Aurora Reyes fue una mujer crítica y sensible a las injusticias de su tiempo. Esta inconformidad y rebeldía quedó plasmada en su obra pictórica y escrita. A la par, siendo amiga de Diego Rivera y Frida Kahlo, se adentró en el movimiento muralista, convirtiéndose así en la primera mujer muralista mexicana.

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Aurora Reyes, una biografía trágica

Su nombre completo era Aurora Reyes Flores, aunque se le recuerda solo como Aurora Reyes. Esta mujer, de gran talento y sensibilidad artística, nació el 9 de septiembre de 1908 en Hidalgo del Parral en Chihuahua. Sus padres fueron el capitán León Reyes y Luisa Flores.

Desde pequeña, Aurora, se vio forzada a abandonar sus tierras y a mudarse, junto con su familia, a la ciudad de Jiménez, Chihuahua. El paisaje desértico del lugar quedó grabado en su memoria, el cual después evocaría en su obra pictórica.

Situémonos en 1913. En ese momento, la presidencia de México yacía en las manos de Francisco I. Madero y, el abuelo de Aurora, Bernardo Reyes, era leal al gobierno de Porfirio Díaz. Por lo mismo, cuando quiso levantarse contra Madero, Bernardo fue asesinado.

León Reyes, padre de Aurora, decidió llevar a su familia a la Ciudad de México para rendir homenaje a don Bernardo. Sin embargo, comenzó una persecución en contra de los familiares del general caído. Por lo tanto, mientras su padre permanecía en la clandestinidad, Aurora y su familia se vieron obligados a vivir en uno de los barrios más pobres de la ciudad: La Lagunilla.

En ese barrio, doña Luisa Flores se dedicaba a hacer las quesadillas que Aurora tenía que vender. El panorama era desalentador; no obstante, la cercanía de Aurora con el pueblo, le permitió percibir y vivir la realidad mexicana de pobreza y abuso. Estos hechos los plasmaría después en su obra pictórica y escrita.

El inicio de una vida dedicada al arte

Cuando Aurora alcanzó la adolescencia, ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria. Fue en este sitio donde conoció a Frida Kahlo y a Diego Rivera. A partir de ese momento, se volvió muy cercana a dichos artistas. De hecho, fue Rivera quien la acercó al movimiento muralista, convirtiéndose así en la primera mujer muralista de origen mexicano.

Sin embargo, Aurora no duró mucho en la preparatoria. Un año después de haber entrado, su espíritu revolucionario la llevó a manifestarse en contra de una prefecta que no compartía los ideales ni de Bernardo Reyes ni de Diego Rivera. Este enfrentamiento le valió la expulsión.

Luego ingresó a la Academia de San Carlos pero al poco tiempo la abandonó. Aurora se dio cuenta de que prefería ser autodidacta. Poco a poco reafirmó su compromiso social y político y lo plasmó en su arte. También fue parte de distintos grupos como el movimiento intelectual conocido como “Las Pavorosas” y después fundó la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR).

Hasta ahora se sabe que Aurora Reyes dio vida a siete murales. Todos ellos se encuentran en la Ciudad de México. Entre ellos podemos destacar el del Primer encuentro, ubicado en la Sala de los Cabildos en Coyoacán.

No obstante, pese a que Aurora fue la primera mujer en crear murales, también cultivó otras artes como la poesía y la enseñanza. 

Dentro de los poemarios que creó Aurora podemos destacar el de Hombre de Mexico. En este nuestra autora hacía una denuncia en contra del sometimiento al que eran condenadas las mujeres por los hombres y la sociedad en general. En cuanto a la enseñanza, Aurora fungió como profesora de artes plásticas.

Aurora Reyes cerró los ojos para siempre el 26 de abril de 1985. Sin embargo, dejó un legado artístico invaluable y, lamentablemente, poco recordado.

Murales representativos

• Atentado a las maestras rurales, (1936). Se encuentra en El Centro Escolar Revolución.
• Constructores de la cultura nacional, (1962). Fue pintado en el Auditorio 15 de mayo del SNTE.
• Primer encuentro, (1978). Está en la Sala de Cabildos de la Delegación Coyoacán.

Stefany Cisneros Amante de la literatura, de la fotografía y de descubrir los tesoros de México.