El convento de San Francisco, maravilla del siglo XVI (Tlaxcala)
Al sureste de la plaza principal de Tlaxcala, por una calzada arbolada con vetustos fresnos, se llega al ex convento de San Francisco de Nuestra Señora de la Asunción, erigido entre 1537 y 1540.
Al sureste de la plaza principal de Tlaxcala, por una calzada arbolada con vetustos fresnos, se llega al ex convento de San Francisco de Nuestra Señora de la Asunción, erigido entre 1537 y 1540.
El ex convento alberga a la catedral de Nuestra Señora de la Asunción, de fachada austera pero de gran valor histórico y artístico que nos recuerda los conventos-fortaleza de la Edad Media europea.
El techo del templo, algo inusual en México, es de dos aguas y carece de cúpulas; consta de una sola nave y su única torre está separada de la iglesia. En la parte interior el techo ostenta un artesonado de madera, estilo mudéjar, catalogado como el más importante de México, con un valor artístico incalculable. El altar principal, de estilo barroco, data del siglo xvii y contiene importantes pinturas, esculturas y columnas de madera tallada, entre ellas un óleo que representa el bautismo de un noble tlaxcalteca, con Hernán Cortés y la Malinche como padrinos. La pila de bautismo se encuentra en la recién restaurada capilla de la Tercera Orden.
Lo que fuera la casa conventual hoy está ocupada por el Museo Regional del estado. También son dignos de mención la capilla de la Preciosa Sangre con un antiguo Cristo de caña de maíz, la capilla abierta de forma hexagonal y la capilla posa.
El convento de San Francisco es uno de los monumentos más notables del virreinato. Ha sido rescatado y conservado gracias al esfuerzo de los tlaxcaltecas, orgullosos de su pasado, tanto indígena como colonial.
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