La historia del Parque Luna, el primer parque de diversiones en México
El Parque Luna fue también el primero en traer la montaña rusa a México, el lugar se creó para divertir a la clase alta mexicana
Es 1906. A los empresarios del espectáculo de la época porfiriana les quedó claro, gracias al éxito del Circo Orrin, que divertir a la clase alta mexicana era un jugoso negocio. En este contexto nació el primer parque de diversiones en México: el Parque Luna.
Se encontraba en donde está ahora el paradero del Metro Chapultepec y la Estela de Luz. Maravilló a los adinerados por traer a México algunas atracciones que solo se veían en Estados Unidos, como la montaña rusa o shows acrobáticos como el de Babcock, un ciclista que saltaba al vacío tomando impulso desde un tobogán.
También contaba con un laberinto, una “fábrica de risa”, boliche, río escénico, servicio de fotografía eléctrica, billar japonés, así como una banda musical que amenizaba la estancia de los visitantes, la cual era dirigida por el músico zacatecano Candelario Rivas.
La gente jóven de la clase alta, en su mayoría vecinos de la colonia Juárez, vieron en el Parque Luna el sitio ideal para ir a encontrar novia o novio del mismo grupo social, explica la investigadora Guadalupe Lozada en una entrevista para los reporteros Carlos Villasana y Rodrigo Hidalgo de El Universal.
El Parque Luna también contaba con un “salón de patinar” provisto de 1500 pares de patines, servicio de refrescos y refrigerios, 16 empleados, música especial e instructores para evitar en la medida de los posible que las señoritas cayeran en posiciones embarazosas.
A propósito aquel “salón de patinar” sirvió para que algunas mujeres desafiaran a la prensa de la época, la cual con base en sesudas opiniones de científicos ingleses, aseguraban que ninguna dama debía usar bicicleta o patines, si no querían que se les deprimieran sus labios, perdieran sus “curvas encantadoras” y se les abultaran los pies.
Por aquellos años los patines en México empezaban a tomar el matiz de “fiebre” así que el parque de atracciones sacó ventaja y realizó la primera competencia de patines en México el 3 de mayo de 1907, en cuyo evento se dio una medalla de oro al ganador, llamado M. García.
Después organizó otros certámenes, ahora con motivo de la la Independencia de los Estados Unidos, a los que asistieron el embajador estadounidense y el presidente Porfirio Díaz, quienes vieron competir mexicanos y americanos en carreras, bailes y batallas de confetti, sin que nadie se diera cuenta, el parque estaba viviendo su época de esplendor.
En total presumían 32 atracciones fijas y otras tantas itinerantes como la presentación de Fregoli Vargas, considerado el rey de los prestidigitadores o “Guzmán”, un famoso equilibrista, sin embargo con todo eso no se evitó que el Parque Luna se convirtiera en un lugar monótono para la clase alta al que estaba dirigido, el público estaba dejando de asistir.
La situación empeoró con el inicio de la Revolución y la consecuente migración de las familias ricas al extranjero, a los pocos años el parque cerró y el predio fue fraccionado para abrir Lieja y prolongar Burdeos y Hamburgo. No queda rastro de él.
Referencias:
- Fotos de El Universal
- Cultura Metropolitana y sociedad porfiriana: una mirada a través de los entretenimientos públicos
- La Propiedad de la Tierra y la Urbanización del Espacio
- Juegos y Diversiones en la Ciudad de México: 1910-19920 UAM
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