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Fray Diego de Landa: el hombre que quemó los últimos códices mayas

Yucatán
fray

El misionero Fray Diego de Landa creyó que una red clandestina de mayas buscaban imponer la adoración del demonio en la Península, por eso inició la destrucción de códices y objetos sagrados.

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Fray Diego de Landa, el religioso que quemó códices mayas

La noche del 12 de julio de 1562 una hoguera iluminó las oscuras calles de Maní, Yucatán. Aquel fuego era alimentado con objetos sagrados y sobre todo con los 40 códices en los que se explicaba toda la vida e historia de los mayas.

Tras la quema de sus ídolos e identidad algunos indígenas se suicidaron. La orden para ejecutar esta destrucción la dio Fray Diego de Landa Calderón, un misionero franciscano de 38 años de edad a quien la iglesia le encomendó convertir a los nativos al catolicismo.

Pero no nos adelantemos. Unos 13 años antes de esta quema de los ídolos y documentos mayas en Maní, Fray Diego de Landa emprendió un viaje de aprendizaje sobre la cultura maya con la paciencia de un antropólogo, se le conoció como el misionero que más caminó por montañas y selva de la Península de Yucatán, para saber lo más posible de esa cultura.

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Así el fraile fue ganando la confianza de los pobladores, quienes terminaron por mostrarle algunos escritos sagrados, al verlos no hizo nada, no era el momento, aunque se cree que vio aquello como creencias diabólicas.

Durante estos años De Landa se fue haciendo a la idea de que en Yucatán existía una red clandestina de “apostatas” mayas que querían empoderar a las fuerzas demoniacas antes de que lo hiciera el catolicismo, sintió que tenía que hacer algo para evitarlo.

El inicio de la destrucción

Para 1562 la Inquisición Española estaba en su momento cumbre. Fray Diego de Landa Calderón, vio en esto el momento perfecto, ordenó que se realizara en Maní un Auto de Fe, una figura de la Inquisición que obligaba a potenciales creyentes de cosas del demonio a arrepentirse en actos públicos para que así el resto de los habitantes, que en aquellos eventos fungían como espectadores, supieran a que se atenían.

Leer: Los mayas que rechazaron ser conquistados

Un número desconocido de mayas fueron llamados al Auto de Fe, se les torturó para que reconocieran su fanatismo por dioses alejados de la fe cristina, todo esto sin la autorización de las autoridades católicas.

Los terribles hechos llegaron a conocerse por los altos mandos de la iglesia en España, por lo que De Landa tuvo que viajar al país ibérico en busca de defenderse, de hecho lo logró y no obtuvo castigo alguno.

Una atrocidad irreparable

Se cree que Fray Diego de Landa Calderón se arrepintió años después de las atrocidades que hizo pues en 1566 escribe su libro Relación de Cosas Notables de Yucatán en donde trata de describir cómo era el mundo maya que encontró, luego escribió una doctrina cristiana en lengua maya que mandó a imprimir a Ciudad de México en 1575.

Pese a sus esfuerzos el daño no se reparó jamás, porque sus escritos sobre la vida maya no eran exactos y por el contrario resultaban contradictorios y mentirosos, lo que llevó a investigadores como Chales Étienne Brasseur de Bourbourg a fallar en la traducción de los códices mayas que no fueron destruidos.

Para 1950 el lingüista ruso Yuri Valentínovich Knórozov desechó oficialmente cualquier documento hecho por De Landa, por no servir para entender la lengua de esta cultura.

Referencias: 

Fray Diego de Landa:  Una contradicción

Diego de Landa

Fray Diego de Landa Calderón

Wikipedia

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historia de los mayasmaniyucatan
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