Calabaza de Castilla, fruto mesoamericano esencial en la ofrenda del Día de Muertos
Con miles de años de domesticación en América, la calabaza de Castilla sigue siendo parte no solo del Día de Muertos, sino de nuestra gastronomía
Conocida en el mundo científico como Cucurbita moschata, la calabaza de Castilla es un fruto que se calcula, ha acompañado a los habitantes del continente americano desde hace unos 7,000 años; y de acuerdo con el arqueólogo Enrique Vela, es originaria en estado silvestre del Perú, pero fue domesticada en nuestro país.
La calabaza de Castilla, fruto versátil
Entre sus principales características encontramos que tiene una corteza muy gruesa y dura, una pulpa carnosa de color anaranjado con poca agua, pepitas en su interior y prácticamente se puede aprovechar todita: los brotes tiernos se comen como quelites; sus flores se incluyen en sopas y quesadillas; y la pulpa sirve para preparar el tradicional dulce de calabaza en tacha.
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Igualmente, las pepitas se asan para disfrutarse como botana y son ingrediente indispensable para preparar el pipián. Y por su fuera poco, tiene un alto contenido nutricional pues es rica en proteínas, ácidos grasos, omega 3, fibra, vitaminas A y C, hierro, potasio, magnesio y zinc.
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Producción de este fruto
Si bien en México la calabaza de Castilla es usada para la festividad del Día de Muertos, se cultivan además otras variedades, como la butter, criolla, kabocha y spaguetti. Según el Gobierno de México, la producción anual total de calabaza en 2020 fue de 131 mil 292 toneladas; y de la calabaza de Castilla ese año se produjeron más de 23 mil toneladas.
La calabaza de Castilla conquista el mundo
Junto con el maíz, la calabaza fue uno de los primeros alimentos llevados a Europa y ahí se empezó a cultivar pronto. En cuanto a su nombre, hay una anécdota que cuenta que se la dieron a probar a la reina Isabel de Castilla y como le gustó tanto, decidió nombrarla en su honor, conservando su nombre no solo en España, sino también en México.
Finalmente, si bien nuestro país es el mayor productor de este tipo de calabaza, el fruto ha conquistado los paladares del mundo por su dulzura y se cultiva en grandes cantidades en Estados Unidos, para preparar el pay de calabaza, así como en Italia y Japón.
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