La Fototeca Guanajuatense Romualdo García
El Museo Regional de Guanajuato, está ubicado en el inmueble conocido como Alhóndiga de Granaditas, sitio en el cual se llevó a cabo la primera y una de las más crueles batallas por la Independencia de México.
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A partir de 1958 a través de un convenio de colaboración entre el gobierno estatal y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, se decide otorgarle al inmueble una función digna de su valor histórico y estético. Guanajuato cuenta con una institución responsable del rescate, conservación, investigación y difusión del patrimonio histórico antropológico de los guanajuatenses.
Para poder llevar a cabo las tareas señaladas, fue necesario la adecuada conformación de centros de información gráfica y documental, que posibilitaran la creación de espacios donde resguardar e investigar colecciones bibliográficas, hemerográficas y fotográficas de capital importancia para la región. El Museo Regional de Guanajuato, está ubicado en el inmueble conocido como Alhóndiga de Granaditas, sitio en el cual se llevó a cabo la primera y una de las más crueles batallas por la Independencia de México.
A partir de 1958 a través de un convenio de colaboración entre el gobierno estatal y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, se decide otorgarle al inmueble una función digna de su valor histórico y estético. Guanajuato cuenta con una institución responsable del rescate, conservación, investigación y difusión del patrimonio histórico antropológico de los guanajuatenses. Para poder llevar a cabo las tareas señaladas, fue necesario la adecuada conformación de centros de información gráfica y documental, que posibilitaran la creación de espacios donde resguardar e investigar colecciones bibliográficas, hemerográficas y fotográficas de capital importancia para la región.
La colección fotográfica que nos ocupa, resguardada en la Fototeca Guanajuatense Romualdo García, está compuesta por una invaluable cantidad de piezas que sumadas a las otras colecciones del museo, nos permiten construir un muy acabado retrato de la sociedad guanajuatense de la época; las fotografías, trabajadas en diversos procesos, formatos y materiales desde 1860 hasta nuestros días, hacen del acervo un testimonio de incalculable valor histórico.
El fotógrafo Romualdo García nace en Silao en 1852. Desde muy temprana edad radica en la capital del estado, donde estudia pintura y música. Con el apoyo y la orientación de don Vicente Fernández, científico y profesor del Colegio del Estado y del prestigiado fotógrafo Vicente Contreras, aprende el oficio de la fotografía, actividad que hace suya de 1887 hasta 1914, año en que deja su estudio en manos de sus hijos Manuel y Salvador.
En este lapso de 27 años, Romualdo adquiere un prestigio y reconocimiento local, nacional e internacional que sin lugar a dudas lo ubican como el fotógrafo guanajuatense por excelencia, de ahí que se haya decidido adoptar el nombre de “Romualdo García para la Fototeca Guanajuatense del museo Alhóndiga de Granaditas. Gracias a la visión y sensibilidad del maestro José Chávez Morado, en ese tiempo director del Museo, el acervo es adquirido a finales de la década de los setenta, las hijas de Romualdo, con la intención de que el trabajo y la memoria de su padre no se perdiera, donaron un segundo lote de fotografías, incrementándose considerablemente la colección inicialmente adquirida.
A principios de la década de los ochenta, se llevó a cabo un primer intento de ordenamiento y clasificación de los materiales, así como la reproducción de una gran parte de los negativos, pero no fue hasta el año de 1992 cuando, con el comprometido y entuslasta apoyo de la Fototeca Nacional del INAH en Pachuca, se diseña se impulsa el proyecto específico para la creación de la Fototeca Romualdo García. El acervo incial, se encontraba depositado en cajas de cartón totalmente desordenado, y el no tener guardas individuales para las piezas, provocó la acumulación de polvo y la afectación por los insectos.
Esa situación, ocasionó también que los procesos fotográficos estuvieran revueltos con libros, documentos y objetos personales del autor, lo que tuvo que ser cuidadosamente corregido. En la actualidad, la fototeca se localiza en el interior del museo y se divide en dos espacios con accesos separados. El espacio de catalogación, por su cercanía con la bóveda de seguridad, la cual alberga la colección permite que el trabajo se desarrolle evitando al máximo el manejo y movimientos de piezas originales, y el laboratorio fotográfico instalado dentro de la misma área de la fototeca, asegura que se realicen las actividades sustantivas del proyecto conservación, catalogación y reproducción del material fotográfico.
