Historia de la colonia Condesa y la viuda aristócrata que le dio nombre
La colonia Condesa es una de las zonas más emblemáticas de la CDMX, pero ¿sabías que su nombre proviene de la condesa de Miravalle?
Sin lugar a dudas, la colonia Condesa, en la Alcaldía Cuauhtémoc, es una de las zonas más atractivas de la Ciudad de México, por sus restaurantes, bares, tiendas, avenidas arboladas, parques y arquitectura.
Sin embargo, pocos saben que su nomenclatura proviene de una acaudalada aristócrata novohispana, María Magdalena Dávalos y Orosco, heredera del título y del mayorazgo de los Condes de Miravalle en el siglo XVIII.
De la condesa se sabe suficiente gracias a una serie de cartas que intercambió con su yerno, Pedro Romero de Terreros, -también noble de origen español con gran riqueza-, con quien se escribió entre 1756 y 1766.
Vida y obra de la aristócrata que dio su nombre a la colonia Condesa
María Magdalena Dávalos y Orosco nace en la Ciudad de México en 1701 y a los 18 años contrae matrimonio con Pedro Trebustos y Alvarado. Ese momento marcaría el inicio de su historia con la colonia Condesa.
Y es que, gracias a su matrimonio, recibe de sus padres más de diez mil pesos en bienes muebles; así como el usufructo de siete haciendas y ranchos en el noroeste de México; y una hacienda en Tacubaya, en lo que era las afueras de la Ciudad de México.
No obstante, diez años después, muere su esposo aún joven y años más tarde, fallece también su padre; por lo que la condesa, con nueve hijos pequeños, no tiene otra opción que aprender a administrar sus propiedades para pagar las deudas adquiridas por su marido y su padre; y también, para mantener a flote su familia.
De esta manera, con el paso de los años, Doña María Magdalena se transforma en una administradora diligente y como tal, cada semana visita su hacienda de Tacubaya e invierte en mejoras para aumentar el valor de su propiedad.
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Una hacienda en expansión
Asimismo, compra más tierras en Tacubaya para añadirlas a la hacienda, hasta que esta alcanza una extensión aproximada de 160 mil metros cuadrados, abarcando lo que actualmente son las colonias Condesa, Hipódromo Condesa y parte de la Roma Norte. En esa coyuntura, la hacienda recibe por primera vez el nombre de La Condesa.
Finalmente, Doña María Magdalena muere en 1777 y con el paso de los años, sus hijos venden poco a poco sus terrenos, entre ellos la Hacienda de La Condesa, para después regresar a España.
De esos tiempos lejanos hoy solo queda el nombre de una de las colonias favoritas de la Ciudad de México.
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