Las procesiones a San Rafael Guízar y Valencia, el santo michoacano más veracruzano
Así se vivieron las procesiones a San Rafael Guízar y Valencia, un beato que se convirtió en héroe y a quien se encomiendan con fervor los veracruzanos.
Después de la Revolución, ya durante la primera mitad del siglo XX, hubo diversos cambios en las políticas internas de México, uno de ellos fue la famosa Ley Calles, que suprimió casi por completo la religión católica y que fue bastante impopular por la gran devoción de los mexicanos y por la resistencia armada que desembocó en un conflicto conocido como la Guerra Cristera. Uno de los protagonistas un tanto anónimos de la historia pero recordado entrañablemente en Veracruz fue San Rafael Guízar y Valencia.
En este contexto, muchos personajes surgieron para defender la fe y combatir al gobierno que no veía con buenos ojos el poder político de los religiosos ni mucho menos su enriquecimiento y posesión de riquezas.
Uno de ellos fue Rafel Guízat, un sacerdote misionero que por todo el territorio nacional hizo trabajo religioso y hoy es recordado con largas procesiones y un gran culto en el estado de Veracruz.
Rafael Guízar, un beato
San Rafael Guízar y Valencia se ganó el cariño de la gente y los devotos por ser un férreo sacerdote defensor del servicio católico durante los años de la Ley Calles, que controlaba y en muchos casos prohibía el culto católico en el país, poniendo en riesgo a su persona para continuar con el fuerte arraigo católico de la población mexicana durante la primera mitad del siglo XX.
Se cuenta que Rafael ofrecía misas de manera clandestina y que en muchas ocasiones estuvo en peligro de ser atrapado por el gobierno; sin embargo, lograba escapar lo que fue otorgándole un aura de heroísmo a su persona.
Él prestó servicios como obispo en el estado de Veracruz hasta su muerte en 1938 y fue canonizado en 2006 por Benedicto XVI.
De origen michoacano
Nacido en Cotija, Michoacán, se le atribuyen milagros relacionados con la salud de personas, así como en su propio cuerpo, que permaneció sin muchos cambios aún años después de que éste había muerto y fue removido de su tumba.
Gracias a esto y a otras intervenciones milagrosas, según la tradición popular, miles de personas de Veracruz, Puebla y otros lugares del país realizan procesiones para rendirle homenaje o agradecerle alguna intervención milagrosa con ellos y con sus familias.
Las peregrinaciones
Zonas como Huatusco, Tlaltetela, a más de 50 kilómetros de la capital veracruzana, realizan procesiones durante la noche o incluso en Patlanalán, donde los locales ofrecen danzas en su honor y ejecutan sus pasos hasta la madrugada del domingo. Este 2021 pudimos ser testigos de cómo la devoción mueve cuantiosos grupos que llegaron durante los días 23 y 24 de octubre, sin importar la lluvia, el mal clima o las heridas en su cuerpo.