Un legado con historia Desde los primeros procesos fotográficos, el acervo cubre un periodo de más de 100 años; de 1950 a 1960 el material custodiado constituye el fondo primero (Romualdo García e Hijos) y de 1960 a la fecha está conformado por fondos integrados posteriormente. Considerando los seis fondos hasta el momento constituidos hemos estimado una cantidad aproximada de 70, 000 piezas fotográficas, mismas que han sido divididas en la bóveda de seguridad por procesos, autores y formatos. De esta manera, la colección se compone de daguerrotipos, ambrotipos, ferrotipos, y una excelente cantidad de impresiones en albúmina, cristales, nitratos, acetatos, y película de seguridad, todo ello depositado en un espacio especialmente acondicionado para lograr una adecuada conservación.
En la actualidad el material fotográfico (negativos y positivos) se encuentra distribuido en seis fondos principales: El Fondo Romualdo García, conformado con el material que da origen a la fototeca; consta en su gran mayoría de negativos, gelatina sobre vidrio de 1905 a 1914, (desgracladamente mucho del material anterior a esa fecha se perdió durante la desastrosa inundación de 1905 en Guanajuato. Se compone aproximadamente de 15 000 piezas, en su mayoría retratos de estudio, en las que se encuentra también la colección que García había reunido de otros prestigiados fotógrafos de la época como es el caso de Vicente Contreras, pionero de la tarjeta de visita en Guanajuato, del cual se tiene una considerable cantidad de impresiones en albúmina fechados de 1880 a 1892.
El Fondo Hermanos García, comprende una gran cantidad de postales trabajadas en negativos de acetato, cercano a los 4 000 ejemplares, y cerca de 35 000 impresiones de estos negativos que manejan vistas de diferentes ciudades de la República Mexicana. Se incluyen también en este fondo cerca de 8 000 negativos (acetatos, nitratos y película de seguridad). Este fondo es obra de Manuel y Salvador García, hijos de Romualdo y abarca de 1920 a 1950. Una pequeña cantidad de postales de diferentes regiones del Estado de Guanajuato forma el Fondo Luz Lara Valdez.
El Fondo Esteban Vega, se debe a la importante donación de la señora Clotilde Martín de Vega e hijos y se compone principalmente de documentos gráficos que ilustran las aportaciones de los inmigrantes republicanos españoles en los campos de la poesía, música, teatro cine y política. Se integra también a este fondo una excelente colección de albúminas que ilustran el paisaje urbano y la vida cotidiana de París, Francia a principios de siglo. Esta colección la integran en su totalidad 250 fotografías. El Fondo Concurso de Fotografía se ha logrado gracias a la colaboración y participación de la población guanajuatense, que ha respondido con entusiasmo a la convocatoria para el Concurso Estatal de Fotografía Antigua, organizado año con año por el Instituto de Cultura del Estado, el extinto periódico El Nacional, y el Museo de la Alhóndiga, y que actualmente celebra ya su séptima edición.
Se compone de cerca de 3 000 piezas que abarcan el periodo de 1880 a 1940 y de múltiples autores. Este fondo, como su nombre lo indica, se nutre y fomenta anualmente a través de los concursos. El Fondo Museo de la Alhóndiga, cuenta hoy con cerca de 3 000 fotografías, mismas que permiten documentar las actividades realizadas por el museo desde 1985 a la fecha. Al igual que el anterior este fondo está abierto a nuevas aportaciones y cuenta con un incremento permanente.
Aunque puede resultar muy claro me parece necesario destacar la importancia que este tipo de acervos encierran ya que con las adecuadas lecturas del material fotográfico podemos reconstruir la historia de un periodo determinado. Considero también que con el adecuado análisis de la fotografía podemos conocer y diferenciar las características de una estructura económica, política y social; y por lo anterior insistiría en la importancia que tienen los documentos no escritos, aquellos que están más allá de la escritura, y en especial el valor de la fotografía para el análisis e investigación. En la actualidad, la Fototeca Guanajuatense está atendida por tres especialistas responsables del proyecto, que cubren las actividades principales del mismo: conservación, catalogación y reproducción.
A pesar de los enormes avances, es necesario reconocer que tenemos todavía muchas carencias y limitaciones; sin embargo, la fototeca ha ganado ya un merecido prestigio y reconocimientos a nivel local, nacional e internacional. Por ello, con mucho orgullo y satisfacción asumimos el compromiso y la enorme responsabilidad de conservar, investigar y difundir este monumental acervo fotográfico, patrimonio de los guanajuatenses y fuente inagotable para el análisis e investigación histórica de la región.
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