El Caballito de Reforma, una de las esculturas más controvertidas de la Ciudad de México
Amarillo y con 28 metros de alto, es imposible pasar por alto el Caballito de Reforma. Te contamos lo que no sabías de este monumento
Dicen los estudiosos que en nuestro país la escultura monumental modernista de metal provoca en quienes la observan profundas emociones, ya sea de aprobación o rechazo. Y esta hipótesis claramente se valida con el Caballito de Reforma, uno de los monumentos más emblemáticos de la Ciudad de México, apreciado por unos, desestimado por otros.
El Caballito de Reforma, sustituto de la escultura de Manuel Tolsá
En realidad el monumento solo representa la cabeza de un corcel, y el artista que la concibió, el mexicano Sebastián, la tituló Cabeza de caballo. Está formado por placas de acero recubiertas de un esmalte acrílico amarillo brillante, tiene un diámetro de 10 metros, una altura de 28 metros y pesa 80 toneladas.
Fue inaugurado en 1992 y cumplió dos objetivos: el primero fue sustituir la estatua también conocida como El Caballito, obra realizada por Manuel Tolsá en honor al rey español Carlos IV; y el segundo, funcionar como respiradero de los vapores del drenaje profundo.
Aunque la escultura se inspira en la estatua ecuestre de Tolsá, hoy ubicada frente al Museo Nacional de Arte (MUNAL), el artista evitó representar la conquista y la dominación; de ahí que no tiene jinete y solo evoca la cabeza del animal.
De igual forma, en alguna ocasión, Sebastián comentó haberse inspirado en el sentido olmeca de la proporción, tomando en cuenta solo el tamaño y forma de la cabeza del equino. No obstante, algunos expertos consideran que también abreva de las composiciones geométricas del pintor Georges Braque.
Finalmente, a pesar de que el monumento se ha convertido en un importante punto de referencia citadino, no es del gusto de todas las personas que lo ven.
¿Quién es el creador del Caballito de Reforma?
El autor es Enrique Carbajal González (1947), mejor conocido como Sebastián, quien a lo largo de su prolífica carrera se ha especializado en escultura monumental. Estudió en la Academia de San Carlos y en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM.
Y aunque en países como Japón, Argentina, Brasil, Estados Unidos, Suiza e Islandia podemos encontrar su obra; es en México donde abunda su trabajo; desde Chihuahua hasta Cancún hay más de 40 piezas de su autoría.
Por último, ha recibido múltiples reconocimientos a nivel nacional e internacional; creó en 1997 la Fundación Cultural Sebastián para promover los valores culturales mexicanos, sobre todo en las artes; y cualquiera interesado en su trabajo puede visitar el Museo Sebastián en su ciudad de origen, Chihuahua, que cuenta con una colección permanente del artista.
Y a ti, ¿te gustan sus esculturas?
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