El amigo que plagió las cartas de Emilio Fernández para quitarle a su enamorada
Cuando Emilio "El Indio" Fernández vio "Lo que el viento se llevó", se enamoró perdidamente de Olivia de Havilland, cometiendo el error de decirle a su amigo Marcus Goodrich que le ayudara a enamorarla.
En 1939, el mundo quedó enamorado de una película estadounidense llamada Lo que el viento se llevó. Vivien Leigh y Olivia de Havilland, las dos actrices protagonistas del encumbrado film, dejaron prendados a millones de hombres con su belleza, uno de esos tantos fue un mexicano llamado Emilio “El Indio” Fernández.
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Pero él, a diferencia de otros miles de admiradores de las divas en todo el planeta, tenía una posibilidad (aunque sea pequeña) de no vivir solo de fantasías y conseguir algo real con las actrices, bueno más bien con Olivia, que fue quien lo cautivó en pantalla.
Emilio «El Indio» Fernandez y Marcus Goodrich
Antes de continuar recordemos que para 1939, Emilio “El Indio” Fernández, ya había participado en las películas estadounidenses Torrent y Gitanos, films en los que consiguió varias amistades, entre ellas la del guionista y novelista Marcus Goodrich.
Habría sido a Goodrich a quien el actor mexicano le pidiera que lo contactara con la hermosa Olivia, y así lo hizo, pero luego le pidió un segundo favor: que le tradujera al inglés las cartas de amor que él le hacía a ella en español.
Marcus Goodrich aceptó hacer de traductor e incluso de mensajero, pues él mismo era quien le llevaba las misivas de “El Indio” Fernández a Olivia de Havilland.
Las cartas de Emilio a Olivia de Havilland
Sobre qué decían aquellas epístolas no se tiene el menor registro, pero teniendo como antecedente que Emilio, en lugar de rosas, envió 12 luciérnagas vivas en una cajita a Dolores del Río para ganarse su amor, aquellas cartas debieron haber contenido una prosa idílica, tanto que ni su amigo novelista podía superar.
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Por eso Goodrich las usó, ahora, para enamorar epistolarmente a Olivia, pues con tantas visitas para entregarle las cartas que le escribía el actor mexicano, solo era cuestión de tiempo para que la atracción se diera. Entonces empezaron una relación a espaldas de “El Indio” Fernández.
Seguramente el actor, quien participara activamente en la Revolución Mexicana, estuvo en contacto con la actriz sin saber que ella ya había empezado un amorío con el amigo en común de ambos. Así que no perdió la esperanza de, algún día, estar con ella.
La calle de Coyoacán llamada Dulce Olivia por capricho de Emilio Fernández
De hecho Emilio estaba tan enamorado que le cambió el nombre a la calle en Coyoacán donde vivía, renombrándola como Dulce Olivia, a fin de conquistar a la estadounidense. Para ello buscó la ayuda del presidente de la República, Miguel Alemán, quien aprobó el capricho del actor y ordenó que ninguna otra autoridad se opusiera al cambio.
Pero ni así logró que Olivia corriera a sus brazos. La estadounidense terminó por casarse con Goodrich en 1946, terminando con la esperanza romántica de “El Indio” Fernández para siempre.