Las chilenas oaxaqueñas, música popular con origen sudamericano
Si bien las chilenas oaxaqueñas surgen de la música tradicional del país andino, aquí se mezclaron con la música de la Costa Chica creando un género nuevo
No hay misterio en cuanto a su origen, las chilenas oaxaqueñas, como su nombre lo indica, provienen de la llamada cueca chilena; un género musical y danza del país andino, producto a su vez de múltiples influencias: la zambra y el fandango español mezclados con ritmos afroamericanos y peruanos.
Sin embargo, ¿cómo llegaron a nuestro país estas melodías rítmicas y sus bailes tan llenos de vida?
Los carnavales en Oaxaca
Las chilenas oaxaqueñas y el siglo XIX
De acuerdo con algunos historiadores, tanto la música como el baile que sería conocido como chilenas oaxaqueñas llegaron en 1821 al puerto de Acapulco, en un barco de la Armada de Chile, enviado por el gobierno de ese país para apoyar a los insurgentes en la lucha por la Independencia de México.
No obstante, su arribo coincidió con el triunfo del movimiento independentista y los marineros chilenos se sumaron gustosos al espíritu de fiesta que predominaba en las calles, tocando sus instrumentos de cuerda y bailando las cuecas chilenas en las playas, con pañuelos en una mano.
En consecuencia, el ritmo alegre de las melodías conquistó a los acapulqueños, quienes lo mezclaron con la música tradicional de la región y poco a poco las chilenas fueron extendiéndose a otras zonas, sobre todo al estado de Oaxaca.
Bailando al ritmo de la música sureña
Actualmente, la chilena es el género musical representativo de la Costa Chica, una región ubicada entre Acapulco y la costa central de Oaxaca. Asimismo, es común que se organicen encuentros de músicos chileneros para componer, tocar y cantar este género musical.
En cuanto al baile de las chilenas, involucra mucho zapateo, movimientos sensuales y una vestimenta que consta, en la mujer, de una falda amplia de satín adornada con encajes y listones; blusa blanca y figuras de chaquira; así como un pañuelo colgado en la cintura o en la mano para agitar durante el baile.
Por su parte, los hombres visten de pantalón y camisa larga de manta en color blanco, sombrero de palma, y dos paliacates, uno alrededor del cuello y otro en la mano, también para agitarlo mientras danzan.
Finalmente, la relevancia cultural de las chilenas oaxaqueñas se pone de manifiesto en la fiesta de la Guelaguetza, pues representan con gran orgullo a la región.
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