Los vinos que producía Miguel Hidalgo, el «Padre de la Patria»
¿Sabías sobre los vinos de Miguel Hidalgo? Amaba esta bebida y fue pionero de su producción en México. Te contamos sobre sus campos de uvas y olivos.
Los vinos de Miguel Hidalgo. Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor, mejor conocido como Miguel Hidalgo, nació en Pénjamo, Guanajuato, el 8 de mayo de 1753. Estudió en el Colegio de San Nicolás, en la ciudad de Valladolid, Michoacán hasta 1767.
Tras la expulsión de los jesuitas de los territorios bajo dominio español, el Colegio de San Nicolás cerró temporalmente. En diciembre de 1767, Miguel Hidalgo reanudó sus clases en el Colegio de San Nicolás y se instruyó en latín, francés, filosofía, teología y literatura universal. Cabe destacar que Miguel Hidalgo tenía conocimiento de las lenguas otomí, náhuatl y purépecha, mismas que había aprendido gracias a los trabajadores de su hacienda. Una vez terminados sus estudios, se dedicó a la docencia.
La formación académica de Miguel Hidalgo hizo de él un hombre culto y con muchos matices. Quienes lo conocieron lo describen como un hombre carismático, pero con arraigo a su condición humana. Gustaba de las artes, la ideas, la música, la poesía y, por supuesto, del vino.
Su actividad cultural se realizaba a través de las tertulias en distintas ciudades de El Bajío, donde los hombres ilustrados de la época lo escuchaban tocar su violín y declamar poesía. Para aquella época, el vino gozaba de una época de esplendor en la Nueva España.
Miguel Hidalgo, el revolucionario
Tras la muerte de su hermano, José Joaquín, en 1801 Miguel Hidalgo se trasladó a la ciudad de Dolores. En esta ciudad, Hidalgo organiza tertulias donde debate ideas de la Revolución Francesa, así como del derecho de los criollos a ocupar cargos en el gobierno.
Durante sus años en Dolores, el padre Hidalgo invirtió sus ahorros en tres haciendas, en las cuales implementó técnicas innovadoras para enseñar a la comunidad artes y oficios. Para ello, importó gusanos de seda, abejas para la producción de miel, levantó una fábrica de loza y ladrillos y cultivó plantas de uva para la producción vinícola. Así comenzó la historia de los vinos de Miguel Hidalgo.
Cabe señalar que durante el virreinato la producción vino fuera de España estaba prohibido, pues afectaba los intereses comerciales. Para producir vino se requería de una licencia real, por lo cual Hidalgo viajó la Ciudad de México para tramitarla. La producción de vino debía estar acotada a una verdadera necesidad regional, de lo contrario, no se debía intentar competir contra el monopolio europeo.
Lamentablemente, y aún con el apoyo de su hermano Manuel, quien era parte de la Real Audiencia, Hidalgo no logró obtener la licencia. Sin embargo, el futuro Padre de la Patria continuó cultivando sus viñedos y olivos.
Los vinos de dolores
“Un día de enero de 1810, Hidalgo, el intendente Riaño y el obispo Abad y Queipo cenaron juntos en Guanajuato. Se informa que Hidalgo invitó a estos dos amigos a ir a Dolores en el momento de la cosecha en septiembre para que pudieran observar el proceso de prensado de la uva para su industria vitivinícola. La oferta fue aceptada por los dos hombres, pero un desafortunado evento, en el que Hidalgo llamó de forma ofensiva a Riaño, impidió el encuentro”, relata William Dirk Raat en su libro Mexico, from independence to revolution 1810 -1910 (University of Nebraska, 1982).
Los viñedos de Miguel Hidalgo llegaron a su fin cuando se descubrieron sus ideas subversivas en contra del gobierno español y que aumentaban la polarización social. Durante el movimiento armado las viñas fuero saqueadas y hasta la actualidad se desconoce su ubicación.
Las razones del Miguel Hidalgo para desear un nuevo sistema de gobierno fueron muchas, desde la exclusión de los criollos de la burocracia, hasta la expulsión de los jesuitas y el monopolio europeo del vino.
Sin duda, la historia de Miguel Hidalgo representa uno de los primeros antecedentes de la producción de vino en México, que actualmente vive una segunda época de apogeo.