Botas tribaleras, el calzado transgresor que nació al norte de México - México Desconocido
Buscador
Ver revista digital
Conoce México

Botas tribaleras, el calzado transgresor que nació al norte de México

d8738710692787.5603076647f3f
© Edith Valle G.

Las botas tribaleras son la muestra del imaginario mexicano. Un calzado que transgrede los límites de la moda y que traspasó fronteras.

La cultura popular mexicana es conocida por su versatilidad y estilo único. Las botas tribaleras ilustran a la perfección este hecho. Se trata de un calzado para varones que termina en una punta larga que se levanta hacia la rodilla de aquel que las porta.

Su popularidad se extendió sobre todo en la zona norte de México debido al género musical conocido como tribal guarachero, en el que este calzado es parte esencial de la vestimenta y el baile. Conozcamos más sobre ellas.

El origen de las botas tribaleras

Las botas tribaleras son originarias de Matehuala, en el estado de San Luis Potosi. Surgieron alrededor del año 2010 y alcanzaron gran popularidad con el género tribal guarachero.

También se le conoce como tribal, el cual es un género musical que mezcla tanto técnicas como elementos de la electrónica con cumbia y ritmos regionales mexicanos.

¡Descubre el México Auténtico a través de nuestro podcast!

Posteriormente este calzado se expandió al estado de Nuevo León, así como a los Estados Unidos, principalmente en Texas. Por lo que las botas picudas han traspasado fronteras.

Se trata de un calzado transgresor que retoma el hazlo tu mismo de los punks. Esto se debe a que muchas de las personas que portan las botas picudas, también las fabrican ellos mismos.

Las botas tribaleras se distinguen del tipo de calzado común por tener una punta de entre 30 y 90 centímetros. Sin embargo, hay veces que la punta puede rebasar el metro de extensión. La punta adquiere una forma curveada que sube en dirección de la rodilla.

Tanto los colores como los temas para fabricarlas varía dependiendo de la ocasión. Siendo los espectáculos tribaleros de competencia en donde se alcanzan a ver diseños demasiado exóticos.

También existen otros elementos que completan el vestuario de las botas picudas. Es común que se utilicen con una camisola de cuadros, sombrero y pantalones de mezclilla entubados. Es importante que sean con este corte en específico para que no cubran la bota y se pueda lucir completamente.

Elaboración

Y seguro te preguntas ¿cómo es que los fabricantes logran elaborar este calzado? Los materiales que se requieren para su elaboración pueden variar: manguera de plástico, tornillos, hule espuma, entre otros. Esto es para rellenar y dar forma a la punta curveada.

En cuanto al forro es común que se utilice piel, plástico o tela. Mientras que los accesorios decorativos se limitan a la imaginación de quien las elabora. Se pueden observar diseños diversos con lentejuelas, diamantina, estampados, luces, y mucho más.

Para elaborar la punta se toma la manguera de plástico y se corta en la longitud deseada. Posteriormente con los tornillos y el relleno se le va dando forma a la extensa punta. Finalmente sólo se debe cubrir con el material elegido y si así se desea, adornada con otros elementos.

Cultura tribal

Los mejores eventos para lucir este calzado son los concursos, fiestas y eventos que se hacen en torno a la cultura tribal. Por ejemplo, en Matehuala se hacen concursos en los que se comparan longitudes y diseños de las botas. Otros son los diversos bailes en los que la gente goza de bailar y presumir unas buenas botas.

Para los eventos de baile, las botas no pueden faltar. De hecho se forman grupos que montan coreografías para zapatear con enjundia. De hecho, en muchos lugares es común que si el varón no porta unas buenas botas tribaleras, su pareja de baile se puede rehusar a bailar con ellos.

¿Ya conoces los copilis? Aquí te contamos más sobre este ancestral accesorio

botas picudas mexicanasbotas tribalerassan luis potositribal
autor Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
Comentarios