¿Quiénes son los descendientes de Benito Juárez más notables?
Benito Juárez dejó un legado perdurable que trasciende generaciones. Su influencia continúa resonando en distintos ámbitos de la sociedad mexicana.
Pocos conocen la historia sobre los descendientes de Benito Juárez, el emblemático presidente indígena de México. Algunos de ellos pasaron a la historia viviendo bajo la sombra del Benemérito de las Américas, aunque hay algunos que destacaron un poco más.
Benito Juárez conoció en su natal Oaxaca a Margarita Maza, con quien contrajo matrimonio el 31 de julio de 1843. El matrimonio procreó doce hijos, de los cuales nueve eran mujeres y los tres restantes, varones. Sin embargo, la familia se enfrentaría a las vicisitudes de la vida, pues de los hijos que Juárez y Maza tuvieron, sólo sobrevivieron cinco.
Benito Juárez Maza, gobernador de Oaxaca
Benito Juárez Maza nació en 1852 en la ciudad de Oaxaca. Para seguir los pasos de su padre, inició la carrera de Leyes en la Escuela Nacional Preparatoria, pero cuando el Benemérito fallece en 1872, renuncia a sus estudios. Juárez Maza tenía 20 años de edad.
En París, contrajo nupcias con una ciudadana gala, María Klerian, en 1888. Poco tiempo después, Juárez Maza regresó a México con su esposa. De este matrimonio no hubo descendencia y por fotografías se sabe que ambos eran afectos al lujo y el dispendio.
También fue allegado al presidente Porfirio Díaz. Con el estallido de la Revolución Mexicana y el exilio de Díaz en Francia, el destino de Juárez Maza cambió. En ese momento llega por fin a la gubernatura de Oaxaca en su segundo intento, en 1911. Sin embargo, un año después, muere por un infarto fulminante en abril de 1912, a los 59 años.
Descendientes contemporáneos de Benito Juárez
Los descendientes del expresidente de la República Mexicana, quien se convirtió en un héroe de la nación, se han extendido a lo largo de varias generaciones. Sin embargo, herederos del linaje de Juárez contemporáneos son ya la quinta generación de la familia.
Una de las más destacadas es Rosa Elena Sánchez Juárez, quien es tataranieta de la quinta generación de la familia Juárez Maza. Con el tiempo se convirtió en una destacada figura pública, pues ha participado en algunos homenajes al Benemérito de las Américas.
Convirtiéndose así en la portavoz de la familia ante los medios de comunicación y diversos gobiernos de la República.
Por otro lado también se encuentra, Luis Sainz Obregón, tataranieto de Benito Juárez. Él y su familia son originarios de Guanajuato y mantienen vivas sus raíces en esta tierra, preservando su legado de generación en generación.
Árbol genealógico cuarta generación
Luis Obregón Santacilia -abuelo de Luis Sainz-se casó con María de la Luz Mendoza, quien era originaria de San Luis de la Paz. De este matrimonio nacieron Laura, Antonio, Alicia, María Luisa y Guadalupe Obregón Mendoza.
No obstante, la primera esposa de Luis Obregón falleció, por lo que al enviudar se casó con Enriqueta Regil. Con ella tuvo a una hija que lleva por nombre Enriqueta Obregón Regil.
Luis Sainz, tataranieto de Benito Juárez
Luis Sainz Obregón es hijo de Laura Obregón Mendoza y Pablo Sainz Huerta. Él junto con su familia vive desde entonces en Guanajuato.
Sin embargo, en una entrevista que Sainz Obregón ofreció para La Silla Rota, especificó que Benito Juárez sólo tuvo un descendiente varón: Benito Juárez Maza. Él fue gobernador de Oaxaca, pero no tuvo hijos, por ello el apellido Juárez se perdió.
En la cima de este árbol se encuentran los rostros de Benito Juárez y Margarita Maza, cuyas ramas representan a los descendientes que ahora residen en Guanajuato. El apellido Juárez, aunque no se perpetuó por línea directa, ha dejado una huella perdurable en esta tierra
¿Dónde viven?
Los descendientes del Benemérito de las Américas viven en la hacienda de San Juan Pan de Arriba, ahora en manos de la familia, sirve como testigo silencioso de esta historia ancestral.
En la comunidad de San Juan Pan de Arriba, en San Diego de la Unión, Guanajuato, se alberga la finca, erigida por frailes franciscanos en 1670, y que ahora es propiedad de la familia Santacilia-Obregón-Juárez, cuyos ancestros han habitado discretamente en este lugar histórico durante generaciones.
La presencia de los descendientes de Benito Juárez en Guanajuato ha perdurado por más de un siglo, marcando un vínculo duradero entre la historia de México y esta tierra fértil.