Maqueta Monumental del Huey Teocalli y Memoria Luminosa
Como parte de las 63 actividades para conmemorar los 500 años de resistencia de los pueblos originarios, el 13 de agosto se realizará una Maqueta Monumental del Huey Teocalli y la Memoria Luminosa.
No te pierdas este 13 de agosto la Maqueta Monumental del Huey Teocalli o lo que hemos conocido a través de los siglos como Templo Mayor, que se instalará en el Zócalo capitalino.
Se tratará de la primera maqueta monumental a escala, de 16 metros de altura, del Templo Mayor de México Tenochtitlán, inspirada en los descubrimientos más recientes realizados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
El Templo Mayor se llamó así por los españoles; sin embargo, el nombre dado por los pueblos originarios era Huey Teocalli.
Memoria luminosa
También, se realizará una iluminación conmemorativa de los edificios del gobierno de la CDMX con 10 mil luminarias LED, cuatro conjuntos luminosos, tres pantallas y un conjunto tridimensional.
Fecha: Del 13 de agosto a principios de septiembre (Proyecciones todos los días)
Horarios:
20:30 horas
21:00 horas
21:30 horas
Templo Mayor o Huey Teocalli
A lo largo del siglo XX los arqueólogos fueron descubriendo la ubicación exacta del Templo Mayor de los mexicas, el sagrado edificio que fuera destruido tras la conquista de la metrópoli indígena, y cuyos restos habían permanecido ocultos durante cuatro siglos bajo los cimientos de las construcciones virreinales y decimonónicas del centro de nuestra ciudad capital.
Según la tradición, el Templo Mayor se construyó justo en el sitio donde los peregrinos de Aztlán encontraron el sagrado nopal que crecía en una piedra, y sobre el cual se posaba un águila con las alas extendidas al sol, devorando una serpiente. Este primer basamento dedicado a Huitzilopochtli, aunque humilde porque fue construido con lodo y madera, marcó el principio de lo que con el tiempo sería uno de los edificios ceremoniales más famosos de su época.
Uno a uno, los gobernantes de México-Tenochtitlan dejaron como testimonio de su devoción una nueva etapa constructiva sobre aquella pirámide. Y, si bien las obras sólo consistían en adosarle taludes y renovar escalinatas, el pueblo podía constatar el poder de su gobernante en turno y el engrandecimiento de su dios tribal, el victorioso dios-sol de la guerra.
Pero los mexicas no podían olvidarse de los demás dioses, pues todos ellos propiciaban la existencia armónica del universo. Además, equilibraban las fuerzas de la naturaleza, produciendo el viento y la lluvia y haciendo crecer las plantas que alimentaban a los hombres.
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