El lago de Camécuaro, aguas turquesas rodeadas de árboles
En Michoacán existe un rincón mágico que todo viajero debe visitar. Se trata del lago de Camécuaro, el cual regala un paisaje alucinante a quien lo visita.
Vive una experiencia única:
Adrián Téllez, guía de turistas Tlalpujahua y mariposas monarca
En Michoacán existe un rincón lleno de belleza y magia: el lago de Camécuaro.
La leyenda del lago de Camécuaro
Cuenta la leyenda que Huanita era una princesa que estaba enamorada de Tanganxuhán, sobrino del fundador del imperio purépecha. Pese a que su amor era correspondido, el vínculo se vio frustrado, pues Huanita fue secuestrada por un sacerdote llamado Candó. La princesa permaneció encerrada en una yácata, un inmueble prehispánico con forma piramidal. El sufrimiento de Huanita llegó a tal grado que comenzó a llorar inconsolablemente, y de sus lágrimas se formó el lago de Camécuaro, también conocido como «el lago de la tristeza oculta».
Tanganxuhán decidió ir a salvar a su amada. Cuando Candó se percató de lo que sucedía, intentó evitar que la princesa escapara. Tanganxhuán disparó una flecha contra el sacerdote, el cual quedó clavado en un árbol de sabino. De dicho árbol comenzaron a manar aguas de color turquesa.
Además de la leyenda de su origen. Los pobladores relatan que por las noches una mujer hermosa se aparece a los hombres. Cuando los hombres tratan de acercarse a ella, la mujer los toma y los sumerge en las profundidades del Camécuaro.
El lago de Camécuaro, el paraíso purépecha
Este bello lago formado por ojos de agua se encuentra ubicado en el municipio michoacano de Tangancícuaro, a tan sólo cinco horas de la Ciudad de México. Debido a su belleza, el presidente Lázaro Cardenas no dudó en convertirlo en Parque Nacional en 1940. La profundidad máxima del lago es de 6 metros y su extensión es de 1,400 metros.
“Es necesario asegurar la conservación permanente de aquellos lugares de belleza natural como el Lago de Camécuaro, Municipio de Tangancícuaro, del Estado de Michoacán, que es además un lugar íntimamente ligado con las tradiciones tarascas”.
Parte del texto del decreto presidencial de 1940.
Actualmente, en el lago de Camécuaro se pueden disfrutar de varias actividades. Aunque sus aguas cristalinas son frías, es posible nadar en el gran estanque rodeado de árboles de fresno, coníferas y, por supuesto, sabinos. El paisaje es tan hermoso, que no debes perder la oportunidad de sacar tus mejores tomas.
Si deseas algo más contemplativo, existe la posibilidad de viajar en una barca o recorrer su periferia en bicicleta. También puedes aprovechar y bucear en las profundidades del lago. Para terminar tu día, puedes acampar en las inmediaciones del lago, el parque cuenta con área de acampar segura y con servicios. Asimismo, no pierdas la oportunidad de probar los platillos típicos, hechos con las recetas más tradicionales.
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