Los símbolos patrios de México y su historia (Escudo, Bandera, Himno)
Los símbolos patrios de México están conformados por la Bandera, el Escudo y el Himno Nacional. El origen de estos se remonta al periodo independentista y fueron modificados constantemente hasta finales del siglo XX, cuando el Escudo fue rediseñado por última vez.
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Símbolos patrios de México
Nuestros símbolos patrios son tres; la Bandera, el Escudo y el Himno. Su origen se remonta al siglo XIX, cuando, después de la Independencia, el pueblo mexicano necesitaba algo para reconstruirse e identificarse con los otros, es por ello que surgieron y que hasta ahora han logrado que nuestro pecho se encienda al entonar el Himno, saludar a la Bandera o ver el Escudo.
Bandera Nacional
La Bandera Nacional, como la conocemos ahora, tiene antecedentes en la época prehispánica. Durante esos años, los pueblos indígenas ya utilizaban banderolas para identificarse entre barrios. Sin embargo, de aquella época solo conservamos el Escudo Nacional, pues éste es la representación del viaje que hicieron los mexicas desde Aztlán para la fundación de Tenochtitlán.
No obstante, la primera Bandera tricolor la encontramos en el periodo post independentista. Ésta fue diseñada en 1821 por el Ejército Trigarante, cuyos promotores eran; Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide.
El Ejército Trigarante decidió que la Bandera fuera tricolor y que los colores aludieran; el rojo a la unión entre americanos y europeos, el verde a la independencia y el blanco a la fe en la Iglesia o la religiosidad de los mexicanos.
El significado de los colores también se transformó con los años y ahora, según la Secretaría General de Gobierno, el rojo es un recordatorio de la sangre de héroes nacionales que fue derramada por la Patria, el verde se refiere a la esperanza y el blanco hace alusión a la unidad.
La Bandera del Ejército Trigarante fue la más parecida a la que tenemos ahora nosotros. Sin embargo, el águila -de esa Bandera- estaba de frente y no tenía serpiente. Dicha serpiente se añadió en la Bandera del Batallón de San Blás, quienes defendieron el Castillo de Chapultepec.
La modificación definitiva que sufrió nuestra Bandera fue en 1968, y fue a uno de sus elementos; el Escudo Nacional. Este fue rediseñado por Francisco Eppens, quien agregó componentes de origen prehispánico como el nopal con las tunas rojas.
Escudo Nacional
El origen del Escudo Nacional, así como el de la Bandera, también nos remonta al periodo prehispánico. De acuerdo con la leyenda de la fundación de Tenochtitlán, incluida en el códice Mendocino, los mexicas aun vivían en Aztlán cuando el dios Huitzilopochtli les dio indicaciones de viajar en busca de “la tierra prometida”.
Fue así como los mexicas iniciaron la peregrinación en busca del sitio indicado. Los mexicas podrían identificar dicho lugar cuando encontraran a un águila posada con elegante majestuosidad encima de un nopal, devorando a una serpiente.
Es a partir de este mito que el águila comenzó a utilizarse como símbolo de identidad nacional. La primera vez que se usó oficialmente fue en el siglo XVI, durante el reinado de Carlos V y después por el general Ignacio Allende.
A pesar de esto, el Escudo fue implementado en una bandera tricolor hasta que, en 1821, Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide, siendo miembros del Ejército Trigarante, promulgaron el Plan de Iguala. Estos necesitaban una bandera que representara al movimiento insurgente, así que instauraron la primera bandera tricolor que tenía una corona en medio -en lugar del águila-.
Una vez que Iturbide se volvió emperador de México, decretó que las franjas de la Bandera de México fueran verticales y añadió el símbolo del águila. Esta águila portaba una corona.
Posteriormente, el Escudo Nacional sufrió otros cambios como la omisión de la corona. A pesar de esto, fue hasta 1968 que al artista mexicano Francisco Eppens, se le encomendó rediseñar el Escudo.
Eppens puso manos a la obra y añadió detalles como las tunas -que simbolizan los corazones de los guerreros caídos-.
Fue así como el Escudo Nacional, uno de los símbolos patrios mexicanos, llegó a ser como lo conocemos ahora.
Himno Nacional
El primer Himno Nacional mexicano se remonta a 1761. En ese año, España implementó en sus ceremonias cívicas y en las de sus colonias -como himno- la “Marcha Granadera”. Pero fue olvidado tanto por la gente del pueblo como por los gobernantes.
En 1821, después de la Independencia se hizo otro intento para crear un himno. Este fue escrito en honor a Agustín de Iturbide por Juan Torrescano pero también fracasó.
Tuvieron que pasar prácticamente 32 años desde la acción de Torrescano, para que se hiciera un nuevo intento.
Este tuvo lugar en 1853, cuando México acababa de sufrir la pérdida de Texas. El presidente de entonces era Santa Anna.
Santa Anna sabía que el pueblo mexicano estaba herido por la pérdida, así que supuso que era necesario reconstruir la identidad de nuestro país. De esta forma se decidió lanzar un concurso para dar vida al Himno Nacional Mexicano.
Historia del Himno Nacional Mexicano
El ex presidente lanzó una convocatoria dividida en dos partes. La primera era para la letra y la segunda para la música.
Dentro de los concursantes ganó precisamente quien no quería participar; Francisco Gonzales Bocanegra. La leyenda cuenta que este poeta potosino, fue encerrado por su esposa y obligado a producir un poema que participara en el concurso. Sea cierta o no esa leyenda, Bocanegra ganó, pues su letra expresaba mejor que nadie el amor por la Patria.
Una vez definida la letra, se lanzó la convocatoria para musicalizar el poema de Bocanegra. En este concurso participaron aproximadamente 15 compositores y quien se llevó la victoria fue el español Jaime Nunó.
Nunó había conocido a Santa Anna en Cuba y cuando visitó México, recibió la invitación para participar en el concurso que ganó. Sin embargo, la victoria de Nunó no fue bien recibida por el pueblo debido al origen del compositor.
El Himno Nacional, ya con la letra de Bocanegra y la música de Nunó, fue interpretado por primera vez en el Teatro Santa Anna un 15 de septiembre de 1854. Presentación, por cierto, a la que Santa Anna no asistió.
Se esperaba que este nuevo Himno se perdiera entre las páginas de la historia que nadie recuerda, pero no fue así.
Conforme pasó el tiempo, se suprimieron estrofas -principalmente las que enaltecían a Iturbide y a Santa Anna-, pero no se olvidó. El Himno Nacional fue reivindicado durante el mandato del general Porfirio Díaz, quien dejó oficialmente 10 estrofas del himno original, estrofas que entonamos con orgullo sin importar cuán afinados o no estemos.
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