El antiguo convento de Santa Rosa de Lima: la cuna del mole poblano
Sin lugar a dudas, el antiguo convento de Santa Rosa de Lima es una de las maravillas virreinales de la ciudad de Puebla ¡Conócelo!
Olvídate de la rutina y escápate:
Finca La Concordia, turismo inclusivo y hospedaje en el bosque
Cuando hablamos del legado virreinal en México, pensamos en algunas ciudades muy significativas. Sin lugar a dudas, una de ellas es Puebla. Y es que dicha urbe disfruta de una notable presencia de edificios y elementos arquitectónicos de este periodo histórico. Uno de los más bellos y emblemáticos de la Angelópolis, es el antiguo convento de Santa Rosa de Lima. Conozcamos un poco de su historia.
¿Quién fue Santa Rosa de Lima?
Por principio de cuentas, es conveniente conocer a quien estaba consagrado el convento. Santa Rosa de Lima fue el nombre religioso de Isabel Flores de Oliva. Nacida en 1586 y muerta en 1617, es una santa católica que perteneció a la rama femenina de los dominicos. Fue canonizada por el papa Clemente X en 1671. Entre las personas nacidas en América, Rosa de Lima fue la primera en recibir el reconocimiento canónico de santidad por parte de la iglesia católica.
Fue proclamada patrona de Lima en 1669, además del Nuevo Mundo y las Filipinas en 1670. A razón de que falleció de tuberculosis, es patrona de las personas que sufren dicha la enfermedad.
El antiguo convento de Santa Rosa de Lima
Lo que fue inicialmente construido como el Beaterio de Santa Rosa en 1698, se transformó en el Convento de Monjas de Santa Rosa de Lima en 1745. El complejo religioso fue fundado por las dominicas.
Algo más de un siglo más tarde, debido a las Leyes de Reforma y la Constitución de 1857, todas las propiedades del clero se nacionalizarían, incluyendo el inmueble. Primero fue convertido en cuartel, luego en hospital psquiátrico en 1926. Para el año de 1968 era una vecindad que albergaba aproximadamente más de un millar de personas. Fue hasta 1973 que se convertiría en el Museo de Arte Popular, donde hoy se exponen artesanías propias de las siete regiones de Puebla, así como frescos que pertenecieron al convento.
La cocina del antiguo convento y la creación del mole
La joya del antiguo convento de Santa Rosa de Lima, es sin duda su monumental cocina de tres techos abovedados. Más de un par de centenares de azulejos de Talavera le revisten, haciendo de ella un tesoro arquitectónico de la época. Su frondosa decoración se debe al licenciado Martín de Vallarta, que fue secretario del prelado Pedro Nogales Dávila, arzobispo de la ciudad entre 1708 y 1721. Esto tiene especial relevancia porque se dice que éste espacio fue el que vio nacer al famosísimo mole poblano.
De acuerdo a la leyenda, fue Sor Andrea de la Asunción quien creó el platillo para honrar la visita del Virrey de Nueva España, Tomas Antonio. Chiles, especias, chocolate, fueron combinados por la monja en un delicado, pero complejo platillo. Hoy en día no solo es parte imprescindible del acervo gastronómico de la cocina poblana, sino de todo el país.
¿Quieres escaparte a Puebla? Descubre y planea aquí una experiencia inolvidable