Mexico-Tenochtitlan: la fama y la gloria de la capital mexica - México Desconocido
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Mexico-Tenochtitlan: la fama y la gloria de la capital mexica

Ciudad de México
Mexico-Tenochtitlan
© Thomas Kole

Fundada de acuerdo a algunas fuentes en el año de 1325, Mexico-Tenochtitlan, la capital mexica, fue un hito para la historia de Mesoamérica, y daría pie al nacimiento de la Ciudad de México ¡Conoce como era!

Por todos conocida, la ciudad de Mexico-Tenochtitlan representó en su época una maravilla no solo a ojos de los conquistadores. También para la propia Mesoamérica, ya que fue el asiento de una multi-facetica civilización. En ella se conjugaron diferentes elementos de la historia precolombina, los cuales dieron paso no solo a una magnífica urbe, sino también a un símbolo de sofisticación y poder que hasta el día de hoy nos sorprende.

Sergio Antonio Ortiz Suárez Mural de Miguel Covarrubias que retrata a Mexico-Tenochtitlan. Archivo Digital MNA.

1325: la fundación

Tras su prolongada peregrinación, los mexicas al fin habían logrado encontrar el signo para establecer su hogar, de acuerdo a los designios de su dios tutelar Huitzilopochtli. Se trataba de un águila parada sobre un nopal, en un islote del lago de Texcoco. En algunas fuentes y códices, simplemente la rapaz aparece erguida; en otros, está devorando animalillos del lago o una serpiente. Probablemente de esta última, más bien se trate del símbolo del atlachinolli, del náhuatl: atl (agua) y tlachinolli («que se quema»), es decir, el «agua que arde», un concepto mexica para referirse a la guerra y la sangre, el cual se basó en la dualidad y enfrentamiento del agua contra el fuego, los elementos naturales opuestos.

Teocalli de la Guerra Sagrada. En esta pieza, el águila sostiene el símbolo del atlachinolli. © MNA.

A pesar de que no se sabe con exactitud la fecha de la fundación de la capital tenochca, la que se repite más frecuentemente en las crónicas del siglo XVI es la del año 2-Calli (casa), es decir, el año 1325 del calendario occidental. Los Anales de Tlatelolco incluso indican un día específico: 1-Cipactli (lagarto), que correspondería aproximadamente al 20 de junio, día del solsticio de verano.

Respecto al nombre, aún se discute el origen de la palabra Mexico. Una de las hipótesis fuertes es la que indica que viene de Metz(tli), luna; xīc(tli), centro u ombligo y co, un locativo, es decir «En el centro del lago de la Luna». La otra señala que se originó de Mexihtli, un nombre alternativo de Huitzilopochtli. Sobre Tenochtitlan, las cosas son más claras. El nombre original de la ciudad fue Cuauhmixtitlan («lugar del águila entre las nubes», en náhuatl). Sin embargo, fue renombrada por el tlatoani Acamapichtli en el año 1376 como homenaje a Tenoch («tuna de piedra»), el último caudillo que los guío hasta la señal prometida. Es así que Tenochtitlan vendría a significar «Lugar de Tenoch».

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La famosa lámina del Códice Mendocino que muestra la fundación de Tenochtitlan en el año 2-Calli (Casa).

La historia de la gran Mexico-Tenochtitlan

En el islote del lago de Texcoco donde encontraron al águila en el nopal, los mexicas construyeron un sencillo templo a su dios Huitzilopochtli, el cual se constituiría en su axis mundi (eje del mundo), y en el centro de la ciudad. A partir de este punto, dividieron el terreno en los cuatro grandes barrios (calpulli) de la urbe: Moyotlan, Teopan, Atzacoalco y Cuepopan. También construyeron largas calzadas orientadas hacia los cuatro rumbos del universo para comunicar la isla con tierra firme. Al norte se encontraba la del Tepeyac, al sur la de Iztapalapa y al poniente la que comunicaba con Tacuba. Esta distribución resultó ser un diseño reticular de la urbe, inspirado en Teotihuacan. A partir de este núcleo básico, la ciudad tenochca comenzó a crecer rápidamente, hasta convertirse en una de las más grandes y pobladas de su tiempo.

Mexico-Tenochtitlan en su esplendor en una reciente y verosímil recreación. © Thomas Kole.

Con el tiempo y tras derrotar a Azcapotzalco con auxilio de Texcoco y Tlacopan, el complejo religioso de Mexico-Tenochtitlan, es decir, el Templo Mayor, se amplió. Llegó a convertirse en una gran plaza de 500 metros por lado. Ésta daba cabida a cerca de 78 magníficos templos y estructuras de tipo religioso.

