Los Cabos, al final de la tierra (Baja California Sur)
Seis años más tarde, el Hotel Cabo San Lucas, o Chileno, como también se le conoce, abre sus puertas justo a la mitad del camino entre San José del Cabo y Cabo San Lucas.
Después, en este último emergen hoteles como el Camino Real, hoy Hacienda Beach Resort, el Finisterra, el Solmar y otros, hasta transformar la que fuera una apacible villa de pescadores en un polo turístico internacional. Los Cabos están conformados por tres áreas fundamentales que se unen a lo largo de 45 kilómetros desde el aeropuerto: San José del Cabo, el Corredor Turístico y Cabo San Lucas.
SAN JOSÉ DEL CABO
En 1730 se establece la octava misión de los jesuitas, la del estero de Las Palmas de San José del Cabo, en medio de un maravilloso oasis de palmeras y espesa vegetación al cual escogieron más de 150 especies de aves como su santuario.
Hoy San José del Cabo nos invita a caminar por las pintorescas calles que rodean su recién remodelada plaza. Restaurantes de todos los estilos, precios y gustos, joyerías, boutiques y una gran variedad de tiendas alegran el ir y venir de locales y turistas. Por la noche, en la “Simpecao”, el “Tropicana” o “La Havana” se puede escuchar buena música y bailar hasta tarde.
EL CORREDOR TURÍSTICO
Un recorrido de 32 kilómetros por la carretera de cuatro carriles enlaza a San José del Cabo con Cabo San Lucas, atravesando lujosos complejos turísticos, muchos de ellos alfombrados por espectaculares campos de golf, junto a hoteles de alto nivel internacional y zonas residenciales y de condominios. A lo largo del recorrido destacan por su excepcional belleza y tranquilidad las playas de Palmilla, El Chileno y Santamaría, además de aquellas que son muy apreciadas por los amantes del surf, como Acapulquito y Costa Azul, cerca de San José del Cabo.
CABO SAN LUCAS
Sin duda el corazón de la vida nocturna. La ebullición de sus restaurantes y bares comienza al atardecer, con un recorrido por la gran variedad de tiendas o por el imponente centro comercial de Puerto Paraíso. Pasear por la marina frente a Margaritavilla y Nowhere Bar y dejarse seducir por los aromas de los exquisitos restaurantes de esta zona, es un verdadero placer. Ya entrada la noche las opciones son muchas, para después acabar bailando en los tradicionales Squid Roe, Cabo Wabo y Giggling Marlin, o escuchando jazz o música de salsa en el Sancho Panza o en el Spicy. Pero Cabo San Lucas también es el centro de la acción en el mar. Cada amanecer la actividad comienza en la bahía y en su marina, con sus más de 350 atraques. Ahí, cientos de pescadores y de embarcaciones se aprestan a salir al mar en busca de los preciados dorados, atunes y pargos, sin faltar su majestad el marlin, que por fortuna cada vez más se beneficia del sistema de “péscalo y suéltalo”.
Durante el día le recomendamos la tradicional playa de El Médano, donde sanluqueños y turistas disfrutan de las tranquilas olas. Aquí se pueden practicar todo tipo de deportes acuáticos, como la banana y el kayac, así como bucear o abordar una lancha de fondo de cristal para ver de cerca el impresionante Arco y visitar a los lobos marinos, pasando por la famosa Playa del Amor. Pero Los Cabos también son propicios para realizar románticas caminatas por sus playas desiertas e íntimas veladas frente al mar, o a la puesta del sol pasear alrededor de la bahía en el Barco Pirata, el Oceanus, el Sunrider o el Pez Gato.
Para los amantes de la adrenalina, en Cabo San Lucas, pueden conducir un auto de carreras de “Off Road”, escalar las más empinadas rocas, lanzarse en paracaídas o sentir la emoción de la velocidad sobre las dunas que rodean al Faro Viejo, frente al Pacífico. Después de todo, llegar al fin de la tierra es llegar al comienzo de una experiencia inolvidable.
Fuente: Tips de Aeroméxico No. 24 Baja California Sur / verano 2002
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