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Las andanzas del señor mixteca 8 Venado

Oaxaca
Las andanzas del señor mixteca 8 Venado fifu

Estamos en Tilantongo, el Lugar del Negro o Ñuu Tnoo, capital del recién unificado reino de la Mixteca.

Es el día 1 Lagarto del año 7 Casa (1045 d.C.), y acaba de hacer su entrada triunfal el gran señor 8 Venado, Garra de Jaguar, Iya Na Cuaa, Titnii Cuiñi, para tomar posesión del trono. Veinte días después, depositará sus armas e insignias al pie del Templo del Cielo, Huahi Andevui, y colocará sus ofrendas ante el bulto sagrado de la deidad patrona de la ciudad, el poderoso señor del Espejo que Humea, Iya Te-Ino Tnoo, conocido también como 4 Serpiente-7 Serpiente, Qyo-Sayo.

Más tarde, este sacerdote-guerrero se dispone a recibir en sus aposentos del palacio a los más de cien nobles señores de los reinos que ahora conforman el Gran Señorío de la Mixteca, así como a otros embajadores de territorios vecinos. Y manda traer al viejo sacerdote encargado de proporcionar el mensaje, al tay caha dzaha o intérprete del códice en el que está escrita la historia de los reyes de Tilantongo.

El intérprete inicia su relato con el origen divino de este poderoso linaje, que descendía del dios del Viento Ñuhu Tachi, y del dios de la Lluvia Ñuhu Dzavui. Sitúa su comienzo alrededor del siglo VIII de nuestra era, con cuatro soberanos de la primera dinastía, pero el quinto muere muy joven y sin descendientes, por lo que se cierra la secuencia. Al abrirse el debate sobre la sucesión, los cuatro señores principales de la ciudad escogen a un príncipe sacerdote, el señor 5 Lagarto, quien inaugura la segunda dinastía de Tilantongo, en la fecha sagrada de fundación del día 1 Lagarto, año 1 Caña (987 d.C.). Ese sabio gobernante, que reina por cerca de sesenta años, tiene dos matrimonios, y el primer hijo de su segunda esposa resultaría ser el héroe más importante del pueblo mixteco, el señor 8 Venado, que nace en un día 8 Venado del año 12 Caña (1011 d.C.).

Al cumplir los siete años, el joven príncipe deja su casa en la Mixteca Alta, la Tierra del Dios de la Lluvia o Ñuu Dzavui Ñuhu, y es enviado al importante señorío de la Costa, que tenía por capital a Tututepec, el Cerro del Pájaro o Yucu Dzaa, donde pasaría su juventud e iniciaría los preparativos para poder postularse al cargo de su padre, pues al nacer lo habían llevado con el sacerdote adivino y habían visto que tenía un gran destino que cumplir: ser el gran guerrero que habría de unificar el territorio mixteco bajo la casa real de Tilantongo. Para ello, sin embargo, tenía que demostrar que era digno de ese trono, por lo que parte a la Tierra del Horizonte o del Cielo Ñuu Ndevui, o la Costa, junto con dos de sus medios hermanos y de su hermano menor, quienes le acompañarán en todas sus aventuras. Allá los recibe un aliado de su padre, y una vez instalados comienza su educación tanto religiosa como militar.

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Alrededor de los diecisiete años, 8 Venado lleva a cabo rituales de iniciación en varias cuevas, y hace peregrinaciones a los sitios sagrados, además de los ayunos y autosacrificios que realizan los sacerdotes; por otra parte, aprende a leer los libros y a escribir pintando, así como a observar los astros.

Como gobernante llegaría a ser el sumo sacerdote, y por ello debía conocer las fechas de las fiestas de los dioses para presidir las ceremonias, encender el fuego nuevo y ejecutar los sacrificios tanto de animales como de seres humanos, por lo que alcanzaría la jerarquía de sacerdote sacrificador, o sea el Volador Oscuro o Yaha Yavui, que era el nigromante y hechicero dedicado al conocimiento de lo oculto, y que tenía la capacidad de convertirse en varios animales o en una bola de fuego que volaba por los aires.

Este cargo lo proporcionaba la temible sacerdotisa 9 Hierba, del Templo de la Muerte, representante del inframundo, quien otorga a 8 Venado las insignias del poder. El príncipe también acude a rendir homenaje a la señora 9 Caña, diosa de la Tierra, en el Cerro de la Sangre, que simbolizaba las fuerzas terrestres, y en el Templo de Turquesa al señor 1 Muerte, dios del Sol, personificación de las energías del cielo. De este modo, solicita los poderes del cielo, de la tierra y del inframundo, así como su venia y protección para la empresa que se había propuesto.

