El Parque Bicentenario de la CDMX, un maravilloso espacio verde
Acompáñanos en este recorrido por el Parque Bicentenario de la Ciudad de México, un oasis de 55 hectáreas donde podrás conocer el ecosistema mexicano.
En el marco de las celebraciones del Bicentenario de la Independencia de México, nuestra capital fue engalanada en el año 2010 con un nuevo pulmón verde de sofisticada concepción, un espléndido espacio de convivencia natural en el poniente de la ciudad, un oasis de 55 hectáreas donde el paseante va descubriendo muchos de los ecosistemas de nuestra geografía, en un ejercicio lúdico y revelador, entre humedales, chinampas, orquídeas, y bosques tropicales y de encinos, y todo en un mismo lugar, perfectamente abarcable y respirable, una experiencia sin duda gratificante y por supuesto para toda la familia.
El Parque Bicentenario
El parque está dividido en cinco grandes áreas temáticas, la primera, que se descubre justo después de cruzar la entrada, es el Jardín Natura, que sorprende con sus bellos invernaderos, canales, estanques, chinampas, tulares, plazas, y estilizadas estructuras geométricas que son el abrigo de talleres creativos y de imaginación. Un poco más allá, cruzando la Plaza de las Rosas, se revela el Jardín Viento que cuenta con un atractivo auditorio y un amplio espacio natural, prácticamente circular, ideal para descansar y ver pasar el tiempo, claro escuchando todo lo que el viento tiene que decir. Una vez que se decide abandonar las brisas o a veces quizá las ventiscas, sobre los senderos peatonales aparece en escena el Jardín Tierra con sus bellas extensiones verdes con veredas y ciclopistas que invitan a extraviarse despistadamente e ir hallando algunos de los secretos del parque, como por ejemplo, la exquisita campana coreana que nos regaló el gobierno de este país, o quizá el primer árbol que se plantó en el parque que es un bello ahuehuete que ha merecido una íntima plazoleta natural que lo protege.
Cuando se deja la tierra, surge el Jardín Sol, en donde está el museo del parque que periódicamente organiza exposiciones plásticas, tecnológicas, etc. Finalmente, el sol es el preludio del agua, y el Jardín Agua se expresa con un soberbio lago artificial que en su embarcadero, los fines de semana, tiene lanchas para recorrer el cuerpo de agua que por supuesto ofrece algunos de los panoramas más seductores y atractivos del parque.
El Jardín Natura
Como sea que se aborde y recorra el parque, en algún momento hay que regresar al Jardín Natura para abrazarlo con todos los sentidos, para explorar sus rincones más íntimos.
Son imperdibles los invernaderos que albergan el bosque mesófilo de montaña y el bosque tropical perennifolio, entre ambos hay un laberinto natural y frente a ellos un bosque de encinos, otro bosque de coníferas, y matorrales xerófilos de las zonas áridas mexicanas, la visita de estas áreas son especialmente deliciosas; y un poco más adelante, no son menos atractivas la zona de tulares, las exóticas chinampas con cultivos variados, y por supuesto, el extraordinario orquidario que regala extravagantes variedades de esta planta que ya la aristocracia azteca cultivaba y exhibía como una posesión símbolo de opulencia y ostentación.
Frente al auditorio y el Jardín Viento, se esconde entre la maleza el invernadero, que alberga en su seno un ecosistema desértico, cactáceas, choyas y órganos imponentes habitan este espacio de silente atmósfera, un sosegado espacio que remite al visitante a los lejanos desiertos mexicanos de Chihuahua y Sonora, a esos páramos eternos, insalvables, inalcanzables, de áridas crestas y arenales montuosos, bastos, ariscos, inapelables…
Otras áreas imperdibles, amenas y placenteras
Por supuesto que habrá quienes prefieran la actividad física y la adrenalina, y el parque está muy bien equipado en este sentido, entre los jardines de Viento y Tierra se encuentra la zona de campos deportivos, aquí los deportistas cuentan con canchas de voleibol playero, basquetbol, futbol rápido, pista de skating, un área para patinetas, ciclopista y trotapista.
Frente a las oficinas del parque, a un costado de la hermosa Plaza de las Rosas, se encuentra un espacio destinado a los juegos infantiles, aquí mismo hay una edificio con las mismas características arquitectónicas de los invernaderos que aloja un espacio para exposiciones temporales; finalmente, el parque acoge también, en el Jardín Tierra, un espacio maravilloso para picnics y convivios familiares.
Lo que debes saber…
- La entrada al parque es gratuita y tiene un horario de martes a domingo de 7 de la mañana a 6 de la tarde.
- El Parque Bicentenario se encuentra en la Avenida 5 de Mayo número 290 en la Colonia San Lorenzo Tlaltenango, en la Delegación Miguel Hidalgo.
- La alternativa del metro resulta muy recomendable ya que la entrada del parque está justo frente a la estación de metro Refinería de la línea naranja.
- Ahora que si se prefiere llegar en automóvil – el parque tiene magníficos estacionamientos – conviene tomar el Circuito Interior y salirse en Marina Nacional, en el entronque de esta avenida con la de Legaria hay que tomar la Avenida Aquiles Serdán que cruza la Avenida 5 de Mayo, justo en esta esquina inicia el Parque Bicentenario.
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