Coyoacán bocado a bocado, recorre los restaurantes de la calle Francisco Sosa
Comer delicioso y descubrir rincones de la Ciudad de México en uno de sus barrios más antiguos y tradicionales. Encuentra en una de las calles más lindas de Coyoacán toda la oferta gastronómica, ¡y lánzate a probarla!
Una de las calles más bonitas de Coyoacán es sin duda Francisco Sosa, con mucha historia y establecimientos para disfrutar de eventos culturales, disfrutar de las fachadas y, por supuesto, comer delicioso en uno de los barrios más bellos de la CDMX. La mejor manera para descubrir todo lo que esta vía ofrece es con un paseo a pie, que podrás recorrer una y otra vez y no te cansarás de ver todo lo que esta arteria reúne. Estos son los restaurantes de Francisco Sosa en Coyoacán, ¿ya los conoces?
Restaurantes en Francisco Sosa de Coyoacán para comer delicioso
Merendero Las Lupitas
Uno de los restaurantes en Coyoacán de mayor tradición, de los favoritos para desayunar en este tradicional barrio de la ciudad. Desayunos clásicos y mexicanos, perfecto para cumplir con antojo de chilaquiles, enchiladas o huevos al gusto. No falta el pan de olla y el pan dulce para comenzar con la jornada. Te sentirás en un ambiente familiar porque está en una antigua casa.
Dónde: Jardín Santa Catarina 4, Del Carmen Coyoacán.
Moheli
Un espacio para disfrutar de la gastronomía mexicana con un sazón casero. Destaca por su patio arbolado, perfecto para mitigar el calor en las tardes de verano. Para lo mismo, puedes pedir una cerveza de su interesante carta que apoya la producción artesanal y local de estas bebidas. Las crepas de huitlacoche con crema de calabaza y las enchiladas de mole con pollo están entre los platillos favoritos.
Dónde: Francisco Sosa 1, Del Carmen Coyoacán.
Cafeterías con jardín para leer y descansar
La Mano Jardín
Este espacio, que también tiene una tienda de diseño mexicano, es un oasis para desconectarse y disfrutar de las cosas simples de la vida, como el aire fresco y el sol. En sus mesas del jardín podrás disfrutar de un café y una rebanada de pastel, todo es delicioso. Su concepto es ligero pero muy rico, para consentir paladar y alma. Te encantará el café de olla y el pan dulce hecho en casa junto con las enfrijoladas para el desayuno. Los tacos de camarón y las cervezas son el mejor plan para la comida.
Dónde: Francisco Sosa 363
La Pause
Este lugar es muy bello y a los citadinos nos recuerda a esos rincones acogedores que visitamos fuera de la ciudad, como visitar la casa de algún familiar. Es una gran opción para tomar un café y hacer una pausa, como su nombre lo sugiere, antes de continuar con el paseo por Coyoacán. El fin de semana se llena, especialmente para el desayuno porque es uno de los restaurantes de Francisco Sosa favoritos para comenzar el día.
Dónde: Francisco Sosa 287
Aurelia
Al interior de la Casa de Cultura Jesús Reyes Heroles se encuentra esta cafetería en Coyoacán, ideal para hacer una pausa y consentirse. No la encontrarás a simple vista, pues está al fondo del complejo cultural, ubicado en una antigua casa colonial del barrio. Puedes comprar tu café y caminar por el gran jardín u ocupar alguna de sus bancas y disfrutar del canto de los pajaritos del lugar.
Dónde: Francisco Sosa 202
Restaurantes en Francisco Sosa para probar comida internacional
- Happy Báhn Mí. Este restaurante de comida vietnamita lleva el nombre de una de las delicias callejeras en Vientam que puedes probar aquí: un sándwich de carnes marinadas, verduras frescas, verduras encurtidas y aderezos de la casa. (Francisco Sosa 266)
- La Atlántica. Convenientemente frente a la casa de la Compañía Nacional de Teatro, este lugar ofrece un menú breve pero delicioso, con opciones ligeras y rápidas para comer como tortilla española, sándwiches, tapas, café y postres. (Francisco Sosa 148-A)
- Montmartre. Oui, se trata de un francés muy mexicano, con quiches, crepas, pastas, omelettes y otras delicias de la cocina francesa con ingredientes nacionales. (Pino 6, Santa Catarina)
Comida para llevar
Una de las compras más irresistibles que podemos realizar es la de comestibles para llevar a casa y continuar con uno de los placeres de la vida que es comer. Entre los restaurantes de Francisco Sosa en Coyoacán hay algunos establecimientos que ofrecen productos para llevar, como las Barricas Don Tiburcio (Francisco Sosa 243) con una extensa selección de vinos, charcutería, quesos, embutidos y demás delicias para acompañar tus favoritos de la cava.
Il Porto D’Italia Gourmet (Francisco Sosa 9) es una tiendita de abarrotes, ¡pero italiana! Ideal para el chef que todos llevamos dentro y para darle gusto al antojo con la serie de botanas y productos preparados. Vale la pena tan solo entrar para curiosear y ver los productos de sus estantes.
La Pastelería Cocoa (Presidente Carranza 291-3) ofrece una carta de desayunos sencilla pero cumplidora, es también perfecta para sólo tomar café con un postre o para llevar a casa. Si prefieres un café árabe, debes probar el de la cafetería Jekemir (Francisco Sosa 165), que está justo enfrente, al interior de una plaza comercial. Tienen pastelería árabe y botana libanesa para darse un gusto con el dulce. Puro Gusto (Franciso Sosa 103) es una chocolatería con producto artesanal hecho en casa, pero también tienen otras golosinas como dulces típicos mexicanos, fruta enchilada y confitería a granel.
Y para seguir con el placer dulce, hay que pasar a Aranzazú (Francisco Sosa 135), una pastelería que siempre tiene frescas delicias para los más golosos. La Tatin (Francisco Sosa 266) es para los amantes de la tarta de manzana, que aquí es su especialidad. También, a unos cuantos pasos está Il Vicolo Panadería (Francisco Sosa 32) quizá el más pequeño de los establecimientos de esta calle, ¡pero uno de nuestros favoritos! Amantes del pan, que no se te vaya este pequeño local porque tienen piezas recién horneadas, de masa madre, simplemente deliciosas.
¿Quieres escaparte a Ciudad de México? Descubre y planea aquí una experiencia inolvidable
José Ángel Araujo Corredor, amante de los perros y apasionado de la comida. Escribo sobre comida, viajes y estilo de vida. Mi historia de amor con la comida comenzó cuando apenas era un niño, observando a mi mamá volando en la cocina como un colibrí. Amo los viajes que me dejan con el corazón contento, y unos kilitos de más.