La desvelada otomí, baile y tradición ancestral durante las bodas en Temoaya
La danza otomí es una de las tradiciones más importantes de esta comunidad que se asienta en el municipio de Temoaya, en el Edomex.
Las tradiciones y rituales indígenas son uno de los pilares sobre los que erige la cultura de México. Estos ritos se mantienen fuertes pese al paso del tiempo, tal es el caso de la “Desvelada Otomí”. Conozcamos más acerca de ella.
Se trata de una celebración de los grupos otomíes de Temoaya y otros municipios aledaños, en el Estado de México. Aquí te contaremos cómo se realiza.
¿Cómo se realiza la “Desvelada Otomí”?
La Desvelada se festeja durante la víspera de una boda. Durante esta fiesta, el novio y su familia acuden a casa de la novia, acompañados tanto de un conjunto musical como de grandes chiquihuites llenos de frutas, pan y bebida.
El nombre tan peculiar de estos festejos lo reciben porque, hace unas décadas atrás, la fiesta se realizaba a medianoche. Por lo que la novia y el novio, junto con sus familias, acostumbraban desvelarse mientras convivían y bailaban hasta el amanecer.
Posterior a la “desvelada”, la madrina se encarga de vestir y peinar a la novia para después celebrar la ceremonia religiosa en la iglesia.
Al finalizar el casamiento, se dirigen a casa del novio para celebrar la unión de la pareja. Durante esta celebración se realiza el baile del chimare cú y ambas familias comparten una comida.
De acuerdo con Ivonne A. Adaya Leythe, en su artículo Una Danza en Temoaya (Revista de la Universidad de México. 1994), este baile se realiza después de la ceremonia religiosa y en jueves.
“Las parejas se casaban en jueves porque para el pueblo otomí correspondía al número cuatro; este número tenía para ellos el sentido de mitad, es decir, el casamiento es la unión de dos mitades”, apunta la autora.
El baile del Chimare cú
Este baile es un ritual de suma importancia en la comunidad otomí al momento de celebrar un casamiento. Para iniciar con él, primero se persigna el fogón con un saumador, así como un chiquihuite con maíz y frijol, según Adaya Leythe.
Posteriormente, se da inicio al chimare cú, por lo que los recién casados y sus familias toman posición para dar inicio a la danza. En un extremo se colocan la novia, sus padres y los demás familiares; en el mismo orden se coloca el novio y sus familiares, pero al otro extremo.
“El novio y su comitiva se dirigen hasta donde se encuentra la novia; los primeros saludan y comienzan a bailar, el resto de la fila hace lo mismo. Las filas avanzan y cada una forma un círculo; cada círculo corresponde a una familia”, señala Adaya Leythe.
Ya una vez que se encuentran en el círculo se comparte la comida: mole, frijoles, arroz, tortillas y pulque. El baile continúa con la entrega de obsequios por parte de las dos familias. Ambos ofrecen un chiquihuite con pan, fruta y bebida.
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Por otro lado, el padre del novio bailará con la madre de la novia; y el padre de la novia hará lo mismo. Finalmente, el chimare cú culmina cuando los padres de la novia realizan el saludo, que implica saludar a todos los familiares del novio mediante su danza.
De este modo es como la cultura otomí de Temoaya continúa preservando sus tradiciones que, si bien son un sincretismo resultado del mestizaje en nuestro país, continúan formando parte de la cosmovisión indígena en México.
