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Los ignorados monumentos del 68 en la Ciudad de México

Ciudad de México
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Te decimos donde se encuentran dos de los monumentos del 68 que nos recuerdan lo ocurrido durante el movimiento estudiantil.

Unos de los acontecimientos sociales más importantes en la historia del México actual fue el Movimiento Estudiantil de 1968, el cual culminó trágicamente con una matanza de manifestantes en la Plaza de las Tres Culturas, en el histórico barrio de Tlatelolco de la Ciudad de México.

Durante al menos tres décadas, el tema estuvo prohibido en los medios de comunicación y la información disponible era escasa y confusa. Sin embargo, a partir de la década de los 90, los cambios políticos, sociales y tecnológicos dieron mayor libertad para que se conociera más sobre los sangrientos hechos del 2 de octubre de 1968.

Quizá por ese control oficial que durante años se le dio al tema, en la Ciudad de México existen pocos espacios que recuerdan el movimiento del 68, algo inversamente proporcional a su importancia histórica.

Prácticamente sólo hay dos monumentos dedicados a este movimiento, los cuales son desconocidos para gran parte de los turistas y habitantes de la capital y que, además, están perdidos en medio del caos cotidiano de la ciudad.

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Monumentos del 68

La Estela de Tlatelolco

La Unidad Habitacional Tlatelolco es un megaproyecto de centro urbano encabezado por el arquitecto mexicano Mario Pani que fue inaugurado el 21 de noviembre de 1964.

Al centro de este lugar, en el que se calcula que hoy viven más de 27,000 personas, se encuentra la Plaza de las Tres Culturas, la cual es conocida así debido a que en ella conviven tres conjuntos arquitectónicos que resumen las etapas históricas de México: las ruinas tlatelolcas de los tiempos prehispánicos, la iglesia parroquial del Colegio de la Santa Cruz de la época de la Colonia y la Torre de Tlatelolco que representa a las construcciones modernas.

Ahí también se encuentra una explanada que termina en el edificio habitacional “Chihuahua”, desde el cual, según los registros de la época, salieron los primeros disparos contra los miles de manifestantes que se encontraban reunidos en el lugar el 2 de octubre de 1968. La magnitud de la tragedia se puede entender mejor al estar de pie en ese lugar, observando que, literalmente, era una trampa mortal.

Ahí está hoy el único monumento dedicado a lo sucedido esa tarde-noche de 1968. Se trata de la “Estela de Tlatelolco”, un monolito en el que se encuentran los nombres y edades de 20 de las víctimas mortales de ese tiroteo entre el Ejército y un grupo paramilitar.

El monumento tiene la leyenda “1968-1993 …Adelante!! A los compañeros caídos el 2 de octubre de 1968 en esta plaza”, seguido de un fragmento del poema “Memorial de Tlatelolco”, de Rosario Castellanos: “¿Quién? ¿quiénes? Nadie. Al día siguiente nadie. La plaza amaneció barrida; los periódicos dieron como noticia principal el estado del tiempo. Y en la televisión, en el radio, en el cine no hubo ningún cambio en el programa”.

Este memorial, con restos de grafiti y algunas piedras rotas en la pequeña escalinata de su pedestal, sirve para que vendedores ambulantes exhiban mercancía relacionada con el Movimiento del 68 –como discos con música de la época y libros históricos– y forma parte del paisaje para la mayoría de los vecinos que cruzan todos los días esta explanada o realizan en ella diversas actividades, como jugar futbol.

El monumento fue inaugurado en 1993 y, desde entonces, sirve de marco para que cada 2 de octubre se conmemore el aniversario de la matanza de estudiantes de Tlatelolco.

La piedra del 68

Pero en la Ciudad de México hay otro monumento que recuerda los inicios del Movimiento Estudiantil de 1968, el cual se encuentra en un lugar todavía más transitado, pero, irónicamente, menos conocido.

Sobre el camellón de la Avenida de los Insurgentes Sur, justo en su cruce con Félix Cuevas, a un costado de una famosa tienda departamental, se encuentra un pequeño monumento que es conocido por algunos vecinos como “la piedra del 68”.

Y es que, efectivamente, se trata de un pedestal que sostiene una piedra volcánica –muy común en la cercana zona del Pedregal, donde se encuentra la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México– que sirve para conmemorar una de las primeras manifestaciones de aquel movimiento.

El 1 de agosto de 1968, la comunidad de la UNAM, encabezada por su entonces rector, Javier Barros Sierra, marchó por la Avenida de los Insurgentes para protestar contra los actos de represión que se habían vivido en esa casa de estudios días antes, como cuando el Ejército derribó con una bazuca la puerta de la Preparatoria 1, que se encontraba en lo que hoy es el Antiguo Colegio de San Ildefonso, en el Centro Histórico.

Tras izar a media asta la bandera mexicana en CU, justo frente a la Torre de Rectoría, y pronunciar un famoso discurso, el rector de la UNAM encabezó la marcha a la que se sumaron estudiantes de otras escuelas y que originalmente tenía como destino el Zócalo de la Ciudad de México; sin embargo, al recibir reportes de que el Ejército se estaba preparando para impedirles el paso, Barros Sierra decidió llegar solamente hasta el cruce con Félix Cuevas, exactamente donde se encuentra el monumento, e invitó a todos los estudiantes a regresar al campus universitario.

El monumento de “la piedra del 68”, que está justo en medio de los carriles del Metrobús y a unos metros de la estación Insurgentes Sur de la Línea 12 de Metro, está lleno de grafitis en su pedestal y es prácticamente indiferente para los miles de personas que circulan en esa que es una de las zonas más transitadas del sur de la Ciudad de México.

Tiene una placa en la que se puede leer “El 1 de agosto de 1968 la Universidad llegó hasta aquí”. También dice “Brazo con brazo, estudiantes y maestros de todo México protagonizaron ese día la primera manifestación del movimiento estudiantil de 1968”.

Así que ahora que se conmemora medio siglo de ese movimiento, bien vale la pena darse una vuelta por estos dos lugares para conocer un poco más a fondo los hechos históricos de ese triste capítulo de la Ciudad de México.

2 de octubremonumentos del 68movimiento del 68movimiento estudiantilTlatelolco
autor Carlos Tomasini
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