Alrededor de este espacio, separado del resto de la capital mexica por medio de una plataforma de baja altura, estaban los palacios y las casas de gobernantes y nobles (pipintlin). Más lejos, estaban las casas de la gente común (macehuales). Toda el área habitacional se encontraba organizada en barrios. Estos a su vez formaban parte de cada una de los cuatro grandes calpullis de la ciudad. Estaban atravesados por canales donde transitaban canoas, así como por calzadas por las que se andaba de un punto a otro. Las chinampas y calles erigidas fueron ampliando la gran urbe. Ver este escenario, animado por las actividades cotidianas de los tenochcas, debió ser sorprendente.

El recinto del Templo Mayor al alba, en la minuciosa y realista recreación de Thomas Kole. © Thomas Kole.

Mexico-Tlatelolco, la ciudad gemela de Tenochtitlan

Fundada por los tlatelolcas en 1337 de acuerdo a algunas versiones y fuentes, Mexico-Tlatelolco se convirtió en el rival comercial de Tenochtitlan. Esto llevaría a las ciudades hermanas a una guerra en 1473, de la que la capital tenochca saldría victoriosa. Es así que el mercado de Tlatelolco, si bien estaba emplazado en la ciudad vecina, se convertiría en el principal espacio comercial de Mexico. Toda las importantes transacciones se realizaban en este espacio. Los tlatelolcas y tenochcas realizaban su mandado cotidiano, generando una enorme inercia de intercambio en toda Mesoamérica.

Maqueta del mercado de Tlatelolco con su ajetreada vida, en el Museo Nacional de Antropología. © Fotografía: Boris de Swan. Raíces.

Diques y acueductos en Mexico-Tenochtitlan

Mexico-Tenochtitlan estaba sobre el lago de Texcoco, el cual era salado. Sin embargo, la ciudad estaba rodeada de agua dulce gracias a los diques construidos por los mexicas. Estos permitían concentrar ahí el agua que desembocaba de los ríos que alimentaban al lago.

La capital mexica también contaba con dos acueductos, el de Chapultepec y Coyoacán, que contenían a su vez un par de canales. Esto permitía mantener un canal en operación en tanto se le daba mantenimiento al otro. Esta agua era principalmente usada para lavar y el aseo personal. Los tenochcas acostumbraban a tomar dos baños al día.

Acueducto mexica recreado en una ilustración contemporánea. © Jean Torton. Jacques Martin. Casterman.

Urbanismo mexica

La asombrosa simetría de la ciudad era mantenida por medio de un funcionario llamado calmimilócatl. Él debía supervisar cualquier construcción y evitar que se invadieran las calles y canales, que eran previamente construidos. Podríamos decir en términos actuales, que era el urbanista en jefe de Tenochtitlan.

La planeación urbana de Mexico-Tenochtitlan permitía su buen funcionamiento cotidiano. © Thomas Kole.

Por otro lado, los encargados de los calpulli se dedicaban a la limpieza de la urbe: en algunas calles había braseros para incinerar basura y para los habitantes existía un sistema de letrinas.

Las calles de Tenochtitlan eran de tierra o canales y era posible llegar hasta el recinto sagrado en canoa. La isla se conectaba con las riberas a través de sus calzadas. El tráfico y los embarcaderos estaban rigurosamente ordenados. Las principales avenidas de acceso contaban con puentes levadizos para dejar pasar a las canoas.

Tenochtitlan desde vuelo de águila. Así se podía contemplar la asombrosa simetría de la ciudad. © Thomas Kole.

El 13 de agosto de 1521

Toda la magnificencia de la gran capital de los mexicas acabaría con su caída ante las fuerzas de Hernán Cortés y sus aliados, el 13 de agosto de 1521.

Rivales como los tlaxcaltecas y otros pueblos sometidos al poderío de Mexico-Tenochtitlan, junto a los europeos, acabarían con la ciudad después de un asedio de meses, en el cual se luchó barrio por barrio, y casa por casa. Sus templos, edificios, calzadas, canales y acueductos fueron destruidos. Sin embargo, la caída de esta gran urbe de Mesoamérica daría paso al nacimiento de una nueva, en la cual muchos de los mexicanos vivimos hoy en día: la Ciudad de México.

Restos del Templo Mayor. © Lugares INAH.
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autor Poeta y ensayista. Historiador de formación. México es sus misterios.
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