Las regañadas y el pan de yema de Oaxaca, repostería de Día de Muertos
Porque la riqueza panadera de México no tiene límites, te presentamos dos apetitosos ejemplos para el altar de muertos: las regañadas y el pan de yema
Más allá de los platillos típicos que vienen a la mente cuando pensamos en Oaxaca, este estado también cuenta con una rica tradición panadera, en la que encontramos, por ejemplo, las regañadas y el pan de yema.
En la celebración del Día de Muertos, estos dos panes, las regañadas y el pan de yema, son parte esencial de las ofrendas que montan en casa y en los lugares de celebración oaxaqueños. Te contamos su origen.
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Las regañadas de Oaxaca
Las regañadas son panes de muerto originarios de los pueblos zapotecas del Itsmo de Tehuantepec y representan a las ánimas de las personas y animales fallecidos. En el área de Juchitán, las regañadas se elaboran también en los días previos a la Semana Santa.
Algunas recetas incluyen harina de trigo, huevo, azúcar, manteca de cerdo, mantequilla y sal para preparar una masa compacta; posteriormente esta se espolvorea con azúcar y canela; y se lleva al horno.
Sin embargo, en el centro de Oaxaca las regañadas son óvalos grandes de unos 20 centímetros, preparadas solo con harina de trigo, sal, azúcar y manteca de cerdo.
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Posible origen del peculiar nombre de las regañadas
Parece que la receta de las regañadas tiene una antigüedad de más de cien años y cuenta la historia que dentro de las familias de prestigio, a las señoritas no se les permitía ser parte de reuniones con caballeros. La buena crianza de la época señalaba que se les debía mandar a la cocina a hornear galletas. Naturalmente las jóvenes obedecían a regañadientes y de ahí surgió el nombre de este pan: las regañadas.
El pan de yema
Por su parte, el pan de yema, más allá de sus ingredientes, se distingue por estar decorado con rostros y figuras de alfeñique. Recordemos que el alfeñique es una confitura de origen español elaborada con una pasta azucarada de vibrantes colores.
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El pan de yema se consume en Oaxaca todo el año y solamente en fechas cercanas al Día de Muertos se le agrega un rostro lo más parecido al de una persona difunta. La idea es representar a través del pan, su alma.
Te invitamos a probar estos sabrosos panes típicos oaxaqueños y hacerlos parte de tu ofrenda de Día de Muertos.
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