La asombrosa historia del barco que sacó a Porfirio Díaz de México
El Ypiranga transportó gratis a Porfirio Díaz pero también tuvo otras participaciones en la historia mundial, como el hundimiento de un famoso barco y el tráfico de armas para beneficiar a un antiguo militar mexicano.
La mañana del 18 de agosto de 1908 el barco de vapor Ypiranga fue botado por primera vez en aguas alemanas. Aunque por aquellos años ya se creaban navíos muy grandes en el mundo, sus dimensiones seguían siendo colosales para la época: 138 metros de eslora y 18 de manga, además de un peso de 8 mil 142 toneladas que, a pesar de ello, se desplazaban en el mar tan grácil como un velero.
Aunque en las primeras travesías esta nave, construida por la astillera Germaniawerft pero manejada por la naviera Hamburg America Line, demostró su inestabilidad en el mar por lo que se le agregaron dos tanques de agua que la hicieron una de las más fiables en las aguas turbulentas, la emocionante vida del Ypiranga daba inicio.
En aquella ocasión el capitán del barco le envió a Diaz una carta que le llegó el 24 de mayo en la que lo invitaba a realizar ese viaje completamente gratis hospedado en camarotes de lujo, ¿habrá cambiado esta invitación el destino de México? No lo sabremos con certeza, el hecho es que por casualidad al siguiente día el mandatario presentó su renuncia a la Cámara de Diputados arguyendo que dejaba el cargo por las insurrecciones y evitar un mayor derramamiento de sangre.
El segundo hecho por el que el barco es recordado se le debe al Titanic, embarcación que horas antes de su hundimiento, el 14 de abril de 1912, lanzó un llamado de auxilio al Ypiranga; sin embargo, éste no hizo caso a los llamados telegráficos, tal vez porque llevaba un rezago generado por un primer llamado de asistencia del buque alemán SS Augsburg, petición a la cual asistió pero sin encontrar nada.
Se sabe que los mandos del Ypiranga al final sí reaccionaron, aunque tarde, al llamado del Titanic pero al arribar ya no se podía hacer nada por rescatar a las miles de personas, de la tragedia sólo sobrevivieron 700 pasajeros.
La tercera vez que el Ypiranga intervino en la historia fue cuando fue usado para la transportación de armas. Es que ante la negativa de los Estados Unidos para vender armas al gobierno de Victoriano Huerta para combatir a los rebeldes el militar mexicano compró los artefactos bélicos a Bélgica, España y Alemania.
En 1921 el barco fue vendido a la Anchor Line, quien lo renombró como la TSS Assyria. Con ese nombre cruzó los mares de Mozambique, Angola y Sudáfrica hasta 1939. Para septiembre de 1950 fue vendido como chatarra a la British Iron an Steel Company, en donde el Ypiranga recibió ahora el nombre de Brisco 9, pero en una parte del trayecto el navió se soltó de su amarras hundiéndose el 17 de septiembre de 1950.
Referencias:
The arms of the Ypiranga: The German Side