Caminos de piedra, caminos de agua - México Desconocido
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Caminos de piedra, caminos de agua

Caminos de piedra, caminos de agua fifu

La historia confirma que los destinos de muchos pueblos han obedecido a un mito perseguido en el tiempo, como el de los judíos.

La historia confirma que los destinos de muchos pueblos han obedecido a un mito perseguido en el tiempo, como el de los judíos, que en la Antigüedad atravesaron los desiertos en busca de la tierra prometida y que en el pasado reciente regresaron a Jerusalem; como el de los antiguos caballeros cruzados que se arriesgaron hasta Oriente Medio defendiendo la santidad en que creían; como el de Hernán Cortés, que en nombre de la grandeza de España recorrió los caminos de México intentando trasformarlos.

Del mismo modo, persiguiendo su mito colectivo en 1111 salieron los aztecas de Aztlán en busca del lago próspero, el verde y rojo del nopal, el águila y la serpiente, para en 1280 arribar a Chapultepec, por cuyos alrededores se movieron hostigados por la gente de Azcapotzalco, que dominaba gran parte de los lagos, incluyendo los islotes de Tlatelolco y Tenochtitlan. Fue así que llegaron al lago Texcoco, donde se cumpliría su destino. Era 1325 cuando concluyó la peregrinación, año en que sobre un islote se funda México-Tenochtitlan.

Tras levantar las primeras chozas, los aztecas se pusieron a trabajar. Por creencias religiosas o gracias a la estrategia de sus sacerdotes convirtieron en un imperio lo que en principio parecía un pobre enclave. Para lograrlo tenían la decisión y los conocimientos. En Aztlán habían aprendido navegación, irrigación y cultivo en chinampas e ingeniería hidráulica, por lo que los caminos de agua fueron una ventaja para ellos. El lago los dotaba de alimentos, productos para el comercio y fertilizaba las tierras.

A partir de su ciudad construyeron caminos de piedra que los llevarían a los reinos aliados; los anteriormente peregrinos se trasformaron en conquistadores y regresaron a los caminos como valientes guerreros y comerciantes conocedores.

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Los mercaderes indígenas tuvieron gran importancia en el desarrollo de los caminos prehispánicos; los más viejos e importantes, incapaces de emprender las dificultades de un viaje, organizaban caravanas y aconsejaban a los jóvenes. Los vendedores cargaban de todo; para la nobleza mantas, finos lienzos, faldas y camisas bordadas, ámbar, plumas, collares y diademas de oro; para la gente humilde agujas, navajas de obsidiana, piel de conejo, drogas y medicinas. Para el trueque, en los mercados indígenas de las ciudades se utilizaban el cacao y unas pequeñas piezas de cobre en forma de T para el trueque.

En la cumbre de su imperio, los aztecas comprendieron que su peregrinación desde Aztlán había quedado en el misterio y quisieron reconstruir la ruta de sus antepasados; fue así que un grupo de sabios –tlamatinimes– salieron al camino y llegaron hasta Tula, pero no fueron capaces de regresar a Aztlán. Para lograrlo debieron convertirse en míticos naguales y volando regresar a la patria origi-nal, es así que en la confusión de la genealogía territorial de los aztecas permanece con gran fuerza los orígenes del mito. ¿Dónde está Aztlán, qué caminos siguieron nuestros ancestros, dónde comenzó su historia? Los aztecas nunca pudieron saber de dónde venían.

No sólo el conquistador español quemó indicios y borró etapas de la historia de los caminos prehispánicos en nombre de su fe y su corona, también los conquistadores aztecas destruyeron la biblioteca de Azcapotzalco, en la que se contaba la historia del centro de México, debido a que ellos aparecían como un pueblo sin gloria.

Después de tres siglos de dominación colonial, uno de guerras civiles e invasiones extranjeras, concluida la Revolución, la memoria del país había quedado fragmentada y dispersa. Fue necesario volver a recorrer los caminos de la historia.

Fuente: México desconocido No. 332 / octubre 2004

autor Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
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