Cuando el gobierno cambió a Santa Claus por Quetzalcóatl en Navidad
En 1930, el gobierno del Nacionalismo Revolucionario reemplazó a Santa Claus por Quetzalcóatl para celebrar la Navidad. El dios mesoamericano contó con su propia réplica de pirámide.
Era 1930 y el nacionalismo estaba muy presente en México, hacía pocos años que había terminado la Revolución y era esta la razón por la que alabar a un personaje extranjero como Santa Claus en Navidad parecía una locura. Por ello, mediante una instrucción presidencial se invitó en esa fecha a los mexicanos a usar a Quetzalcóatl como ícono de la Navidad. ¿Por qué no?
¿Celebrar a Quetzalcóatl en Navidad?
Suena a una locura y a más de uno le saca una sonrisa, una idea creativa más de nuestros presidentes. El tema es que la idea quizá no sonaba a locura si pensamos que los aztecas aunque no celebraban Navidad, al igual que la mayoría de las culturas prehispánicas, festejaban el solsticio de invierno, ya que este marcaba el nacimiento de un nuevo ciclo.
Sin embargo, en esa fiesta a diferencia de nosotros, los aztecas durante lo que se denominada Panquetzaliztli conmemoraban la victoria del dios Huitzipopochtli sobre la diosa de la luna.
Así fue como en 1930 Quetzalcóatl pasó de ser un dios a convertirse en la figura oficial de la Navidad en México y en el comisionado para repartir juguetes a los niños en lugar de un personaje extranjerizante y poco identificado con la cultura nacional como Santa.
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El encargado de ese mandato fue el presidente Pascual Ortiz Rubio quien a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP), giró instrucciones para que en las escuelas del país se difundiera esta nueva imagen y anunció un magno evento para el 23 de diciembre en el Estadio Nacional en el cual Quetzalcóatl en persona repartiría juguetes a los niños que se hubieran portado bien.
Este mandato, claramente provocó todo tipo de burlas y comentario ( y eso que no había Twittter), es por eso que hubo indignación de parte de los más religiosos que se escandalizaban porque un dios prehispánico iba a ser el personaje principal de una fecha tan religiosa como el nacimiento de Jesús.
Sin embargo, ocurrió, eran épocas totalmente oficialistas y algunos lugares empezaron a decorarse con la imagen de este dios prehispánico. En la publicidad también se hizo presente, tanto así que algunos slogans señalaban que ese año los regalos podían ser traídos por Santa Claus, los Reyes Magos o Quetzalcóatl por igual.
En el evento del Estadio Nacional, al que, de acuerdo con registros de la época, asistieron 15 mil personas, llegó alguien caracterizado de Quetzalcóatl, repartió ropa y regalos a los niños, se cantó el Himno Nacional, se presentaron bailes tradicionales y, todos disfrutaron del evento, pero de alguna menera esto demostró que era una locura que una deidad prehispánica o una escultura de piedra fuera la encargada de llevar regalos a los niños la noche de Navidad.
Después de este singular episodio, se decidió no repetir el experimento, y Santa Claus siguió apareciendo en los aparadores de las tiendas y adornos durante la época navideña… especialmente después de 1931, cuando Coca-Cola empezó a utilizar la imagen de un gordito de ojos azules y con gran sonrisa en su publicidad.
En contraste y para mantener el nacionalismo en de los murales de los artistas de la época, la Navidad se convirtió en posadas y piñatas, pero nunca más se intentó presentar a un personaje que se encargara de traer regalos a los niños.
Así la historia, ¿Qué opinan al respecto? ¿Recuerdan algún otro error navideño así?
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