atravesar un río e internarnos por un sendero, llegamos a la cascada Francisco J. Múgica, que mide 40 metros de alto y aunque no es la más grande, el escenario natural que la rodea es de una belleza abrumadora; recios guanacastes, zapotes, mulatos, ramones y otros árboles tan peculiares como el matapalo, forman una muralla vegetal con infinidad de especies hasta ahora desconocidas por el hombre.

De regreso en el pueblo, repusimos fuerzas con un sabrosísimo caldo de gallina. Algunos locales han apostado por el turismo alternativo y ofrecen alimento y hospedaje en cabañas con todos los servicios, venta de artesanías e incluso un servicio de spa con masajes y limpias con hierbas.

Cascada Los Tucanes

A las 6:00 horas ya estaban listos los caballos y nos fuimos rumbo a Los Tucanes, entre pronunciadas subidas y bajadas, acompañados del canto de las aves y el grito de los saraguatos. Luego de seguir a pie por una cañada, finalmente estábamos ante la cascada, que tiene como fondo una cortina de roca de 30 metros de altura al que árboles, bejucos y plantas prestan una imagen paradisíaca. En primavera, cuando el calor se torna intenso, este sitio es visitado por bandadas de aves, especialmente tucanes, de ahí su nombre.

Velo de Novia

El riachuelo continúa y 100 metros después desaparece con gran estruendo por una garganta. Don Toño nos explicó que esta es la cascada más espectacular de todas, pero era necesario bajar por otra ruta para llegar a ella. Bien podríamos descender a rappel, pero no todos conocían la técnica, así que nos abrimos paso por una empinada ladera hasta llegar a un cañón fantástico. El agua ha modelado la roca de tal forma, que las grandes paredes, canales y oquedades dan vida a un cuadro portentoso, rematado por la cascada de Velo de Novia, que se precipita deslumbrante desde una altura de 18 metros.

Finalmente, después de recorrer esta tierra de selva y agua, nuestra aventura terminó en el sitio arqueológico Malpasito, un centro ceremonial de la cultura zoque habitado en el periodo Clásico Tardío, entre los años 700 y 900 de nuestra era, desde el cual nos despedimos de nuestros amigos y admiramos por última vez el increíble paisaje de Aguaselva.

Cómo llegar a Aguaselva

Aguaselva se localiza en la sierra de Huimanguillo, en el suroeste del estado. Se entra por la carretera federal 187 que va de la ciudad de Cárdenas, Tabasco, a Malpaso, Chiapas, desviándose a la izquierda un par de kilómetros antes de llegar al pueblo de Rómulo Calzada.

Si se parte de Tuxtla Gutiérrez, se debe tomar la carretera federal 180.

autor Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
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