Bastón de mando, ¿qué es y qué representa para los pueblos indígenas de México?
El bastón de mando indígena es un elemento de suma importancia. Representa la máxima autoridad y no se puede entregar a cualquiera.
El bastón de mando, ¿qué es y cuál es su historia?
El bastón de mando indígena es un elemento físico con un gran significado pues representa la autoridad máxima, en el sentido político y espiritual, para una comunidad.
El uso de este bastón está arraigado entre diversos pueblos indígenas. Algunos de ellos son los chichimecas-otomíes, de acuerdo con el investigador Alonso Gutiérrez.
Su origen data de la época precolombina. Se cuenta que ya desde ese entonces el bastón de mando era empleado por las culturas mesoamericanas como un símbolo de la autoridad que poseían sacerdotes, gobernantes, así como chamanes y otros líderes espirituales.
Aunque la existencia del bastón data de hace varios siglos, en los últimos años ha tomado relevancia porque en el 2018 le fue entregado al dirigente político Andrés Manuel López Obrador cuando llegó a la presidencia.
Esto convirtió a dicho dirigente en el primer presidente en recibir de forma simbólica la aceptación de los 68 pueblos indígenas de México. Por ello, era un bastón especial y con listones de colores.
Los listones representaban las tradiciones de las comunidades indígenas. Cabe mencionar que Carmelina Santiago, de origen zapoteca, y Longino Hernández, fueron los responsables de cederlo.
¿Qué representa para los pueblos indígenas?
El bastón en sí mismo representa el poder máximo sobre una o varias comunidades, las cuales se someterán ante la autoridad de quien lo recibe. Por ello este elemento no se debe entregar ni por cualquiera ni a cualquiera.
De hecho, sólo los miembros más sabios de las comunidades son quienes lo otorgan a líderes políticos, militares y tradicionales.
Aunque el bastón se entrega por medio de una ceremonia, su significado es muy trascendente. Quien lo reciba también acepta guiar a la comunidad de manera sabia, honesta y anteponiendo los intereses de su gente a los personales.
Debido a esto, el bastón de mando debe tratarse con absoluto respeto, pues de lo contrario a quien se ofende es a la comunidad que confío su autonomía y se sometió ante su líder.
