La quema
Para endurecer y consolidar las formas hechas con barro, es necesario someterlas al fuego.
Para ello se utilizan diferentes métodos. A esta operación se le llama «cochura o quema» y se realiza colocando las piezas en hornos alimentados con diferentes clases de combustible: leña, bagazos, gas, petróleo o electricidad. Su tamaño varía de acuerdo con el número y forma de los cacharros que se «quemen». Las piezas deben colocarse con mucho cuidado para que el vidriado no se pegue y se maltrate. Para esto se usan pequeños tripodes que protegen las piezas inferiores permitiendo un mejor acomodo. Para los hornos de alta temperatura se utilizan láminas y separadores de asbesto.
TIPO DE HORNOS
Los hornos de cielo abierto, que son los más comunes en México, tienen forma cilíndrica y no están cubiertos. Cuentan una boca para introducir el combustible que consiste generalmente en leña, bagazo o petróleo. La quema se realiza colocando una parrilla, a la mitad del cilindro, donde se acomoda la loza después se cubre al ras, con sobrantes de quemas anteriores. Los de cuello de botella, cubiertos con una chimenea o escape de humo que se llenan con la loza a quemar por una puerta que se cierra durante la cocción. Mientras que los hornos de mufla son generalmente cerrados y tienen una especie de chimenea en la parte contraria a la puerta que permite avivar el fuego.
Son a cielo abierto con una puerta a un nivel más bajo de la de alimentación del fuego, que para reducir atmósferas se cierra al igual que la superior en un momento dado. La elaboración de estos hornos es a base de adobe y tabiques comunes.
Los de alta temperatura están hechos de ladrillo o tabique y recubiertos con material refractario. Por la parte interior tienen una puerta y orificios de alimentación ignea para la que se usa petróleo, gas o electricidad, así como pequeñas ventanas de observación y control. Finalmente, la quema de fuego abierto se realiza colocando sobre una plataforma de leña las piezas que se deben cocer y se cubren con leños, a veces apoyados en una barra central o en forma de tejado de dos aguas, que se alimenta continuamente para facilitar el cocimiento de las piezas.
Son características de los objetos quemados de esta forma, algunas manchas negras que se producen cuando uno o varios leños impiden la circulación libre del oxígeno.