¿Cómo llegó Santa Claus a la cultura mexicana?
Del Polo Norte a la cultura mexicana, ¿Sabes cómo llegó Santa Claus a México? Aquí te contamos la historia.
La figura de Santa Claus ha formado parte desde hace más de 60 años de las tradiciones y la cultura mexicana durante las fiestas navideñas. Hoy en día este peculiar personaje ha sido asimilado y adoptado por las familias mexicanas. Sin embargo, esto no siempre fue así.
Santa Claus en México
El primer registro que se tiene de su aparición fue en la década de 1920, en varias jugueterías de la antigua Ciudad de México. Años después en 1950 la imagen de Santa Claus apareció de la mano de una famosa compañía refresquera. La asimilación cultural de esta figura fue relacionada con el american way of life, un momento de apertura al exterior y modernización en México.
Un extranjero indeseable
Pero no todo fue tan sencillo, en los años 50 este personaje fue visto como un extranjero, una figura indeseable que representaba los valores de una sociedad de consumo.
Es así como diferentes sectores de la sociedad se pronunciaron en contra del bonachón personaje. Periodistas, empresarios, publicistas escritores e integrantes de la Iglesia católica manifestaron su disgusto. Las demandas afirmaban que la figura de Santa Claus desplazaría a los Tres Reyes Magos.
Adopción de Santa Claus
Los principales sectores sociales que adoptaron a Santa Claus fueron las clases media y alta. Ya que al tener un mayor poder adquisitivo, tenían mayor acceso a los productos extranjeros. La llegada de Santa Claus a la cultura mexicana abrió con mayor fuerza la rama del consumo infantil.
Los medios de comunicación, las agencias publicitarias, el radio, la televisión, la prensa y la industria cinematográfica fueron elementos fundamentales para impulsar la presencia de Santa Claus en México.
Santa contra los Reyes Magos
Poco a poco las figuras de Santa Claus y Los Reyes Magos aprendieron a convivir en las fiestas navideñas mexicanas. Esto ocurrió gracias a distintos factores, por un lado la fácil receptividad de los mexicanos a la influencia estadounidense. Aunado a la derrama económica que favorecía a los comercios durante las fiestas decembrinas.