La Carabela de cristal. Un exvoto único en México - México Desconocido
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Arte y Artesanías

La Carabela de cristal. Un exvoto único en México

San Luis Potosí
La Carabela de cristal. Un exvoto único en México fifu

Al recorrer una iglesia, suele pasar desapercibida la presencia de algunos objetos. Éste es el caso del candil en forma de carabela que podemos admirar en el templo de San Francisco de Asís, en San Luis Potosí.

Abstraídos en el trajín de la cotidianidad, nos suele pasar desapercibida la presencia de objetos que se crearon con la intención de ser exvotos, es decir, de ofrecerse a algún culto: a la Virgen, a Cristo, a algún santo o arcángel, ya fuera para agradecer algún favor o para solicitar una milagrosa intercesión. Éste es el caso del candil en forma de carabela de prismas de cristal facturado en 1788 que cuelga de la cúpula frente al altar mayor del templo de San Francisco de Asís, en la ciudad de San Luis Potosí. 

Los exvotos son tan antiguos como la humanidad. Los primeros ejemplos de exvotos de carácter marino que se conservan se remontan a épocas muy antiguas. Un ejemplo son las 100 reproducciones en oro de embarcaciones que formaban parte de un altar votivo hallado en Nors, Dinamarca. Se trata de pequeñas maquetas que con carácter propiciatorio fueron mandadas hacer por navegantes temerosos de padecer un mortal naufragio en alta mar.

En vista de la impotencia y fragilidad humana ante la poderosa naturaleza del océano, los antiguos navegantes recurrían a las fuerzas sobrenaturales para que les concedieran un retorno feliz a sus hogares.  Este tipo de ofrendas se hicieron durante la Antigüedad y la Edad Media con la firme intención de conjurar peligros en el profundo océano. Un ejemplo notable, y sin duda el más famoso, es la escultura de mármol llamada la Victoria de Samotracia (siglos III-II a.C.), que se encuentra en el museo de Louvre, en París. Esta bellísima estatua griega fue un exvoto en acción de gracias por la victoria de la flota de la ciudad de Rodas en una batalla naval.

A pesar de que el tormentoso e infinito océano Atlántico escondía innumerables peligros para las frágiles carabelas hispanas de los siglos XVI y XVII, durante la época colonial en la Nueva España este tipo de exvoto fue poco común. A esto se debe el carácter doblemente valioso de esta Carabela de Cristal, donada por don Joseph Antonio de Otaegui en el siglo XVIII a la entonces recién construida iglesia potosina de los mercedarios.

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Demolido este edificio, el artístico exvoto pasó al templo franciscano.  Se tienen noticias de que fueron siete los barcos de cristal que Joseph Antonio mandó hacer como exvotos. Hoy en día se tienen consignadas dos muestras de esta original forma de exvoto: ésta del templo franciscano y otra de menor tamaño que está en el santuario de Guadalupe, también en la señorial ciudad potosina. 

De este admirado candil bajaron las musas a la pluma del gran poeta Ramón López Velarde, quien inspirado así le cantó: 

El candil
He descubierto mi símbolo
En el candil en forma de bajel
Que cuelga de las cúpulas criollas
Su cristal sabio y su plegaria fiel.
¡Oh candil, oh bajel,
frente al altar cumplimos en dúo recóndito
Un solo mandamiento: venerar!
Candil que vas como yo
Enfermo de lo absoluto,
Y enfilas la experta proa
A un dorado archipiélago sin luto;
Candil, hermético esquife
Mis sueños recalcitrantes
Enmudecen cual un cero
En tu cristal marinero,
Inmóviles, excelsos y adorantes.

autor Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
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