Guapaque, fruto exótico que deleita paladares

Dentro de la diversidad frutal de México, que no es poca, existen algunos frutos mexicanos exóticos, raros y difíciles de encontrar. Este es el caso del guapaque (Dialium guianense). Se han hecho investigaciones que aseguran que su cosecha se restringe a la vertiente del Golfo, como Veracruz; sin embargo, podría decirles que únicamente los he visto en Chiapas, Campeche y, principalmente, en Tabasco.

Esta extraña fruta parece un tamarindo pequeño, del tamaño de una uva. La cáscara, el color de la pulpa e incluso la semilla son similares a los del tamarindo y, por si fuera poco, el sabor se asemeja bastante, por sus notas agridulces, pero a diferencia de este su cáscara se quiebra con facilidad con la yema de los dedos y su pulpa es una especie de esponja afelpada, como terciopelo, muy agradable al paladar. Se come al natural o en bebidas refrescantes. Los antiguos moradores de Tabasco acostumbraban poner una buena cantidad de guapaques al centro de la mesa para comerlos mientras platicaban.

Una forma muy común de comerlo era cocinar la pulpa con un poco de agua, azúcar o piloncillo. Hablo en pasado porque esta fruta desaparece vertiginosamente, a veces siento que solo me queda el recuerdo de su sabor.

Dato curioso

Otros nombres con los que se le conoce son guacho, guash, huapaque, huapake, palo lacandón, paque o paqui.

Ricardo Muñoz-Zurita Chef e investigador de la cocina tradicional mexicana. Colaborador de MD ¡desde hace más de 5 años!