Huacales, las cajas de origen prehispánico favoritas en los mercados
Indispensables en mercados para almacenar frutas y verduras, los huacales eran comunes entre los mesoamericanos para cargar cosas delicadas
También conocidos como guacales, estos instrumentos de carga son uno de los tantos que nuestros antepasados prehispánicos usaron para transportar productos. Si bien lo más común era ocupar recipientes con fibras duras como los petates, que eran llevados en la espalda por los tamemes (cargadores); también se ha documentado el uso de los huacalli o como los conocemos hoy, huacales. Aunque en aquellos tiempos usaban varas de madera para formar las cajas.
Los tamemes, cargadores prehispánicos que siguen existiendo hoy en día
Los huacales se cargaban en la espalda
La grafía huacal proviene del náhuatl ococalli, que significa casa de pino. Fray Bernardino de Sahagún documentó en su momento que los indígenas llevaban sobre su espalda una caja de madera de pino para transportar mercancías delicadas.
Hoy en día, la palabra tiene otras acepciones. Por ejemplo, en algunas regiones del país sirve también para designar la caja torácica del pollo y en Tabasco, es sinónimo de jícara.
De igual forma, este objeto está presente en el dicho popular “salirse del huacal”, que se refiere a desobedecer órdenes, romper las convenciones sociales o de plano portarse mal.
De uso rudo en el mercado
Igualmente, si bien siguen usándose para almacenar y transportar, en la actualidad los huacales se concentran sobre todo en mercados locales y estatales, como en la Central de Abasto de la Ciudad de México, para manejar frutas y verduras. De hecho ahí, el sector de Envases vacíos es conocido como la pequeña ciudad de madera, por la gran cantidad de estas cajas que resguarda.
Y es que estas cajas de pino tienen muchas cualidades, son ligeras y económicas; y si bien no son muy resistentes ni tampoco aguantan mucho peso encima; son fáciles de reparar con tablones de madera, martillo y clavos.
Eso sí, los comerciantes mayoristas prefieren las cajas de plástico por su durabilidad y porque pueden apilarlas unas sobre otras sin temor a que se caigan.
Los huacales transformados en arte objeto
Por último, vale la pena mencionar que recientemente, el huacal saltó sorpresivamente de la rudeza del mercado a las tiendas de decoración, donde se exhibe pintado de colores y adornado con moños, letreros, sellos y agarraderas, para convertirse en una mesa de centro, una gaveta, lámpara o un cajón para guardar todo tipo de cosas. Incluso, en redes sociales abundan los tutoriales para transformar estos objetos en exquisitos muebles decorativos. ¡Cómo cambian los tiempos!
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