Costalegre, un mundo tropical en Jalisco
Por donde se mire, en Jalisco hay algo que asombra y enamora, desde bosques de ambiente frío y montañoso hasta lagunas y playas..
No sorprende que las bahías de Jalisco estén dentro de las más admiradas del mundo, no solo por sus bellezas naturales, también por lo pintoresco y diverso de los pueblos que se han construido a la orilla del mar. En esta ocasión visitamos una de las zonas más bellas: Costalegre, un corredor que comprende un litoral de 160 km, localizado entre el puerto de Manzanillo y Puerto Vallarta. Tiene una ubicación privilegiada y bastante céntrica tan solo a 950 km de la Ciudad de México y 400 km de Guadalajara, por lo que cuenta con fácil acceso desde distintos puntos del país. Abarca los municipios de Cihuatlán, La Huerta, Tomatlán y Cabo Corrientes, así como los litorales de Bahía de Navidad, Bahía Tenacatita, Costa Careyes, Bahía de Chamela, Costa Majahuas y Cabo Corrientes. Cada uno tiene un encanto tan distinto y particular que si no fuera por la belleza del mar que comparten sería difícil creer que son vecinos uno del otro.
En esta ocasión visitamos Bahía de Navidad, que pertenece al municipio de Cihuatlán, el más austral del destino, son vecinos del estado de Colima y la puerta sur de Costalegre. Para llegar volamos desde la Ciudad de México al aeropuerto de Manzanillo, apenas se abrieron las puertas del avión el golpe de aire tropical nos dio a bienvenida. Solo bastaron unos 15 minutos de trayecto hasta que llegamos al lugar que habría de hospedarnos: Las Hamacas, un lugar sencillo y encantador con pocas habitaciones, pero muy funcionales que incluyen de todo, aire acondicionado, mosquiteros y una cocineta bastante equipada, ideal para viajes con niños pequeños.
Una primera aventura
Por muy agradable que sea nuestro hotel, todo lo que nos espera está afuera, así que un cambio veloz de ropa es todo lo que necesitaba, salimos hacia el muelle en el que nos esperaba nuestra primera aventura: un paseo en kayak por la Laguna Barra de Navidad, aunque en realidad es un brazo de mar. Fue el comienzo ideal de nuestra estancia, remar por las tranquilas aguas del manglar permite el avistamiento de aves e incluso de algunos peces que nadan apacibles cerca de la superficie. El kayak permite ir más allá de donde las embarcaciones con motor pueden ir, así que es posible remar por la marina, entre veleros y yates, disfrutando el recorrido del malecón desde el agua, saludando a los vecinos. Remar nos dejó un poco cansados así que una rápida cena en uno de los encantadores restaurantes de San Patricio era lo único que se antojaba antes de cerrar el día.
La belleza del agua
Al día siguiente nos dedicamos por completo al mar, así que salimos temprano en la lancha “Teresita” a recorrer las bahías de Navidad y Tenacatita después de un breve recorrido encontramos el punto perfecto para hacer snorkel y admirar la belleza del arrecife y los peces que lo habitan, azules, amarillos, rojos, todos conviviendo conscientes del hermoso espacio en el que viven. Antes del atardecer llegamos en la lancha hasta un La Vena, un restaurante tropical en toda regla donde la comida es fresca, abundante y deliciosa y, por si fuera poco, está en una playa virgen conocida como Los Ángeles Locos. Casi sobra decir que los atardeceres aquí, como en todo el Pacífico son contundentes y difíciles de describir, ya que su belleza y las sensaciones que produce atestiguarlo hay que vivirlas para entenderlas.
Amanecer en Melaque
Pero no solo el atardecer es mágico en Costalegre, los amaneceres, nos dijeron, son casi igual de espectaculares, así que nos desmañanamos emocionados por el espectáculo, y es que Jalisco nunca decepciona y fue el caso del hermoso amanecer que el mirador de Melaque nos regaló.
Cuando el solo ya estaba pleno en el cielo, emprendimos una caminata por el bosque tropical El Choncho, caminamos unos 20 minutos por un hermoso bosque casi intocado que permanece escondido, discreto y silencioso como para no ser descubierto. La caminata nos condujo hasta la rivera del rio EL Choncho en donde pudimos darnos un chapuzón en un ojo de agua prístina y templada que baja desde el cerro. La escena era casi onírica, pero era hora de regresar a la realidad, así que emprendimos el viaje de regreso no sin antes hacer una última parada en un destino único.
Cuastecomates, una playa para todos.
Dejando de lado la belleza de esta pequeña bahía, lo que verdaderamente la distingue es ser la primera playa 100% incluyente de Jalisco. Cuatecomates es, como lo dice en su señalética, un pueblo para todos, aquí pueden disfrutar todas las personas con capacidades diferentes de tipo intelectual, motriz, visual, psicosocial, auditiva y múltiple. Aquí encontramos guía podotáctil, indicaciones en Braille, un andador de madera que permite el desplazamiento de personas con discapacidad física o motora y un área especial para mascotas con bebederos y zonas de descanso para animales de servicio y compañía.
Recientemente todas estas adecuaciones han sido renovadas gracias al Gobierno de Jalisco y la Secretaría de Turismo de Jalisco en conjunto con el gobierno municipal de Cihuatlán. Se remodelaron los andadores para sillas de ruedas empleando 37 mil kilogramos de plastimadera, lo que garantiza, no solo la sostenibilidad, –es un material 100% ecológico hecho a base de plástico reciclado– además lo hace más durable y seguro para los usuarios.
Dónde dormir y comer:
Bungalows Las Hamacas
Gómez Farias #13, Col. Centro, 48980 San Patricio Melaque, Jal.
lashamacas.com.mx
[email protected]
T. (315) 355 5113
Proveedor de aventuras:
Pacific Adventures
Gómez Farias #595
T. (315) 355 5298
WhatsApp (315) 100 4999
pacificadventures.mx
[email protected]
