Huitzilopochtli, el dios principal de los aztecas
En náhuatl, “colibrí zurdo” o "colibrí del sur”. Es el Dios de la guerra y guía principal de los mexicas o aztecas desde el inicio de su peregrinación hasta su establecimiento en Tenochtitlan.
Huitzilopochtli es uno de los dioses creadores en la cultura azteca y fue su guía para llegar al lugar donde fundaron Tenochtitlán. Conoce su historia, poderes y su papel en la mitología.
Huitzilopochtli es el dios principal de la cultura mexica, también conocida como cultura azteca. Su nombre significa «colibrí zurdo» y en algunas interpretaciones significa «Siempre en movimiento con nuestro corazón», lo que hace suponer que es una metáfora del corazón humano que está siempre en búsqueda de su destino.
El dios tuvo una relación muy cercana con la cultura que lidera, los mexicas, también conocidos como los aztecas y es personaje principal en varias leyendas e historias de lo que sucedía en el mundo ancestral, cuando los dioses caminaban entre los hombres.
Conoce el papel de Huitzilopochtli en la mitología azteca, la historia de su nacimiento, sus diferentes poderes y acerca del culto que le rendía tributo al dios colibrí, a continuación.
Huitzilopochtli en la mitología
En casi todas sus presentaciones, Huitzilopochtli es un poderoso y joven guerrero de piel azul que porta la imagen del colibrí en sus atuendos, pues es su espíritu nahual.
A diferencia de otras deidades aztecas, Huitzilopochtli no tiene equivalentes en otras culturas mesoamericanas, lo que lo convierte en una deidad originaria de Tenochtitlán.
El origen de todas las cosas, según la cultura mexica
En la mitología mexica, Huitzilopochtli es hijo de Ometéotl, un dios antiguo del que incluso los aztecas conocían poco, pero que estaba muy presente en los poemas de la nobleza y quién proveía de existencia a todo.
Sin Ometéotl, no existirían ni los mismos dioses
Ometéotl es una divinidad dual, con una parte femenina y otra masculina que se unen en un todo. De esta deidad parten Huitzilopochtli y otros 3 dioses, con los que juntos, conforma los cuatro puntos cardinales del universo.
A cada uno de estos dioses se les asignó un lugar en el cosmos, siendo el sur la región de Huitzilopochtli.
El nacimiento de Huitzilopochtli, un origen diferente
Una versión diferente del nacimiento de Huitzilopochtli cuenta que un día Coatlicue, la madre tierra, diosa de la fertilidad y madre de Huitzilopochtli, se encontraba barriendo en el cerro de Coatepec (montaña de la serpiente) cuando entonces se encontró una pelotilla de plumas que puso bajo su manto, resultando en quedar embarazada.
Indignada Coyolxauhqui (también hija de Coatlicue) logró convencer a sus hermanos de que había que matar a su madre por la deshonra que el embarazo representaba.
Coatlicue no supo qué hacer, se encontraba triste y asustada, pero dentro de su vientre, Huitzilopochtli le dijo «No temas, yo se bien qué hacer». Así, la diosa se quedó tranquila.
Con Coyolxauhqui al frente, los 400 hermanos avanzaron contra su madre, pero en el momento en que llegaron nació Huitzilopochtli.
Con el rostro pintado, armadura puesta y armado con Xiuhcóatl, una culebra hecha de teas que solo le obedecía a él, le cortó la cabeza a Coyolxauqui para finalmente vencer a todos sus hermanos.
Conoce más sobre la leyenda del nacimiento de Huitzilopochtli y otras 2 historias relacionadas con su espíritu nahual aquí.
Los poderes de Huitzilopochtli
Huitzilopochtli es el dios del sol, de la guerra y las tácticas bélicas, patrono de la capital azteca Tenochtitlán y símbolo de guerreros y gobernantes.
Es el dios del sol porque en una versión de su nacimiento, al darle muerte a su hermana y convertirla en la luna, él asume el lugar del dios el sol y su pelea se repite todos los días, teniendo como consecuencia los días y las noches.
En otra versión, al ser parte de los cuatro primeros dioses, él junto a sus hermanos dieron vida a todo lo que habita en la tierra.
Huitzilopochtli es quien hizo la hoguera que más tarde Quetzalcóatl convertiría en un medio sol. Un tercer dios, Tezcatlipoca, tomaría la hoguera y la convertiría en un poderoso sol, que luego varios dioses tendrían el honor de portar por el cosmos.
En forma de guerrero, Huitzilopochtli es ágil y rápido como su espíritu nahual, el colibrí. Además, va armado con sus poderosos dardos azules, escudo de plumas y con Xiuhcóatl, un arma-serpiente que solo le hace caso a él.
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La tira de la peregrinación y la fundación de Tenochtitlán
La Tira de la Peregrinación o Códice Boturini es uno de los códices mexicas que narra no una peregrinación, sino un movimiento migratorio que salió de Chicomoztoc, lugar de origen de los pueblos Tepanecas, Xochimilcas, Chalcas, Acolhuas, Tlahuicas, Tlaxcaltecas y Mexicas, mejor conocidos como «Las siete tribuas nahuatlacas».
Son 21 láminas de papel amate, recubierto de estuco con escritura de origen mexica. En sus páginas se cuenta la historia de cómo los mexicas salieron de Aztlán (Tierra de la blancura o Lugar de las garzas) hasta llegar al valle de Anáhuac donde fundaron Tenochtitlan.
La leyenda escrita en el códice dice partieron en ocho grupos, pero que más adelante, los mexicas se separarían para seguir su camino solos, por ordenes de su dios.
Huitzilopochtli les dijo que buscaran la señal divina de un águila posada sobre un nopal y que sería ahí el lugar donde debían fundar su nueva ciudad.
En palabras de el cronista Bernardino de Sahagún:
«La principal torre de todas estaba en el medio y era más alta que todas, era dedicada al dios del sol y la guerra. Esta torre estaba dividida en lo alto, de manera que parecían ser dos y así tenía dos capillas, cubierta cada una con un chapitel, y en la cumbre tenía cada una de ellas sus insignias o divisas distintas. En la principal estaba la estatua de Huitzilopochtli, el padre fundador de esta capital».
Conoce más sobre la historia del Códice Boturini aquí.
La adoración al dios colibrí
El lugar donde se le adoraba a Huitzilopochtli era Tenochtitlán, ciudad fundada por el dios colibrí. En su representación había una estatua de madera y tenía un templo junto al de Tláloc, otro dios importante para los aztecas, en la cima del Templo Mayor.
Su templo estaba al sur y marcaba el solsticio de invierno y la temporada para la guerra. Los escalones del templo de Huitzilopochtli estaban pintados de rojo, representando la sangre que es sacrificio fundamental para el dios.
Su veneración se centraba en sacrificio de sangre. Eran elegidos por los sacerdotes o presos de guerra a quienes se sacrificaba comúnmente sacándoles el corazón o decapitándolos como hizo Huitzilopochtli con su hermana Coyolxauhqui.
Otro homenaje a Huitzilopochtli se festeja durante la ceremonia de Panquetzalitztli, donde una efigie de amaranto con la imagen del dios era llevada al templo mayor y comida.
La ceremonia de Panquetzalitzli tiene lugar el mes en que se conmemora el nacimiento del dios, entre las fechas del 30 de noviembre al 18 de diciembre, razón por la cuál se ha dicho que la leyenda de su nacimiento tiene mucha semejanza con la historia del nacimiento de Jesús en el cristianismo.
Lee la historia de la comparación entre el nacimiento de Jesús y el de Huitzilopochtli aquí.
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