Kohunlich
El siempre sorprendente mundo maya comprende los actuales estados mexicanos de Chiapas, Quintana Roo, Yucatán, Campeche y parte de Tabasco.
En esta amplia extensión territorial, numerosas son las zonas arqueológicas que con el paso de los años han visto la luz de una nueva civilización, después de haber sido temporalmente atrapadas entre la maleza y las exuberantes selvas del sureste mexicano.En tiempos recientes fueron descubiertos, en el estado de Quintana Roo, los vestigios de lo que fuera una singular ciudad maya a la cual, unos arqueólogos de origen norteamericano dieron el nombre de Kohunlich, estos después de ver que el terreno sobre el cual se levantaban los monumentos estaba cubierto por palmeras; decidieron nombrarlo con un vocablo inglés mayanizado que proviene de las palabrascohuneque quiere decir “coroza o palmera” y deridge, es decir, “loma”.
Según los especialistas, esta “loma llena de corozas o palmeras”, debió de haberse fundado hacia el año 259 de nuestra era durante el llamado Periodo Clásico maya para luego ser abandonada y olvidada hasta hace no mucho tiempo, cuando poco a poco empezó a dejar al descubierto algunos vestigios de lo que fueran sus imponentes construcciones piramidales y los restos de algunos edificios sagrados donde seguramente habitaron los altos jerarcas de la religión, la política y la administración pública. Sin duda, la más notable de estas edificaciones es una singular pirámide decorada con múltiples mascarones que aun conservan restos de su pigmento original color rojo, los cuales muestran el rostro del dios maya que entre los antiguos indígenas representaba a los poderes del astro rey.
Estos enormes mascarones que llegan a medir hasta 2 metros de altura, lucen complejos tocados en los que se alcanzan a distinguir los tradicionales símbolos con que los antiguos mayas representaban a la banda celeste; luciendo además, orejeras y bezotes, entre otras joyas con las que los artistas mayas embellecieron el rostro del siempre poderoso dios-sol.Con seguridad, al decorar sus edificios con estos enormes mascarones, los antiguos mayas hacían de estas construcciones, el suntuoso hogar de sus dioses supremos, reforzando así, el vínculo entre los hombres y las fuerzas creadoras del universo.
Fuente: Exclusivo de Mexico Desconocido on line
¿Quieres escaparte a Campeche? Descubre y planea aquí una experiencia inolvidable