Por otro lado, desde que llega a la costa, el príncipe comienza su entrenamiento físico para llevar a cabo el juego ritual de pelota, mediante el cual se podían resolver conflictos a favor del ganador sin tener que recurrir a la fuerza, como sucede varias veces para la formación de alianzas. Pero sobre todo se preparaba para el combate, con maestros experimentados en las artes marciales y en la estrategia militar, ya que los soberanos eran también los grandes capitanes que defendían su señorío, además de que buscaban expandir su territorio por medio de la guerra.

El joven 8 Venado participa en las batallas con sus hermanos y a los dieciséis años logra su primera conquista, a la que suceden otras más, y una vez probada su valentía y capacidad se presenta ante el Templo de Venus, el Huahi Quemi, de Tututepec, para erigirse en señor del reino de la Costa. Pero cuando contaba con diecinueve años muere su padre, en el año 5 Conejo (1030 d.C.), y es posible que las reinas quedaran como regentes hasta que el joven guerrero reclamara su herencia.

Mientras tanto, sigue conquistando ciudades, hasta que la fama de sus hazañas llega a oídos de los poderosos señores toltecas, los del rostro o los ojos quemados, los sami nuu, que habitaban en el Lugar de Tules Ñuu Coyo, o sea, Tula Cholula. Ahí se ubicaba el santuario más grande dedicado al dios del Viento, al cual se dirigían los soberanos más importantes para ser confirmados en el poder por el representante de la Serpiente Emplumada, Coo Dzavui.

Por ello 8 Venado se encomienda a un noble tolteca, el señor 4 Jaguar, para que lo invite a la ceremonia en que se le otorgará el máximo rango; así que va a encontrarse con él para escoltarlo hasta su ciudad. De ahí en adelante, este señor se convertirá en su aliado y compañero de armas. En el camino van realizando conquistas, y la más importante es sobre el Cerro de la Luna o Yucu Yoo, que posiblemente se localizaba en la Mixteca Baja, en la Tierra Caliente o Ñuu Iñi. Al día siguiente de su llegada a Cholula, el señor 8 Venado sube la gran escalinata del templo, donde el sumo sacerdote le perfora el séptum o cartílago de la nariz, para colocarle la joya de turquesa, la nariguera real que lo confirma como rey de reyes y gran señor o Iya Cahnu. Después de unos días regresan a la Mixteca, encaminándose hacia la capital de su padre, Tilantongo, donde entraría triunfante a tomar posesión del reino. Y en la celebración del palacio, el escriba termina su relato para retirarse, mientras los invitados continúan narrando otras hazañas.

Al año siguiente, que era 8 Conejo (1046 d.C.), este soberano y sus compañeros emprenden un viaje a la costa para aventurarse en el mar, llegando a conquistar islas y pueblos costeros de otra forma inaccesibles. Pero de regreso sucede un percance, ya que su medio hermano es atrapado dentro de un baño de vapor, donde sus enemigos le ocasionan la muerte. Entonces 8 Venado dispone que se celebren los rituales funerarios y, después de las exequias, en el año 11 Casa (1049 d.C.), avanza contra la capital del reino donde sucedió la tragedia, el Lugar del Atado Sagrado Ñuu Dzucuii, dedicado al dios de la Renovación, sede de uno de los linajes más importantes y que también tenía un origen divino; tal vez por ello, ésta se convirtió en una de sus más grandes conquistas.

Para entonces, 8 Venado contaba con casi cuarenta años de edad, había cumplido con su destino, unificando el reino de la Mixteca, y era hasta ahora cuando se celebraban sus cinco matrimonios.

Durante una década más, el señor 8 Venado seguirá conquistando al enemigo, hasta que en otro año 12 Caña (1063 d.C.) él mismo cae en una emboscada, encontrando la muerte a los 52 años. Su bulto mortuorio sería llevado al sur, a Chalcatongo, donde estaba el Pueblo de la Muerte o Ñuu Ndaya, para ser depositado en el panteón de los reyes, dentro de la Gran Caverna o Huahi Cahi, que era una de las entradas al inframundo, donde, como el Sol, haría su recorrido para renacer al amanecer y volver a recorrer la tierra, participando en muchas aventuras más.

Fuente: Pasajes de la Historia No. 7 Ocho Venado, el conquistador de la Mixteca / diciembre 2002

autor Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
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